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Se acerca el final de la cumbre del clima y el cansancio se nota en los pasillos de IFEMA. De nuevo, hoy ha habido pocos avances en las negociaciones por el clima, y la mayoría de las conversaciones se centraban en la polémica por la protesta de activistas ayer o en el Pacto Verde Europeo. Y de vez en cuando cazamos algún comentario sobre las elecciones que hoy se celebran en el Reino Unido.
Así que nos vamos al stand de los británicos para ver si hay discusiones sobre el Brexit, los candidatos o el sistema nacional de salud. Pero no. Los eventos se centran en hablar sobre la financiación de la descarbonización de la economía o en establecer alianzas con países como Colombia o los del Sudeste Asiático. Ninguna quiniela sobre ganadores.
El espacio que el gobierno de Reino Unido ha traído hasta la COP 25 está separado en dos estancias principales: una sala de eventos y una cafetería. El blanco domina el conjunto y las paredes y las pantallas resaltan los logros climáticos del país. ‘Green is great’ (‘El verde es genial’, dice una ventana, jugando con el ‘great’ de Great Britain and Northern Ireland (Gran Bretaña y Norte de Irlanda).
En la cafetería, seguimos sin escuchar muchas conversaciones sobre las elecciones. La gente conversa sobre cuántos días más durará la COP – se rumorea que se podría alargar hasta el domingo – o simplemente consulta el teléfono móvil. Pocos son británicos.
David, un septuagenario inglés que ha venido a ayudar en la COP 25 debido a su “total compromiso” con la lucha climática, se sorprende cuando mencionamos las elecciones. “No estamos hablando mucho de ello aquí”, dice. “Yo creo que son unas elecciones complicadas porque las opciones se salen de los esquemas tradicionales”, asegura. “Si eres socialista pero al mismo tiempo estás de acuerdo con el Brexit, ¿a quién votas?”, nos lanza la pregunta. Y le da la vuelta. “¿Qué pasa si no quieres más impuestos pero tampoco el Brexit?”. Y se encoge de hombros.
David piensa que él es un poco rara avis, porque, a pesar de su edad, está comprometido con el medio ambiente. Aunque no siente que haya ningún partido que responda a sus inquietudes climáticas. “Quizá el Green Party, pero los medios apenas hablan de ellos, así que no tienen opciones”, dice.
Según una encuesta publicada en noviembre por la organización ClientEarth, un 54 por ciento de los consultados aseguraron que el cambio climático es un asunto lo suficientemente importante como para determinar el sentido de su voto. La figura subía hasta el 74 por ciento para los menos de 25 años.
Una preocupación de la generación joven
En ese límite de los 25 está Frazer Wagg, un joven británico que coincide con David en que la emergencia climática es una preocupación sobre todo para las generaciones más jóvenes. “El clima es parte de las preocupaciones, pero hay muchos otros asuntos sobre la mesa que probablemente tengan más peso”, afirma. Incluso el mismo Frazer, a pesar de su convicción ecologista, asegura que el cambio climático no ha sido lo único que ha tenido en cuenta a la hora de decidir su voto. Los impuestos o la economía también influyen.
Dudley Moor-Radford, quien ha venido a Madrid con una empresa de baterías eléctricas inteligentes, lo tiene claro: el cambio climático no ha sido un asunto importante en estas elecciones. “Me gustaría poder decir lo contrario, pero ha sido un asunto secundario en estas elecciones”, asegura.”La gente está más preocupada por el Brexit o el sistema de salud”.
El activista británico de Corporate Europe Observatory, Pascoe Sabido, discrepa. El clima ha sido tan importante que incluso el gobierno anunció hace unas semanas una moratoria en los proyectos de fracking. “Se han dado cuenta de que esto se ha convertido en un tema público en alza. Es imposible ignorar el cambio climático ahora”, asegura. Sabido carga además contra los eslóganes en las paredes del stand británico y asegura que el gabinete de Boris Johnson, actual primer ministro, es un “gobierno adicto al carbón”.
Si Boris Johnson sale reelegido, en un principio se consumaría el Brexit. Y eso podría ser una catástrofe, dice Sabido. “[El Brexit] va a desregular toda la economía y […] eso puede ser un desastre para el medio ambiente y el clima”, concluye.