Repensar el sistema agroalimentario

A la hora de abordar la crisis climática, el sistema alimentario, que va desde cómo producimos hasta cómo consumimos, es una de las actividades que mayor impacto ambiental y climático tiene. También es uno de los temas que más polémica suele levantar. Hace un año, el IPCC publicó un informe especial donde concluía la importancia que tiene para el clima y el medio ambiente reducir el consumo de carne y priorizar los alimentos de origen vegetal.

A escala global, se estima que el sistema agroalimentario es responsable del 27% de las emisiones de gases de efecto invernadero. En España, la huella de carbono de la alimentación –desde la producción de insumos a la gestión de residuos– se ha multiplicado por 3,9 en términos totales y por 2,4 en términos per cápita entre 1960 y 2010, pasando de 1,5 a 3,6 toneladas de CO2 per cápita al año.

Como escribía esta semana la ambiéntologa Héloïse Venaut, “debemos repensar la forma en la que consumimos, y eso empieza por nuestra dieta. Pequeñas decisiones pueden marcar la diferencia”

Aprovechando que este mes se ha celebrado el Día Mundial de la Alimentación queremos lanzar una pregunta a modo de debate entre la gente que nos lee: ¿Crees que las administraciones deberían implementar medidas que ayuden a mejorar la alimentación y, por tanto, a reducir el impacto climático del sistema agroalimentario?

No dudes en aportar tu visión en los comentarios o en redes a través del hashtag #DebatesClimáticos2.