Más allá del fin de los fósiles: todo lo acordado en la COP28

Durante la cumbre del clima celebrada en Dubái, han surgido nuevas iniciativas en materia de transición energética, adaptación y financiación. Repasamos algunas de las más destacables.
Foto: ONU Cambio Climático

La COP28 ha acabado tras dos semanas de intensas negociaciones. Toda la atención la ha tenido el Global Stocktake o Balance Mundial, la hoja de ruta que servirá para guiar la acción climática mundial. El documento, que contiene todos los elementos bajo negociación durante la cumbre, ha despertado reacciones ambiguas por ser un paso histórico pero con falta de ambición.

Según anunció la presidencia de la cumbre en el documento de conclusiones, “en el marco de la Agenda de Acción total de la COP28, se han movilizado más de 85.000 millones de dólares en financiación y se han lanzado 11 promesas y declaraciones que han recibido un apoyo histórico”. Algunos de las iniciativas claves han sido en materia de financiación, adaptación y mitigación.

Sin embargo, después de la sesión de clausura, todavía quedaban textos por pulir. Finalmente, los ítems de la agenda de la COP acordados han sido 63, frente a los 31 que han sido pospuestos para futuras negociaciones, según el recuento de Carbon Brief. En Climática hacemos un repaso de algunos de los compromisos más importantes.

La Meta Global en Adaptación

La adaptación ha sido un tema clave en esta cumbre, sobre todo por reclamo de las naciones más vulnerables a las consecuencias climáticas. Lo acordado está incluido en el conocido como Meta Global en Adaptación o Global Goal on Adaptation (GGA). En Dubái, las Partes (los países) acordaron los subtemas a abarcar. Finalmente, fueron el agua, la salud, la alimentación, los ecosistemas, las infraestructuras, la erradicación de la pobreza y el patrimonio cultural.

Sin embargo, el texto final se recortó respecto a borradores anteriores y ahora carece de un lenguaje claro sobre los objetivos y plazos, sugiriendo así que esta parte del acuerdo se incluya en las discusiones sobre la Nueva Meta Colectiva Cuantificable (NCQG, por sus siglas en inglés), el nuevo fondo de financiación climática que funcionará a partir de 2025. Estados Unidos ha liderado la oposición a los avances sobre el dinero destinado a la adaptación.

Por ahora, no se indica cómo se ampliará la financiación y se ha pasado de un “compromiso” de cerrar la brecha de financiación de la adaptación a “tratar de reducir la brecha de financiación de la adaptación”. En la versión previa, se “solicitaba” a los países del norte global que proporcionaran financiación a los países del sur global, así como a “tener en cuenta las prioridades y necesidades” de los países “especialmente vulnerables”.

El texto final tampoco incluye los objetivos más específicos que se incluían en borradores anteriores: ya no se habla de cobertura sanitaria universal ni de garantizar que el 30% de los ecosistemas se “mantienen, mejoran o restauran”. En su lugar, se usan frases como “alcanzar la resiliencia” o “reducir los impactos”.

Como parte positiva, el acuerdo mantiene el lenguaje sobre “adaptación transformadora” y “evitar la mala adaptación”, lo que se considera un avance. Asimismo, pone en marcha un programa de trabajo de dos años para decidir los indicadores que se utilizarán para medir los progresos de cada nación y definir mejor el plan.

Foto: ONU Cambio Climático.

Transparencia frente a la quema de combustibles fósiles

Los Países Bajos encabezaron un grupo de 12 naciones –entre ellas, España- que firmaron una declaración conjunta sobre la necesidad de eliminar progresivamente las subvenciones a los combustibles fósiles. Con este compromiso, las Partes firmantes prometen proporcionar más transparencia sobre la cantidad que gastan en subvenciones a los combustibles fósiles, a trabajar juntos para identificar las “barreras internacionales” que permiten que continúen las subvenciones y a establecer un “diálogo internacional” para facilitar su eliminación.

Asimismo, en esta COP se han puesto en marcha una serie de iniciativas energéticas para los sectores tanto público como privado para acelerar la transición: el Acelerador Mundial de la Descarbonización (Global Decarbonization Accelerator). Entre las promesas bajo este paraguas, hay dos relevantes.

La primera de ellas es el Compromiso Mundial por las Energías Renovables y la Eficiencia Energética, firmado por 132 países, que pretende triplicar la capacidad mundial instalada de generación de energía renovable hasta alcanzar al menos 11.000 gigavatios y duplicar la tasa media anual mundial de mejora de la eficiencia energética por encima del 4% para 2030.

