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Banco Santander, BBVA y CaixaBank o cómo combatir la crisis climática a medias

Una investigación de la ONG de inversión responsable ShareAction pone en duda las promesas y políticas de "sostenibilidad" de los 25 bancos europeos más importantes.
BBVA, Santander y CaixaBank, señalados una vez más por su laxa política climática. Foto: Visible Hand/Flickr

Si no hay dinero, no hay proyectos de combustibles fósiles, y si no hay proyectos de combustibles fósiles, es realmente posible frenar el calentamiento global de la atmósfera y, por tanto, mitigar el cambio climático. En la teoría parece sencillo, pero en la práctica no lo es tanto. Aunque los grandes bancos de todo el planeta (responsables de inyectar dinero a la industria contaminante) parecen estar por la labor, su discurso y promesas no son lo suficientemente ambiciosas para el reto que supone la crisis climática.

Durante los últimos años, no solo se ha puesto el foco en los responsables directos de la crisis climática (multinacionales y superricos, sobre todo). También en aquellos que permiten que los primeros puedan seguir con su modelo dañino para la salud de los seres humanos y del planeta. El último en denunciar esta situación ha sido la ONG de inversión responsable ShareAction. Este lunes publica una nueva investigación en la que analiza cómo los 25 mayores bancos europeos abordan cinco temas críticos relacionados con el clima y la biodiversidad. Entre ellos hay tres españoles: Santander, BBVA y CaixaBank. Ninguno sale bien parado.

Estrategias insuficientes

Los temas que se han analizado para la investigación son los objetivos de cero neto, la divulgación de información sobre altas emisiones de carbono, las políticas sectoriales (relacionadas con el carbón, el petróleo y el gas, el transporte marítimo y la biomasa), la biodiversidad y la remuneración de los ejecutivos. La conclusión a la que llegan los autores es que, aunque algunas entidades financieras están demostrando su liderazgo en temas específicos, ninguna tiene un plan integral para garantizar la sostenibilidad en todos los temas.

El objetivo de este informe, explican, es catalizar compromisos ambiciosos en materia de clima y biodiversidad por parte del sector bancario de cara a la COP 26, la cumbre del clima que se celebra en noviembre en Glasgow (Reino Unido). “El último informe del IPCC ha dejado claro que nos quedan pocos años para mantener el calentamiento global por debajo de 1,5 ºC, y lo único que estos bancos han hecho hasta ahora es ganar tiempo”, explica a Climática Xavier Lerin, analista bancario senior y uno de los autores del análisis.

Veinte de los 25 bancos más grandes de Europa se han comprometido a reducir a cero las emisiones de sus carteras para 2050 a más tardar. Pero muy pocos, insiste el análisis, han comenzado a tomar medidas concretas para lograr este objetivo. Actualmente, los tres bancos españoles van con retraso respecto a sus compromisos de reducir a la mitad sus emisiones financiadas para 2030. BBVA y Santander se han comprometido a alcanzar cero emisiones en sus carteras para 2050 como máximo, pero aún no han empezado a tomar medidas para lograr esa meta, señala la investigación. Solo tres bancos (Lloyds Banking Group, NatWest y Nordea) se han comprometido a reducir a la mitad sus emisiones financiadas de aquí a 2030 para asegurarse de que están en camino de cumplir su compromiso de alcanzar las emisiones netas cero en 2050.

“BBVA, CaixaBank y Santander se han comprometido a alcanzar el objetivo de cero neto para 2050 y han dado algunos pasos para conseguirlo. Sin embargo, todos ellos fracasan en el primer obstáculo de la acción climática: publicar estrategias de eliminación del carbón. Los bancos no pueden permitirse perder tiempo vital debatiendo el cómo, el qué y el porqué del fin de la era del carbón cuando hay tanto en juego, como la estabilidad financiera y medioambiental”, apunta Jeanne Martin, integrante de ShareAction y otra de las autoras del informe.

Recientemente, el informe Banking on Climate Chaos 2021 señalaba cómo desde que se firmó el Acuerdo de París, en 2016, Banco Santander y BBVA han invertido 56.387 millones de dólares en combustibles fósiles.

Si bien el 65% de la financiación de los bancos para los combustibles fósiles procede de avales de mercados de capital, ninguno de los bancos patrios incluye actualmente estas actividades en sus objetivos. Del total estudiado, solo Barclays cubre actualmente los avales en sus objetivos (aunque sólo una parte).

Asimismo, aunque tanto el banco presidido por Ana Botín (Banco Santander) como el presidido por Carlos Torres Vila (BBVA) han establecido objetivos provisionales para la minería del carbón, ninguno de los dos bancos ha publicado sus estrategias detalladas de eliminación del carbón, recoge la investigación. Desde el BBVA aseguran a Climática que su entidad “tiene unos objetivos claros de salida del carbón, tal y como anunciamos el 5 de marzo de 2021” y se recogen en la actualización del Marco Medioambiental y Social de BBVA. En concreto, sostienen que “BBVA reducirá a cero su exposición a actividades relacionadas con el carbón, dejando de financiar a empresas en esas actividades, antes de 2030 en los países desarrollados y antes de 2040 en el resto de países en los que está presente».

