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Luces y sombras del nuevo reglamento de la UE contra la deforestación importada

La nueva legislación obligará a las empresas que comercializan materias primas a rastrear su origen y demostrar que no están vinculadas a la degradación de bosques. Una alianza de organizaciones, no obstante, señala que hay grandes áreas quedan desprotegidas con la norma.
Luces y sombras del nuevo reglamento de la UE contra la deforestación importada
Vista aérea muestra la deforestación cerca de un bosque en la frontera entre la Amazonia y el Cerrado en Nova Xavantina, estado de Mato Grosso, Brasil. Foto: REUTERS/Amanda Perobelli.

El Consejo de la Unión Europea y la Comisión Europea alcanzaron el 6 de diciembre un acuerdo sobre el nuevo reglamento destinado a minimizar el riesgo de deforestación de los bosques asociado a los productos que se comercializan en la Unión Europea. Esta será la primera ley que lucha contra la deforestación global. Distintas entidades, sin embargo, defienden que el reglamento se queda corto: deja desprotegidas otras áreas boscosas relevantes en Sudamérica como el Cerrado, en Brasil, o la Pampa, en Argentina. Además, establece una vaga protección de los pueblos indígenas que luchan contra la expolio de los recursos naturales. Alianza Cero Deforestación ha analizado los puntos fuertes y las carencias de esta nueva legislación en un evento online con distintas partes negociadoras del mismo.

El nuevo reglamento europeo establece un sistema de diligencia debida que obligará a las empresas que venden o comercializan determinadas materias primas en el mercado de la UE a rastrear su origen y demostrar que no están vinculadas a la destrucción, degradación de los bosques o violaciones de derechos humanos. Las materias primas que pasan a estar controladas son: el aceite de palma, el cacao, el café, el caucho, el ganado, la madera, la soja, el caucho o el carbón vegetal. Así como sus derivados como la carne de vacuno, productos de cuero, de papel impreso, muebles, cosméticos o chocolate, entre otros. Esta lista se podrá actualizar teniendo en cuenta las necesidades de protección a la deforestación.

Desde Cero Deforestación (alianza formada por Amigos de la Tierra, Carro de Combate, Confederación de Consumidores y Usuarios, Coordinadora Estatal de Comercio Justo, Ecologistas en Acción, Greenpeace, Mighty Earth, SEO/BirdLife y WWF) han asegurado que este reglamento puede marcar un hito en la lucha contra la deforestación mundial y contribuir a la lucha contra la crisis climática, de biodiversidad y de violación de los derechos humanos. «Es una normativa muy relevante, la UE dejará uno de los mayores responsables de la deforestación tropical», ha asegurado Carlos Bravo, representante de Mighty Earth.

«Esperamos que sea una norma eficaz. Durante muchos años parecía que la tala ilegal era la única responsable de la deforestación, pero la industria agroalimentaria sabemos que es la mayor responsable», ha destacado en su intervención Marta Angoloti Benavides, jefa de Área de la Madera del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico. Angoloti ha incidido en que desde Europa ya se ejecutaban reglamentos contra la tala ilegal como el FLEGT, pero esta nueva norma es más ambiciosa e «incorpora aspectos muy delicados como el comercio internacional».

Se prevé que la nueva ley, que está en proceso de corrección, entre en vigor en mayo de este mismo año, según ha explicado Diego Torres, funcionario en la Comisión Europea en la Dirección General de Medio Ambiente. Torres también ha señalado que hay un periodo de adaptación de 18 meses para las empresas afectadas por la norma, y seis meses adicionales para las microempresas.

«Una vez el reglamento europeo entre en vigor, antes del verano, hay que trabajar en su correcta aplicación. Cada estado debe trabajar en ello y en la imposición de sanciones si fuera necesario. En España se hará mediante un real decreto, hay que asegurarse que su aplicación sea rápida, rigurosa y eficaz», ha explicado María Dantas, diputada en el Congreso de Esquerra Republicana de Catalunya.

Este reglamento incorpora la gestión en frontera y, por tanto, el papel de las autoridades aduaneras va a ser fundamental. «Se pondrán en marcha mecanismos como una base de datos europea en la cual las empresas deben enviar la geolocalización de sus productos», ha indicado Torres. Las mercancías de aquellas empresas que no hayan incluido los datos requeridos en dicha base de datos «no van a poder pasar por las aduanas». «Va existir una mayor coordinación entre países con la Comisión Europea. Las declaraciones se tendrán que hacer antes de las importaciones. Esto requiere un esfuerzo por parte de las empresas y de las administraciones, pero es un trabajo imprescindible para avanzar», ha explicado Marta Angoloti Benavides.

