Etiquetas:
Dinamarca y Costa Rica se han puesto a la cabeza de una iniciativa destinada a fijar una fecha para eliminar la producción de petróleo y de gas y para prohibir nuevas prospecciones, informa la agencia Reuters. El objetivo es crear una gran alianza de países que se sumen a la idea. Ya hay varios sopesándola, como Nueva Zelanda, y otros que prefieren seguir evitando el problema. Entre estos últimos destaca el Reino Unido, quien organiza y alberga la próxima cumbre climática de la ONU, la COP 26, que tendrá lugar en Glasgow del 31 de octubre al 12 de noviembre.
Este proyecto internacional recibe el nombre de Alianza Más Allá del Petróleo y el Gas (BOGA por sus siglas en inglés, Beyond Oil and Gas Alliance). Aunque todavía está en fase de borrador, se trata, en pocas palabras, de marcar unas fechas en el calendario para que los países desarrollados y aquellos en vías de desarrollo reduzcan gradualmente la producción de combustibles fósiles. Es un trabajo que ya debería haberse hecho si se tuviera la sincera determinación de cumplir con el Acuerdo de París. No ha sido así, como es sabido.
Dinamarca, uno de los promotores de esta alianza, es uno de los mayores productores de petróleo de Europa. Extrae este compuesto en sus aguas territoriales del Mar del Norte (sus posesiones albergan 407 islas, además de los territorios dependientes de Groenladia y las Islas Feroe) y lo exporta a terceros países, en especial a Suecia. Un estudio indicaba, hace ya años, que las reservas danesas de hidrocarburos estaban terminándose y que ya no sería capaz de seguir exportándolos más allá de 2030.
Adelantándose a los acontecimientos y enarbolando la bandera verde, Dinamarca decidió en 2020 poner fin a la extracción de petróleo y gas. No inmediatamente, por supuesto. «Queremos ser climáticamente neutrales en 2050, y si queremos tener alguna credibilidad en eso, entonces esta es una decisión necesaria», afirmó el ministro danés para el Clima, Dan Jorgensen. Para entonces, dentro de 29 años, quedará muy poco petróleo que extraer de sus pozos. Este punto parece claro después de realizar prospecciones durante décadas (concretamente desde 1972); ya resignados, han prohibido las exploraciones para encontrar nuevos yacimientos.
¿Quién se sumará a la alianza?
La gran incógnita está en saber qué países productores de gas y petróleo (que no atraviesan la misma escasez de Dinamarca) se sumarán a su alianza. En principio, Arabia Saudí y Rusia, dos naciones cuyas economías están estrechamente ligadas a la producción de combustibles fósiles, parecen descartados. Otros, como Estados Unidos o el Reino Unido, aún no han expresado su opinión acerca de BOGA. Sus gobiernos anuncian proyectos de reducción en la emisión de gases de efecto invernadero, pero rehúsan poner una fecha para detener la producción de hidrocarburos. Una cosa es dejar de quemar y otra, muy diferente, dejar de vender.
«Ahora mismo estamos viviendo una paradoja», explicaba Jorgensen, uno de los portavoces de la alianza. «Muchos países se han puesto una fecha para lograr la neutralidad climática pero, en realidad, siguen planeando producir petróleo y gas después de ese día». Y, por supuesto, siguen realizando prospecciones.
El impacto en la naturaleza de estas prospecciones (ya prohibidas por los daneses) es enorme. Hay varios métodos de saber si existe una bolsa de petróleo o gas susceptible de ser extraída. Uno de ellos es el llamado método sísmico de reflexión. En pocas palabras, se trata de bombardear la zona y enviar las ondas de estas explosiones al fondo marino. Antes se hacía con dinamita, ahora con enormes cañones de aire comprimido. El análisis de estas ondas funciona como un escáner del subsuelo, que revela si merece la pena o no perforar el terreno.
Costa Rica, el otro impulsor de la alianza BOGA, está redactando un proyecto de ley para prohibir, como sus colegas daneses, los sondeos en busca de combustibles fósiles. Y para que tampoco lo haga ningún futuro gobierno costarricense. La diferencia con Dinamarca es sensible: pudiendo hacer exploraciones, no las hará. Y nunca ha extraído petróleo. Andrea Meza, su ministra de Medio Ambiente, quiso subrayar esta determinación: «Costa Rica representa el compromiso y la decisión de un país en vías de desarrollo que tiene la posibilidad de explorar pero que toma una decisión valiente y decide apostar por otro modelo. Y así nos encaminamos hacia la economía del futuro».
Meza aseguró que ha tanteado a España y a Portugal para que se unan a la alianza. Portugal lo estudia pero aún no se ha sumado; el gobierno español, preguntado por la agencia Reuters, no ha expresado ninguna postura al respecto.