En cuanto a objetivos sectoriales provisionales para los sectores más intensivos en carbono (extracción de combustibles fósiles y generación de energía), solo ocho de los 25 han actuado al respecto, y sólo tres de ellos (Barclays, Crédit Agricole y NatWest) utilizan una métrica de emisiones absolutas o complementan sus objetivos con la divulgación de emisiones financiadas adicionales para garantizar que sus objetivos de combustibles fósiles conduzcan a una disminución real de las emisiones.

En este sentido, ninguno de los tres españoles ha implementado umbrales tanto relativos como absolutos para el sector de la energía y la minería del carbón en línea con las recomendaciones de la Lista Global de Salida del Carbón. El BBVA afirma que eliminará progresivamente la financiación a las actividades relacionadas con el carbón térmico. Y va más allá. “BBVA se ha comprometido a que toda su cartera de crédito y de inversión sean neutras en emisiones netas de gases de efecto invernadero en 2050 como fecha límite, en línea con la ciencia y los objetivos más ambiciosos del Acuerdo de París”, aseguran a Climática. El informe de ShareAction, sin embargo, denuncia que este tipo de políticas está plagado de lagunas.

Fin a los combustibles fósiles

El pasado mes de mayo, la Agencia Internacional de Energía (AIE) —toda una autoridad en la materia— hizo un llamamiento directo y sin precendentes: la explotación de gas, carbón y petróleo, así como su producción, deberá detenerse cuanto antes, y las centrales eléctricas de carbón deberán cerrar antes de 2030. Hay que hacerlo, recalcaban, porque es la única forma de limitar el calentamiento global y de cumplir con el objetivo de neutralidad climática para 2050.

A pesar de esta advertencia, ningún banco español se ha comprometido todavía a dejar de financiar totalmente la expansión de nuevos combustibles fósiles. Si bien los tres restringen en cierta medida la financiación actual de fuentes no convencionales, mantienen una exposición sustancial a estas actividades a través de la financiación corporativa de empresas diversificadas, como las grandes petroleras. “BBVA y CaixaBank, como la mayoría de los bancos europeos que hemos analizado, se han comprometido a alcanzar cero emisiones netas en 2050. Eso es la parte fácil, pero les queda por demostrar cómo van a lograrlo”, insiste Lerin.

Menos de la mitad de los bancos, recoge el documento, se han comprometido a eliminar por completo la financiación de las actividades relacionadas con el carbón térmico en un plazo compatible con los objetivos del Acuerdo de París. “Son aún menos los bancos que utilizan su influencia para hacer que sus clientes cambien de rumbo”, lamentan. En la actualidad, solo siete grandes bancos europeos (los españoles no están entre ellos) exigen a sus clientes que publiquen un plan de transición en consonancia con su propia estrategia de eliminación progresiva en un plazo determinado.

También se han estudiado las políticas relativas al sector marítimo, cuyas emisiones representan casi el 3% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero, y podrían aumentar hasta en un 50% con respecto a los niveles de 2018 para 2050 si las actividades continúan como hasta ahora. Teniendo en cuenta esto, solo once de los 25 bancos analizados tienen una política del sector del transporte marítimo disponible públicamente. Además, diez han firmado los Principios Poseidón, un marco para integrar las consideraciones climáticas en las decisiones de préstamo con el objetivo de promover la descarbonización del transporte marítimo internacional. Ni Santander, ni BBVA, ni CaixaBank han suscrito ese pacto, y sus políticas con este sector son nulas, según la investigación.

Compromisos escasos: del clima a la biodiversidad

“La biomasa merece urgentemente una mayor atención porque los impactos climáticos pueden ser más importantes que los del carbón”, denuncian los autores del informe. Afirman que la biomasa es un sector que “hasta ahora ha sido generalmente descuidado por los bancos” pues solo seis publican una política sectorial relevante (entre ellos, el Santander), y 13 siguen catalogando la biomasa como una forma de energía sostenible, sin tener en cuenta sus altas emisiones de carbono.

No obstante, definen como “prometedor” que 17 bancos (entre los que están los tres españoles) excluyan la madera procedente de algunas reservas ricas en carbono. Actualmente, Rabobank divulga la política más completa, aunque sigue siendo del todo insuficiente. El Crédit Mutuel es el único banco que hace referencia explícita a los clientes que pretenden pasar del carbón a la biomasa, y les exige que demuestren planes de suministro satisfactorios que permitan una gestión sostenible de los recursos.

