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Los incendios, las inundaciones o las sequías son fenómenos cada vez más frecuentes y extremos por el cambio climático. Un estudio publicado este lunes en la revista Environmental Research Letters analiza cómo estos y otros impactos del calentamiento global tienen efectos en la economía mundial. Según sus datos, el PIB mundial podría reducirse un 37% hasta 2100 por este motivo. Así, la caída sería más del doble de la sufrida durante la Gran Depresión.
La investigación, en la que han trabajado universidades europeas y estadounideses, señala que los costes económicos del cambio climático podrían multiplicarse por seis sobre los cálculos realizados hasta ahora, aunque también reconoce que «todavía existe gran incertidumbre al respecto». Los modelos anteriores –según explica el estudio– se basaban en los daños a corto plazo y no tenían en cuenta la continuidad del cambio climático. Eso a pesar de «las pruebas de que las sequías, los incendios, las olas de calor o las tormentas tienen efectos sobre la salud, el ahorro y la actividad laboral que causan costes a largo plazo».
El estudio insiste en que es importante conocer estas proyecciones «para ayudar a los gobiernos a calcular los beneficios de las medidas de mitigación» del calentamiento global de la atmósfera. De ellas y de la voluntad política por adaptarse al cambio climático dependerá que estos costes se reduzcan.
«Es muy difícil calcular los costes globales del cambio climático, pero el aumento de las pruebas científicas sobre el clima en la última década ha mejorado las estimaciones económicas», señala uno de los autores de este estudio, Jarmo Kikstra, del Instituto Internacional de Análisis de Sistemas Aplicados, para quien «los costes dependerán de las medidas climáticas que se adopten».
Es más barato actuar para mitigar el cambio climático que seguir como hasta ahora
Como conclusión –y también como mensaje para los gobiernos–, Paul Waidelich, coautor del análisis e investigador del ETH Zürich, considera que «es más barato reducir las emisiones de gases de efecto invernadero que hacer frente a los efectos del cambio climático: optar por no reducirlas de manera rápida y contundente es una estrategia económica extremadamente arriesgada».
El estudio recalcula el coste económico por cada tonelada de dióxido de carbono emitida a la atmósfera –lo que se conoce como coste social del carbono–. Así, cada tonelada supone un valor de más de 3.000 dólares, según este estudio. Una cantidad muy superior a la que maneja, por ejemplo, el gobierno de Estados Unidos, desde donde sitúan el coste social del carbono en 51 dólares por tonelada, cifra en base a la cual evalúan los costes y beneficios de los proyectos dañinos para el clima que se proponen.
Esa es la cantidad de dióxido de carbono que queman actividades como un vuelo entre Londres y Nueva York o comer carne de vacuno tres veces a la semana durante un año.
La semana pasada, la Organización Meteorológica Mundial ya advertía del aumento en las pérdidas económicas de los países por los desastres meteorológicos, climáticos e hidrológicos ocurridos entre 1970 y 2019, si bien también señalaba cómo las medidas de adaptación a estos fenómenos han reducido la mortalidad asociada a ellos.