Diputados alemanes suspenden su visita a Doñana por la relevancia política ante el 23-J

Una comisión medioambiental tenía previsto viajar a Andalucía en medio de la polémica por la ley de regadíos del PP y Vox y la campaña alemana de boicot a la fresa.
Invernaderos de frutos rojos en fincas ilegales junto al Parque Nacional de Doñana Foto: WWF

La delegación de diputados alemanes que tenían previsto visitar Andalucía esta semana para conocer la situación en Doñana han cancelado el viaje “por respeto” y en vista de la “gran importancia política que los temas del viaje han adquirido en los últimos días” ante la convocatoria de elecciones generales el próximo 23 de julio. El Parlamento alemán (Bundestag) ha anunciado esta decisión en un comunicado en el que explican que el propósito de la comisión medioambiental compuesta por parlamentarios de distintos partidos políticos era “intercambiar y recopilar información sobre un tema que es de interés para ambos países, el cambio climático y sus consecuencias”.

La Comisión de Medio Ambiente, Protección de la Naturaleza, Seguridad Nuclear y Protección del Consumidor del Bundestag alemán ha indicado que espera poder retomar este viaje y las reuniones en el futuro. Los parlamentarios tenían previsto mantener reuniones técnicas con los ejecutivos español y andaluz, así como con expertos y organizaciones ambientales, en medio de la polémica desatada por la tramitación de la nueva ley de regadíos en el Parlamento Andaluz, que inició su tramitación por la vía de urgencia el pasado mes de abril. Esta iniciativa del PP y Vox tiene como objetivo regularizar 1.500 nuevas hectáreas de regadíos al norte del Parque Nacional de Doñana en un contexto de “estado crítico” del humedal por sequía.

Esta propuesta legislativa cuenta con la oposición del Gobierno de España y el Consejo de Participación de Doñana, la entidad que debe velar por el estado de conservación del mayor humedal de Europa. Además, también se han manifestado en contra la Unión Europea, que ha alertado de posibles nuevas sanciones a España por incumplir sus obligaciones derivadas de la Directiva Marco del Agua y de la Directiva Hábitat, como ya pasó el el año 2021, y la comunidad científica internacional. Incluso la Unesco ha anunciado que valorará incluir el Parque Nacional de Doñana en la lista de Patrimonio Mundial en peligro tras examinar el estado de Doñana el próximo septiembre.

Campaña de boicot a la fresa de Huelva

Una campaña ciudadana pide a los supermercados alemanes como Lidl, Edeka o Aldi que veten a las fresas procedentes de Huelva para evitar contribuir en la “desecación del Doñana”. La iniciativa inició el miércoles de la semana pasada una recogida de firmas en Campact! y ya han conseguido que más de 163.000 personas se sumen a ella. La organización asegura que para “cultivar fresas baratas para Alemania, España está asumiendo un riesgo de catástrofe medioambiental por sequía en el Parque Nacional de Doñana”.

En la página web explican la nueva ley de regadíos y sostienen que la única manera de disuadir al Parlamento Andaluz es mediante la presión de los supermercados de su país. Alemania es el principal país importador de la fresa de Huelva al concentrar anualmente en torno al 30% de las compras de este producto, unas 64.800 toneladas en la temporada 2021-2022. El valor de las exportaciones de este fruto rojo a Alemania rondan los 150 millones, según los datos aportados por la Asociación de Productores y Exportadores de la Fresa y los Frutos Rojos de Huelva (Freshuelva).

La delegación alemana ya estaba en Madrid

La delegación de diputados alemanes, que ya encontraba en Madrid cuando ha anunciado que no viajaría hasta Andalucía, sí se ha reunido con el secretario de Estado español de Medio Ambiente, Hugo Morán, en la sede del Ministerio para la Transición Ecológica.

La ministra Teresa Ribera, según informa EFE, ha asegurado que el viaje era “costumbre habitual” y “transparente” entre los representantes del Bundestag y que la idea procedía directamente del Parlamento alemán. Ribera también ha destacado que Doñana es “un asunto enormemente importante para los españoles, para los europeos y para el conjunto de los defensores del medio ambiente”.

En la misma línea se ha pronunciado Luis Planas, ministro de Agricultura, para quien la visita de los diputados alemanes “no tiene nada que ver con el Gobierno de España”, sino que responde a la iniciativa “disparatada” del Parlamento de Andalucía de ampliar regadíos en Doñana en contra de la legislación europea. Planas ha declarado en La Sexta que “el Gobierno de España velará porque la agricultura siga siendo sostenible y por lo tanto competitiva en mercados internacionales”.

Por su parte, el consejero andaluz de Sostenibilidad y portavoz, Ramón Fernández-Pacheco, había acusado al Gobierno de Sánchez de cometer una “gran traición” al considerar que había alentado la “campaña de bulos” en contra de la agricultura de Huelva. 

La comisión alemana ha señalado que ambos países que “están unidos por una amistad basada en la confianza que ha ido creciendo a lo largo de los años” y que esperan “poder continuar este intercambio en el futuro” para abordar cuestiones relacionadas con “la escasez de agua y la protección de los consumidores”.