Tampoco son muy esperanzadoras las políticas en materia de biodiversidad, a pesar de que las tasas de pérdida son alarmantes y ponen en riesgo hasta la propia economía. En base al estudio de ShareAction, solo diez de los 25 bancos evaluados tienen planes sobre la materia. El que mejor sale parado es Rabobank, al que definen como un ejemplo de práctica líder en este ámbito, con criterios estrictos en relación con la biodiversidad y la deforestación, incluyendo un fuerte compromiso con las áreas protegidas y el compromiso de obtener el Consentimiento Libre, Previo e Informado (CLPI) de los pueblos indígenas.

También destaca que solo dos bancos —BNP Paribas y ABN Amro— utilizan los impulsores de la pérdida de biodiversidad del IPBES —grupo de especialistas de la ONU— como marco para su enfoque de la biodiversidad. No obstante, en líneas generales, todos los bancos evaluados muestran un débil compromiso político para detener la deforestación.

Instan a rebelarse contra las directivas de los bancos

La mayoría de los bancos europeos analizados han integrado algún tipo de métrica de sostenibilidad en sus estrategias de remuneración de los ejecutivos. Pero en muchos casos, estas métricas tienen poca relevancia para el impacto global del banco en el clima. En este sentido, los autores se quejan de que las métricas más utilizadas no se centran en las cuestiones climáticas más importantes (por ejemplo, las emisiones de alcance 1 y 2 en lugar de las de alcance 3) ni en incentivar a los ejecutivos para que apliquen la estrategia climática más amplia del banco.

El informe de ShareAction no incluye una clasificación como tal, “sino que busca mostrar las prácticas líderes actuales en cada área, para ayudar a los inversores a desafiar a otros bancos a seguir estos ejemplos”, aseguran los autores. “Cuando los inversores no están satisfechos con las respuestas de los bancos, ShareAction anima a los inversores a votar en contra de los directores y a presentar y votar resoluciones de accionistas sobre el cambio climático y la biodiversidad en las AGM de 2022 de los bancos», piden en el análisis publicado.

Para elaborar el informe, los bancos fueron seleccionados en función de su tamaño a partir de la lista de S&P Global de los mayores bancos del mundo. Los datos usados proceden de la información disponible en las declaraciones públicas de estas entidades. Además, se lee en el documento, se contactó con los bancos para verificar los datos incluidos en este marco. Veintiuno de los 25 bancos evaluados verificaron los datos. En cambio, CaixaBank, Credit Agricole, DZ Bank y Rabobank no proporcionaron información sobre los mismos.

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COMENTARIOS

  1. La euforia de los fondos europeos oculta la deuda pública que acumula el Estado español
    Coincidiendo con el anuncio de la Comisión Europea sobre el primer desembolso de 9.000 millones de euros de prefinanciación para España, con cargo al Mecanismo de Recuperación y Resiliencia, el Banco de España ha publicado el incremento, en tan solo un mes, de 23.478 millones de euros de la deuda pública en junio.
    Aunque este dinero llega en forma de ayudas europeas o transferencias no reembolsables, Ecologistas en Acción denuncia que no serán gratis para la ciudadanía. La llegada de estos fondos está condicionada a la ejecución de una batería de recortes sociales que creará más precariedad.
    La organización ecologista advierte de que estos fondos no son verdes ni conducirán a una transición ecológica justa. La realidad es que caminan en sentido contrario y ya están engordando nuevas burbujas dentro del modelo extractivista globalizado…..
    El Plan responde así a una nueva estrategia de acumulación y recomposición del capital financiero a costa del sobreendeudamiento público, y reforzará la privatización y su control sobre sectores estratégicos (agua, energía, minerales, tierras).
    Ecologistas en Acción denuncia que los fondos europeos son un plan de rescate a los principales grupos de capital del IBEX 35, que intensificará el sobreendeudamiento público y la crisis social, ecológica y climática. La organización ecologista pide al Gobierno español que realice un análisis crítico de las consecuencias sociales y ambientales que conllevan estos fondos. También que rectifique y encare un Plan real de transición ecosocial de forma urgente, que haga frente a la crisis estructural y al escenario de decrecimiento de recursos energéticos y materiales.
    https://www.ecologistasenaccion.org/178075/la-euforia-de-los-fondos-europeos-oculta-la-deuda-publica-que-acumula-el-estado-espanol/

  2. “La señora de los anillos”: ANA PATRICIA BOTÍN ES LA VERDADERA PRESIDENTA DE ESPAÑA.
    El Banco Santander tiene controlados y sometidos a los principales partidos políticos a través de la deuda, tal y como se ha podido comprobar en los últimos datos conocidos durante este mes de agosto.
    En España, el Anillo de Poder es la deuda con la que se controla la política porque, si la entidad cántabra decidiera ejecutar esas deudas, tendría el poder para terminar definitivamente con el sistema democrático de partidos.
    El PP, debe millones de euros al Santander.
    Sánchez se lo debe todo a Ana Patricia.
    https://canarias-semanal.org/art/31213/ana-patricia-botin-es-la-verdadera-presidenta-de-espana

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