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Activistas suizos señalan a los bancos como responsables del cambio climático

Unos doscientos manifestantes bloquearon el acceso a las sedes de UBS y el Credit Suisse en Zúrich para protestar por sus inversiones en compañías de combustibles fósiles.
Activistas suizos por el clima bloqueando la entrada al banco USB en Zúrich. Foto: KLIMASTREIK SCHWEIZ

Las empresas energéticas no son las únicas señaladas por el cambio climático. Tampoco lo es una clase política más comprensiva con las élites económicas que con la vida de sus administrados y las alertas lanzadas por la ciencia. Entre los responsables hay que señalar también a los bancos, y así lo ha hecho hoy la organización Klimastreik Schweiz. Sus activistas bloquearon esta mañana las entradas a las sedes de UBS y Credit Suisse en la céntrica Paradeplazt, en Zúrich.

Las acciones contra empresas de combustibles fósiles han sido relativamente comunes. Por ejemplo, en 2019 miembros de Attac pintaron de negro la sede de la petrolera Total en París. Los activistas suizos han refinado la búsqueda de culpables y el objetivo de sus protestas, y como ocurre en las novelas policiacas han “seguido el rastro del dinero”. Las instituciones financieras, dicen desde Klimastreik Schweiz, han invertido miles de millones en empresas que extraen o queman petróleo, carbón y gas, al tiempo que mueren personas en todo el mundo (en las últimas semanas, más de 700 en Canadá, más de 200 en Europa) a causa de la crisis climática.

Unos 200 manifestantes se plantaron a primera hora ante las sedes de UBS y Credit Suisse, rodeando sus edificios y bloqueando el acceso con bicicletas, barriles y palos. A las 08.30 de la mañana, la policía empezó a desalojarlos al considerar su protesta una ocupación ilegal.

La lista de escándalos que salpican a estas dos entidades es muy larga. Va desde la tala ilegal de bosques en Malasia, en el caso de UBS, a las opacas y arriesgadas maniobras de Credit Suisse con diversos fondos de inversión, como Archegos o Greensill. El blanqueo de capitales y la evasión fiscal ya ni puntúan por ser moneda corriente en sus maniobras. El enfado con el sector financiero suizo está consiguiendo lo que parecía imposible: que sus banqueros dejen, quizás pronto, de ser intocables.

Acciones contra la ‘inacción climática’

“Credit Suisse y UBS han hecho de todo menos responder adecuadamente a la crisis climática”, afirmaba Frida Kohlman, portavoz del movimiento Rise Up for Change (‘En pie por el cambio’). “Esa es la razón por la que ocupamos la sede de Credit Suisse y las oficinas de UBS, para llamar la atención sobre las consecuencias de la inacción de las instituciones financieras suizas”.

El bloqueo de estas sedes se enmarca en una serie de acciones previstas por los movimientos ecologistas suizos a lo largo de esta semana. Los activistas han acampado en las inmediaciones del antiguo estadio de Hardturm y tienen previsto realizar una gran protesta en Berna el próximo 6 de agosto, ante el parlamento federal. El Partido Socialista y Los Verdes han dado ya su apoyo a la manifestación.

No es la primera vez que los jóvenes ecologistas tienen al sector financiero suizo en el punto de mira. En 2018 ocuparon unas oficinas de Credit Suisse en Lausana para jugar un partido de tenis, una irónica performance destinada a criticar sus inversiones en combustibles fósiles que les ha costado una condena por allanamiento. “Una prueba más de la mala fe de Credit Suisse, que no sabe dialogar más que a través de la represión”, concluyen los activistas. En aquella acción pidieron al tenista Roger Federer que rompiera su contrato de patrocinio con Credit Suisse. El deportista se dio por enterado, confesó su “respeto y admiración” por el activismo climático de los jóvenes y aseguró que utilizará su “situación de privilegio” para hablar del tema con sus sponsors.

Según un informe de la organización Rainforest Action Network, entre Credit Suisse y USB invirtieron más de 118.000 millones de dólares en compañías de petróleo, carbón y gas entre 2016 y 2020. “Estamos horrorizados por esas cifras y tenemos miedo al futuro”, dicen desde Rise Up for Action. Este movimiento cree que si las grandes instituciones financieras dejaran de invertir en combustibles fósiles los objetivos climáticos internacionales (hoy bastante desatendidos) serían realizables.

El escenario elegido por los y las activistas para la manifestación de hoy no es casual. La Paradeplazt (la Plaza de las Armas) de Zúrich es el centro neurálgico del sector financiero suizo. En la versión helvética del Monopoly es la casilla más cara.

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