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COP 25 [Día 1]: una cumbre llena de contradicciones

La Cumbre del Clima arranca en Madrid. Las incoherencias y el greenwashing se dan cita con la lucha y la urgencia, y en esa batalla, los que tienen todas las de perder son, como siempre, los más vulnerables.
COP 25 [Día 1]: una cumbre llena de contradicciones
Área de exhibición de empresas en la Zona Verde de la COP. Foto: Laura Villadiego Foto: greenwashing-zona-verde

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“¿Le apetece un chocolate caliente?” Una amable mujer ofrecía a todos los delegados que llegaban esta mañana a IFEMA un vaso, desechable pero biodegradable, del típico desayuno invernal. Podría haber pocas formas más paradójicas de empezar una cumbre sobre lucha contra la emergencia climática que ofreciendo una de esas exquisiteces que, nos han repetido desde hace años, podría convertirse en una rareza si las temperaturas siguen aumentando. Quizá es para que se nos quede grabado el sabor de lo que está en juego.

Pero no menos paradójico ha sido ver a Endesa, considerada la empresa que más gases de efecto invernadero emite en España, como una de las principales patrocinadoras de esta COP25, que se inició oficialmente hoy en Madrid tras haber naufragado por medio mundo. O que, en buena parte de los medios de comunicación, las informaciones sobre la cumbre estuvieran intercaladas con anuncios que apelaban a los consumidores a rematar la fiebre consumista del Black Friday con los descuentos del Cyber Monday.

Mientras, en las salas de conferencias y de reuniones, muchos seguían con sus quehaceres ajenos a estas contradicciones. En los momentos previos a la apertura, los representantes nacionales intercambiaban palabras de compromiso con la lucha climática, aunque con cierto resquemor por parte de los países menos desarrollados que, a pesar de ser los que menos contribuyen al incremento de las temperaturas, son los que más lo sufrirán. “El próximo año es nuestra fecha límite [para los estados insulares] para sobrevivir”, aseguró Hilda Heine, presidenta de las islas Marshall, a través de una conferencia por videoconferencia. En redes sociales se criticó también la ausencia de solidaridad en los mensajes con las violaciones de derechos humanos sufridas en las protestas en Chile que llevaron a suspender la cumbre en el país latinoamericano y trasladarla a Madrid.

En la apertura oficial, se respiró un mayor fatalismo. “No estamos haciendo ni de cerca lo necesario para hacer frente a esta crisis”, reprimendó el jefe del IPCC, el surcoreano Hoesung Lee, a los líderes mundiales durante su discurso de apertura. El Secretario General de Naciones Unidas, António Guterres, también se puso serio. “Si no cambiamos urgentemente la forma en que vivimos, vamos a poner en peligro la vida misma”, aseguró. El último en hablar durante la sesión inicial fue el presidente español Pedro Sánchez, quien inició su discurso reconociendo la contribución de Eunice Foote, científica pionera en el estudio del efecto invernadero, cuyo trabajo, como en tantos otros casos de la historia, fue atribuido a un hombre, Joseph Henry.

Tras la apertura comenzó la batalla por poner temas en la agenda: migraciones climáticas, reforestación, derechos indígenas y, sobre todo, el repetido artículo 6 del Acuerdo de París sobre mercados internacionales de carbono, cuya discusión es el principal punto de la cumbre. Será solo el inicio de dos semanas de discusiones en las que habrá otros temas como género, biodiversidad, o turismo, y en el que las reuniones se solapan unas sobre otras. Y no solo en tiempo, sino también acústicamente: muchas de las salas para eventos no están totalmente aisladas y los discursos se cuelan en los espacios adyacentes.

A la hora de la comida, las contradicciones continuaban; en una cumbre que tiene prevista varias discusiones sobre las mejoras necesarias de nuestros sistemas alimentarios para hacer frente a la crisis climática, las principales opciones eran poco ejemplares: Burger King, Telepizza o bocatas y ensaladas envasadas en plástico a precios desorbitados. Es decir, las opciones habituales de IFEMA.

Unas horas después de la apertura, al inicio de la tarde, se abría oficialmente la zona verde que, durante los próximos días acogerá, dice la organización, la voz de la sociedad civil. Sin embargo, las grandes empresas reinaban en el espacio, mucho más pequeño que la zona azul que acoge las negociaciones oficiales. Ya a la entrada, un cartel de Coca-Cola, una de las compañías que, según Greenpeace, más contamina el planeta con plásticos, instaba a quienes hacían cola para entrar a no comprar “si no vamos a reciclar juntos”, mientras que Lanjarón prometía ser neutra en emisión de carbón en ¿2025? Sí, con interrogación. Dentro, Acciona repartía carbón dulce “porque nos hemos portado mal y hemos contaminado demasiado”, según decía uno de los jóvenes que los distribuía.

No todo eran contradicciones: al menos había fuentes de agua para rellenar las botellas que la organización había dado a cada participante, se podían coger manzanas en algunos puntos, había separación de basuras y habían tenido el cuidado de poner vasos desechables biodegradables (e instar a que se reutilizaran).