Inclusión de otras ‘áreas boscosas’

El reglamento propuesto solo protege las tierras que la FAO define como bosques, es decir, aquellas superficies superiores a 5.000 metros cuadrados con árboles de altura superior a 5 metros. Esto deja amplias zonas desprotegidas en Sudamérica. Son las conocidas como Other Wooded Lands (OW), en inglés. Un estudio de MapBiomas afirma que el 16% de la vegetación amazónica no estaría protegida por la definición de la FAO,
un área que representa dos veces el tamaño de España.

«Hay que conseguir que se incluya el concepto de otras áreas boscosas para evitar que la presión se traslade a otros ecosistemas», ha destacado María Dantas. La diputada ha remarcado que esta normativa deja desprotegido, por ejemplo, El Cerrado, «el lugar de Brasil que crea más materias primas para la UE. «En casos concretos como puede ser el Cerrado, si se ampliara a otras zonas boscosas se llegaría a proteger al 74% de su superficie», ha añadido desde Ecologistas en Acción Isabel Fernández. La deforestación está causando que la mayor parte de la Amazonia esté pasando de selva a sabana.

Desde Alianza Cero Deforestación han informado que la inclusión de otras zonas boscosas hubiese sido deseable desde el inicio, pero la Comisión Europea la evaluará y puede presentar una propuesta legislativa para ampliar el ámbito de aplicación del reglamento en el plazo de un año desde su entrada en vigor. «Hay que aprovechar que España tendrá la presidencia [del Consejo de la Unión Europea] en el segundo semestre de este año para incluir las otras áreas boscosas», ha indicado Dantas. «Si este reglamento no incluye estas áreas estaremos contribuyendo desde la UE a la deforestación del Amazonas que ha hecho Bolsonaro», opina la diputada.

También se prevén mejoras al reglamento en la revisión posterior a los dos años de su aplicación. Las organizaciones han pedido incluir la exigencia de los requisitos de diligencia debida a los bancos y a las compañías de inversión y de seguros. Así como la ampliación a otros ecosistemas, como humedales o turberas, y a otras materias primas como el maíz o los biocombustibles.

Desde la Alianza Cero Deforestación celebran haber conseguido mantener el 31 de diciembre de 2020 como fecha límite para garantizar que los productos no proceden de deforestación. «Esta fecha límite permitirá que esas empresas que han estado deforestando durante el proceso de negociación del reglamento no puedan vender a la UE estos recursos», ha explicado Isabel Fernández.

Exigen más protección a los pueblos indígenas

La nueva legislación contempla la publicación de la lista de las sentencias firmes por incumplimiento, con los nombres de las personas jurídicas. Alianza Cero Deforestación que haya una lista pública de agentes y comerciantes infractores. «Es más potente tener una lista de infractores, esto tendría un efecto disuasorio en las empresas porque aparecer en esta lista tiene un impacto negativo en su imagen», subraya Isabel Fernández.

También se ha reclamado la protección de los pueblos indígenas. «Los aspectos relativos a la protección de los derechos humanos es, tristemente, la cuestión que menos reflejo tiene en el articulado. Se reconocen algunos principios como el consentimiento, libre, previo e informado, pero solo si es directamente aplicable en la legislación del país de producción», ha indicado la portavoz de Ecologistas en Acción. Alianza Contra la Deforestación destaca que dos tercios de las víctimas de los ataques a defensores de los derechos humanos son personas defensoras de los bosques frente a la deforestación y el avance de la industria.

La Unión Europea, debido a sus importaciones de productos agrícolas y ganaderos, es actualmente el segundo mayor responsable mundial de la deforestación tropical. Esto se traduce en un total de 203.000 hectáreas deforestadas en 2017 y una emisión de CO2 asociada de 116 millones de toneladas. La soja, el aceite de palma y la carne de vacuno fueron las materias primas que más deforestación tropical incorporaron a las importaciones de la UE, seguidas del caucho, el cacao, el café y los productos de madera. Los principales países que sufren esta deforestación incorporada son Brasil, Indonesia, Argentina y Paraguay.

El nuevo reglamento europeo contra la deforestación por productos importados pretende revertir esta situación. Sin embargo, desde Cero Deforestación advierten que les preocupa que se «llegue a acuerdos voluntarios con países productores con la única finalidad de mejorar la calificación del riesgo sobre el papel pero que no mejore la situación de deforestación de facto».

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