El segundo logro es la Carta de descarbonización del petróleo y el gas, suscrita por 52 empresas de combustibles fósiles y lanzada conjuntamente con Arabia Saudí. Este escrito compromete a gran parte de la industria a poner fin a la quema rutinaria de gas para 2030, “eliminar” las emisiones de metano y “realizar operaciones netas cero para 2050 a más tardar”.

Entre las compañías firmantes se encuentran Shell, BP, Saudi Aramco y Adnoc, ésta última propiedad de Sultan Al Jaber, presidente de la COP28. Todas ellas representan más del 40% de la producción mundial de petróleo. La iniciativa ha recibido críticas por centrarse en las emisiones asociadas a las operaciones y no a la quema de combustibles fósiles, que representan la mayor parte de las emisiones generadas.

El fondo de pérdidas y daños

El primer día se aprobó el esperado texto para el fondo de pérdidas y daños. Los países acordaron que el fondo, destinado a proporcionar ayuda económica a los países más azotados por las consecuencias de la crisis climática, tendría su sede en el Banco Mundial durante al menos cuatro años. Sin embargo, los países ricos (y los que más contribuyen al calentamiento global) no tienen ninguna obligación de subvencionar este fondo, aunque algunos ya anunciaron sus aportaciones ese mismo día.

En esta materia, se aprobó la Nueva Meta Colectiva Cuantificable (NCQG, por sus siglas en inglés), cuyos flecos deberán finalizarse durante 2024 y funcionará como sustituta a la meta de financiación que se estableció durante el Acuerdo de París, por el cual los países desarrollados se comprometieron a aportar 100.000 millones de dólares al año desde 2020. Este fondo ya está recibiendo las primeras críticas. La ONG Red Internacional de Acción Climática (CAN) mira con escepticismo el compromiso de la Unión Europea y denuncia que «no quiere asegurar fondos a largo plazo a aquellos afectados por el cambio climático». 

Otra decisión importante al respecto es dónde se iba a ubicar la Red de Santiago, una institución pensada en 2019 para proveer asistencia técnica a los países empobrecidos y más vulnerables al cambio climático. A pesar de las discrepancias iniciales entre los países del G77 y China, el organismo estará en un consorcio de la Oficina de las Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres (UNDRR) y la Oficina de las Naciones Unidas de Servicios para Proyectos (UNOPS). Aunque también se menciona la posibilidad de “explorar áreas de colaboración” con el Banco de Desarrollo del Caribe en el texto final, la otra opción discutida para la ubicación de la Red.

Al margen de los principales acuerdos, la COP28 ha finalizado con otras iniciativas, entre ellas:

Una declaración sobre agricultura sostenible

158 países han firmado una Declaración sobre agricultura sostenible para comprometerse a reducir las emisiones de carbono del sistema alimentario incluyéndolas en sus Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (CDN) y otros planes nacionales de acción climática.

Un compromiso de enfriamiento global

66 países, entre ellos Estados Unidos, Reino Unido, Brasil, firmaron un nuevo compromiso para reducir las emisiones de los frigoríficos y el aire acondicionado en las próximas décadas. Las Partes se comprometieron a reducir las emisiones mundiales relacionadas con la refrigeración en todos los sectores en al menos un 68% para 2050, tomando como base los niveles de 2022.

Una declaración sobre clima y salud

Por primera vez en una COP, se dedicó una jornada a la salud. La edición acabó con la Declaración de los Emirates Árabes Unidos sobre Clima y Salud, firmada por 144 países, para acelerar el desarrollo de sistemas de salud resistentes al clima, sostenibles y equitativos.

En el día de apertura, los países votaron cuáles serían los temas a tratar durante las dos semanas siguientes. Algunos puntos, como uno sobre las montañas y el cambio climático o el impacto de las medidas comerciales unilaterales en la acción climática, se retiraron del orden del día.

Gracias a la colaboración de nuestra
comunidad podemos publicar. Ayúdanos a seguir.

COMENTARIOS

  1. Ya existen soluciones para frenar el calentamiento global y la pérdida de la naturaleza ; ahora los líderes del mundo sólo necesitan comprender que ya no es momento de charlas ociosas. ¡Ha llegado el momento de soluciones concretas!
    La ciencia confirma una vez más que el cambio climático está ocurriendo mucho más rápido de lo esperado, que las palabras deben ir seguidas de acciones ahora si queremos asegurar un planeta habitable para la vida para las generaciones futuras. Dentro de poco será demasiado tarde para realizar el grado de cambio necesario si queremos hacer…
    Firma y muestra cuántos exigen una acción climática real.
    https://www.greenpeace.org/denmark/vaer-med/klimarise-er-her-nu/?utm_medium=email&utm_source=smc&utm_campaign=dk_fr_fossi

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.