El Pabellón de las Américas mostraba en sus paredes cómo se ha incrementando las temperaturas desde la época preindustrial hasta la actualidad con tonos que iban desde el azul frío al rojo ardiente. La primera jornada de la COP25 ya ha puesto de manifiesto que, en un mundo que se resiste a cambiar esas contradicciones que son parte de la raíz del problema, que ese rojo no se vuelva aún más ardiente puede ser una tarea ardua.

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COMENTARIOS

  1. La incongruencia más grande que he leído es que el Borbón hijo, se erige en paladín en defensa del cambio climático. Y verás como cuela.
    Por otra parte no sólo hay ausencia de solidaridad con las violaciones de los DDHH que se están cometiendo en Chile sino que «El Estado español enviará a mandos policiales para “entrenar” a las fuerzas de seguridad que están reprimiendo las protestas en Chile.
    Han pasado más de 40 días desde el comienzo del estallido social y el gobierno ha ignorado sistemáticamente las demandas y reclamos de la población, otorgando como única respuesta una política de represión, de difusión del terror y de fuertes amenazas, mediante una agenda de seguridad que solo busca garantizar impunidad a las fuerzas armadas y Carabineros además de amedrentar al pueblo.
    Carabineros de Chile enfrenta graves denuncias por violaciones a los derechos humanos que se han llevado adelante en el marco de las manifestaciones de las últimas cinco semanas. A la fecha, van más de 15.000 personas detenidas, de las cuales al menos 867 son niñas, niños y adolescentes (1). Se han atendido, por lo menos, a 11.564 personas heridas, más de 1.100 con lesiones moderadas o graves (2); 232 corresponden a casos de mutilaciones oculares. Existen 499 acciones judiciales en curso (3) y denuncias por más de 70 delitos de carácter sexual cometidos por funcionarios públicos (4) hacia mujeres, hombres, niños, niñas y adolescentes….
    https://arainfo.org/el-estado-espanol-enviara-a-mandos-policiales-para-entrenar-a-las-fuerzas-de-seguridad-que-estan-reprimiendo-las-protestas-en-chile/
    Nada cambiará hasta que los pueblos trabajadores se pongan delante en la lucha por sus derechos y libertades. Entonces es posible que arrastremos a los políticos. Ahora éstos son arrastrados por la gigantesca fuerza de los amos capitalistas.

  2. Tampoco se dice nada del golpe de estado fascista en Bolivia. Bolivia a impulsado la justicia climática con propuestas como considerar el acceso al agua como derecho humano. Bolivia presentó hace tres meses atrás el primer auto eléctrico a un costo bajísimo. Esa osadía como la de haber bajado la pobreza al 50 % y haberle dado a sus ciudadanos no podía ser aceptado . Por ello EEUU una vez más mata una democracia. Hoy luego del asalto de los militares, policías y grupos paramilitares de cristianos extremistas matan, acribillan, mutilan y le prenden fuego a hogares y ciudadanos civiles que de manera pacífica pide de vuelta su democracia. A la fecha oficialmente van 38 muertos en gran parte son acribillados por armas de guerra. La mayoría con balas en la cabeza o por la espalda. 1050 heridos y 2400 presos políticos. Por las noches la policía junto a sus hordas paramilitares recorren en las noches raptando dirigentes, líderes desapareciendo miles de personas en Bolivia. El pueblo boliviano pide a gritos apoyo internacional. En 32 días se a saqueado al país. El banco Central se vacío las empresas estatales se están repartiendo entre los golpistas.
    #STANDUP4HUMANRIGHTS

    1. Este tipo de afirmaciones, son las que dañan mi País Bolivia. Tenga a bien investigar antes de afirmar que fue un golpe de estado. En Bolivia NO hubo golpe de estado fueron las protestas de resistencia civil, que cansadas del la violación de los derechos humanos además de los atentandos constantes a la naturaleza y la población indígena, a la que decía defender, salio a las calles en 21 días de protestas pacíficas fueron las que obligaron a renunciar al gobierno de Morales. Basta con recordar los recientes incendios en la chiquita en las cuales negaba declarar emergencia nacional donde se quemaron miles de hectáreas de flora u fauna, la vida silvestre y la pérdida de 6 voluntarios que perdieron la vida intentando apagar el fuego, el caso del Tipnis, la explotación ilegal de oro que está matando nuestra amazonía, los proyectos hidroeléctricos que ha impulsando inundando miles de hectáreas en el parque Madidi que actualmente es la reserva Amazónica de mayor diversidad del mundo. De sobra mencionar toda la corrupción y despilfarro en obras fantasma, como el fondo indigina, el satélite que costó millones, el caso Zapata y la lista puede seguir y si de masacres hablamos recordemos el caso porvenir entre tantos otros como violar la Constitución política del estado y desconocer los resultados de referéndum de 21 de febrero para perpetuarse en el poder. El pueblo boliviano pidió y rescato su democracia. A pesar de los ataques a las ciudades y amenazas cercarlas y de dejarlas sin alimentos resistimos!! Perdimos vidas, si. Pero recuperamos la democracia con las pititas de las que se burlaba.

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