Durante la media veda, que comprende unos días a mediados de agosto que varían según la comunidad autónoma, se autoriza la caza de especies de aves en declive. SEO BirdLife destaca los casos de la codorniz común, cuya población se ha reducido a la mitad y que ha sido incluida en el Libro Rojo de las Aves de España como especie “en peligro”, o de la tórtola europea, un ave para la que el plan de acción europeo en vigor recomienda una “moratoria temporal”, que en 2021 se acordó para todo el territorio nacional.
La Sociedad Española de Ornitología solicita a las comunidades autónomas, competentes en este ámbito, que no se autorice la caza para especies de aves en declive durante la media veda debido a la actual situación de sus poblaciones. En el caso de la codorniz común se están llegando a cazar alrededor de 1.150.000 individuos, según las estadísticas anuales de caza, lo que consideran “cifras del todo insostenibles”.
Además, en cumplimiento de la Directiva de Aves y de la Ley 42/2007 del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad, SEO BirdLife indica que “no se debería autorizar el aprovechamiento cinegético de estas especies por presentar un estado de conservación desfavorable“. Recuerdan que en el año 2011, el Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha dictó una Sentencia prohibiendo media veda en la región, debido precisamente a que se autorizó la caza de especies cuyas poblaciones presentaban un deficiente estado de conservación. A esta sentencia siguieron otras en la misma línea en Castilla y León y en la Comunidad de Madrid, ratificando estos argumentos.
La organización ecologista señala que España afronta en estos momentos una importante y prologada sequía que reduce el acceso al agua para la fauna, lo que fuerza a algunas aves a desplazarse en busca de alimento. La legislación que regula la caza considera las situaciones en las que las especies se encuentran en desventaja –como incendios, inundaciones o sequías– son “días de fortuna”, es decir, circunstancias por las que debe prohibirse la actividad cinegética por verse los animales privados de sus facultades normales de defensa u obligados a concentrarse en determinados lugares. Por ello, la ONG ambiental asegura que “debería de aplicarse dicha prohibición de la actividad cinegética durante la media veda para poder favorecer la conservación de las especies objeto de caza y no generar un mayor impacto en sus poblaciones al que están sufriendo debido a la sequía”.
Durante la media veda estival se cazan miles de aves, muchas de ellas migratorias. “Dependiendo de la climatología y de las zonas donde se hayan reproducido, algunas de estas aves todavía no habrían finalizado su periodo de cría o estarían a punto de hacerlo, cuando son abatidas antes de terminar su reproducción o de poder emprender el viaje de regreso a sus lugares de invernada”, explican. A estas aves reproductoras se unen las que no se han reproducido, los ejemplares jóvenes que nacieron en la península ibérica y las aves que llegan de otras latitudes para posteriormente proseguir su viaje migratorio, por lo que las decisiones que se tomen aquí pueden tener efecto sobre las poblaciones reproductoras de otros países.
La entidad propone a las administraciones autonómicas y central una serie de medidas para recuperar la población de especies en declive como la prohibición de la caza de aves, no solo durante la media veda, sino también durante varios años en estas zonas afectadas por la sequía, hasta que se recuperare mínimamente la cobertura vegetal. Indican que es necesario mejorar la gestión de las masas arbóreas y del arbolado disperso de las zonas cercanas a entornos agrícolas, por ser estas zonas fundamentales para la nidificación de la tórtola europea.
La agricultura intensiva es la causa principal del descenso de aves en Europa y está detrás de la desaparición de una de cada cuatro de ellas, según un estudio publicado en la revista PNAS. Desde SEO BirdLife reclaman mejorar la gestión de los ecosistemas agrarios: respetar linderos, setos y mosaicos, limitar el uso de herbicidas e insecticidas, crear bandas perimetrales sin tratamiento y, tener en cuenta en la reforma de la PAC, que las actividades humanas deben compatibilizarse con la conservación del patrimonio biológico.
Además, consideran fundamental que se haga un seguimiento de las poblaciones, tanto a nivel nacional y autonómico, como en coordinación con otros países, mediante censos y estudios de productividad y éxito reproductor. Así como contabilizar el volumen anual de capturas y analizar la incidencia de la caza en las poblaciones de aves.
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Piden la suspensión de la caza en la media veda por la sequía extrema.
Por segundo año consecutivo Ecologistas en Acción de Extremadura ha solicitado la suspensión de la media veda en aplicación de la Ley de Caza. El grupo ecologista considera que la extrema sequía que padece Extremadura, y en especial la provincia de Badajoz, supone una clara desventaja para las especies cinegéticas, pues la falta de agua y alimento las obliga a concentrarse en los escasos puntos naturales de abastecimiento existentes, mermando sus capacidades de huida.
Ecologistas en Acción de Extremadura pide que se cumpla la ley de caza y recuerda que el artículo 37 c de la Ley 14/2010, de 9 de diciembre, de Caza de Extremadura, establece la prohibición de cazar en los denominados “días de fortuna” como son los días afectados por sequía, por lo que instan a la aplicación inmediata de la normativa vigente.