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COMENTARIOS

  1. PRECARIEDAD. A propósito del despropósito de Doñana…, por Asunción Ruiz, SEO/BirdLife.
    El estado del bienestar que se construyó en Europa, después de la II Guerra Mundial, se estaba tambaleando. Los riesgos sociales y económicos generados por la polución atmosférica, la contaminación de suelos y aguas o el agotamiento de los recursos naturales finitos debían estar presentes en cualquier escenario político responsable y económico honesto. Y, de ahí… el Pacto Verde Europeo.
    Una nueva realidad que debió explicarse a la sociedad con conceptos sencillos, que clarificasen cómo los riesgos ambientales estaban cercenando nuestro futuro y nuestros derechos. En definitiva, refiriéndose a la precariedad ambiental en la que ya habíamos entrado.
    Hasta ahora, términos como precariedad, desigualdad, pobreza o exclusión se habían referido al ámbito de las relaciones socioeconómicas (precariedad laboral, desigualdad de género, pobreza infantil, etc.).
    Sin embargo, la Real Academia Española de la lengua define precariedad con dos acepciones: “Carencia o falta de los medios o recursos necesarios para algo” y “Carencia o falta de estabilidad o seguridad”. Basta leer ambos significados para afirmar sin titubeos que va siendo hora de atender y ocuparnos de la “precariedad ambiental” a todos los niveles y en todos los ámbitos.
    Los incendios, la sequía, la desertificación, las olas de calor, los eventos meteorológicos extremos son mucho más que titulares en los medios de comunicación. No podemos mirar hacia otro lado. Debemos cambiar nuestros estilos de vida y exigir otras formas de gobierno que lo permitan. El aumento de la producción y del consumo tiene los días contados.
    Y… en las transformaciones sociales las palabras tienen especial relevancia. La defensa ambiental no puede seguir en los márgenes de las necesidades sociales, son centrales. No admitamos trampas políticas.
    Estamos hablando de necesidades vitales: habitar, respirar, beber, comer, vivir… Ahí van solo algunas realidades de nuestra precariedad ambiental:
    Contaminación atmosférica. Autor: Vadim Petrakov/Shutterstock
    Mortalidad ambiental. La Universidad de Harvard concluye que una de cada cinco muertes en el mundo está causada por la contaminación atmosférica provocada por el uso de combustibles fósiles. Sólo en España, más de 44.000 personas mayores de 14 años mueren cada año debido a la contaminación. Y este 2023, con casi 40 grados en abril, conviene recordar las cerca de 6.000 muertes atribuibles a las altas temperaturas registradas a lo largo del verano del pasado año.
    Pobreza ambiental. Es casi automático vincular pobreza a situaciones de hambre, pero es aún peor pasar sed. Y, aunque en este lado del mundo nos parezca un derecho conquistado, en este planeta se pasa mucha sed: según datos de Naciones Unidas, una de cada tres personas no tienen acceso a agua potable salubre. En este sentido, los humedales son los mejores centinelas de cómo nos acercamos peligrosamente a esa situación crítica en países como España. Hoy día, sólo el 12 % de estos espacios están catalogados como “bien conservados” en nuestro país. Las extracciones de agua para regadío han esquilmado las capacidades de acuíferos y masas de agua y han dejado en la UCI a buena parte de las reservas hídricas.
    Desigualdad ambiental. Una tercera parte de todos los niños que viven en el mundo se ven afectados por una doble amenaza: la pobreza y la emergencia climática. Un estudio de Save the Children afirma que 774 millones de niños y niñas en todo el mundo sufren esas dos condiciones adversas. En esta situación se encuentra en España un 27 % de los menores, esto es, más de 2,2 millones de niños y niñas.
    Invernadero para cultivo de fresa. Autor: Daniele Dessi-SEO/BirdLife
    Estamos en precario… En Derecho se conoce como precaria una situación de hecho que implica la utilización gratuita de un bien ajeno, cuya posesión jurídica no nos corresponde, aunque nos hallemos en la tenencia del mismo. Para entender correctamente la figura hay que conocer la diferencia entre la propiedad y la posesión.
    Sobre la idea de la propiedad (particularmente la privada, para más inri) se ha construido un modelo económico, social y jurídico en precario. Un sistema que confunde propiedad con posesión. No hay discusión. La precariedad ambiental y los conflictos sociales se dan la mano. La Tierra y sus recursos no son nuestros. No habrá paz, ni democracia, ni estado del bienestar que se sostenga si no atiende a la precariedad ambiental.
    En un momento como el actual, resulta obsceno ver cómo se sigue jugando a precarizar el medio ambiente, en todos los sentidos. El último exponente de esta peligrosa tendencia es la nueva, y ya van demasiadas, amenaza que se cierne sobre la supervivencia de Doñana. Se precariza un espacio vital para la gente y la biodiversidad, se precariza el futuro de comunidades locales de la zona, se precariza la política entendida como servicio público, se precariza el bien común.
    Defender Doñana no es una simpleza ecologista. Pagará el pato toda la sociedad. Acabemos con la precariedad ambiental.

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