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Las claves para descarbonizar el sector de la construcción: menos edificios y más materiales biológicos

La Organización de las Naciones Unidas (ONU) publica un informe en el que propone reaprovechar las infraestructuras ya existentes y dejar de usar materiales contaminantes para alcanzar el objetivo de cero emisiones netas para 2050.
Foto: Unsplash

El sector de la construcción es el más contaminante del planeta. En 2021, fue el responsable de más del 34% de la demanda energética y alrededor del 37% de las emisiones de dióxido de carbono (CO2) asociadas a la energía y sus operaciones, según un informe de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Ante el gran desafío de descarbonizarlo, este mismo organismo propone construir menos, reaprovechar los edificios ya existentes y usar materiales de origen biológico. En resumen, decir adiós a los grandes rascacielos.

En un nuevo estudio publicado este martes, Materiales de construcción y el clima: Construyendo un nuevo futuro, realizado por el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y el Yale Center for Ecosystems + Architecture (Yale CEA), se alerta del rápido ritmo de edificación actual: cada cinco días se construyen en todo el mundo tantos edificios como los que ya existen en París.

La contaminación del sector de la construcción “se trata de un aspecto de las emisiones y contribuciones mundiales al que no se presta la suficiente atención y que necesita un mayor reconocimiento e inversión“, defendía Anna Dyson, catedrática de Arquitectura en las Escuelas de Arquitectura y Medio Ambiente de Yale, directora del Yale CEA y autora del informe en la presentación.

“Hasta ahora, la mayor parte de los avances del sector se han centrado en la reducción del ‘carbono operativo’ de un edificio, es decir, las emisiones generadas por la calefacción, la refrigeración y la iluminación. Sin embargo, las soluciones para reducir las emisiones de carbono ‘incorporadas’ procedentes del diseño, producción y utilización de materiales de construcción como el cemento, el acero y el aluminio se han quedado atrás”, continúa la publicación.

Evitar, cambiar y mejorar los materiales de construcción

Para evitar que las emisiones sigan aumentando, el informe presenta una estrategia clave con tres frentes que se resumen en evitar, cambiar y mejorar. Las medidas, para que sean realmente eficaces, deben ponerse en marcha en todos los sectores y en cada etapa del ciclo de vida de la construcción de un edificio.

Lo primero es evitar el desperdicio con la reconversión de edificios. Con tan solo usar aquellas infraestructuras ya existentes, las emisiones se reducirían entre un 50 y un 75% en comparación con ahora. Asimimsmo, la ONU alienta a construir con menos materiales y con aquellos que tengan una huella de carbón más baja, así como a facilitar su reutilización y reciclaje.

En esta línea, el segundo cambio que posibilitaría la disminución de emisiones sería basar las construcciones en materiales renovables éticos y biológicos como la madera, la biomasa y el bambú. Este último, por ejemplo, “es uno de los principales impulsores de las prácticas de forestación debido a su rápido crecimiento y a sus elevadas tasas de secuestro de carbono”, argumenta Mae-Ling Lokko, profesora adjunta en la Escuela de Arquitectura de Yale, en la presentación del informe.

“El cambio hacia materiales biológicos adecuadamente gestionados podría llevar a ahorros de emisiones acumulativos en muchas regiones de hasta un 40% en el sector para 2050. Sin embargo, se necesita más apoyo político y financiero para garantizar la adopción generalizada de materiales de construcción renovables a base de biología”, asegura la ONU.

Por último, la tercera vía presenta un camino para cuando no se pueden reemplazar los materiales convencionales: descarbonizarlos. El hormigón, el acero y el aluminio son los responsables del 23% de las emisiones globales totales, seguidos del vidrio y los ladrillos. Priorizar la electrificación de la producción con fuentes de energía renovable, el aumento del uso de materiales reutilizados y reciclados y la ampliación de tecnologías innovadoras son algunas de las acciones que se pueden llevar a cabo para lograr este punto.

“Hasta hace poco, la mayoría de las edificaciones estaban construidas utilizando materiales locales como tierra, piedra, madera y bambú”, ha explicado Sheila Aggarwal-Khan, directora de la División de Industria y Economía de Pnuma. “Materiales modernos como el cemento y el acero a menudo solo dan la ilusión de durabilidad y terminan en los vertederos de basuras, contribuyendo a la creciente crisis climática”.

La descarbonización es posible para 2050

Hace unos días, la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático aseguró en un primer balance mundial que las emisiones de gases de efecto invernadero no se están reduciendo con la rapidez suficiente para cumplir los objetivos del Acuerdo de París. El sector no llega a la descarbonización para 2030, el año de referencia, pero sí para 2050. Siempre y cuando, eso sí, “los gobiernos pongan en marcha las políticas, incentivos y regulaciones adecuadas para impulsar la acción de la industria“, puntualiza Aggarwal-Khan.

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