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En 2022, las energías eólica y solar generaron una quinta parte de la electricidad de la Unión Europea (22 %). Las renovables han superado por primera vez al gas fósil (20 %) en un sector energético dominado por la nuclear y la hidroeléctrica (32,04 %), según un informe publicado este martes por el centro de pensamiento sobre energía Ember.
Los datos indican una caída en el empleo de carbón en la generación eléctrica desde septiembre, a pesar del repunte ocasionado por la crisis energética. «Europa ha evitado lo peor de la crisis energética», afirma Dave Jones, responsable de perspectivas de datos de Ember. El especialista explica que en 2022 hubo «una pequeña onda expansiva en la producción de electricidad a partir del carbón y una enorme ola de apoyo a las renovables», por lo que «cualquier temor a un repunte del carbón ya ha muerto».
Este estudio, el European Electricity Review, analiza los datos de generación y demanda de electricidad en los 27 países de la Unión Europea para analizar la transición de los combustibles fósiles hacía la electricidad limpia.
Récord de energías renovables
El país que mayor proporción de su electricidad generó a partir del sol en 2022 fue Países Bajos (14 %), que arrebató a España (12 %) su tradicional liderato. Veinte de los veintisiete Estados miembros batieron sus propios récords, entre ellos España, gracias tanto a la gestión política pero también a la ciudadanía que instaló placas solares en sus tejados. La generación solar avanzó un 24% en 2022 y la eólica un 33% en el conjunto de la UE. Estas energías renovables propiciaron un ahorro de 10.000 millones de euros en gas, según Ember.
El centro de pensamiento energético pronostica un descenso del 20% en el uso de combustibles fósiles para producir energía en 2023. El informe señala que la energía eólica y solar aumentará en 86 teravatio-hora (TWh) y la hidroeléctrica en 40 TWh este año.
Asimismo, pronostican que el carbón pierda peso y que el gas, que se espera sea mas caro que el carbón hasta 2025, caiga aún con más fuerza como consecuencia del repunte de la industria eólica y solar y gracias a la recuperación de la hidroeléctrica y la nuclear francesa. Además, indican que la generación nuclear total se mantendrá sin cambios en 2023. «Podemos esperar que la generación nuclear francesa aumente en 40 TWh. Sin embargo, la eliminación de la energía nuclear alemana se completará en abril, eliminando 30 TWh de la producción de 2023», apuntan.
La demanda de electricidad es quizás la mayor incertidumbre. Sostienen que la demanda registró una caída sin precedentes del 8% en el cuarto trimestre de 2022. «Si asumimos una caída del 6% en el primer trimestre de 2023, una caída del 3% en el verano de 2023, con el cuarto trimestre de 2023 igual que en 2022, entonces esta sería una caída anual total del 3 % en 2023, o 84 TWh», estiman.
Continúa la dependencia a los fósiles
La política de la UE establece que cualquier aumento en el uso del carbón debe ser de corta duración y que los países deben reemplazar en gran medida el gas ruso utilizando energía verde. Sin embargo, este mismo mes se ha empezado a explotar una nueva mina en Lützerath, Alemania. La ministra de Agricultura de Renania del Norte-Westfalia, Mona Neubaur, explicó entonces que aunque el carbón bajo Lützerath «es muy dañino para el clima, es necesario para la seguridad energética».
Países como Alemania y los Países Bajos están ampliando la infraestructura para importar más gas que no proceda de Rusia, lo que podría retrasar la transición de combustibles fósiles a energías renovables.
El Parlamento Europeo votó, el 14 de septiembre de 2022, a favor de un objetivo del 45% de energías renovables para 2030. Sin embargo, la UE obtuvo el 22 % de su energía total de energías renovables en 2021, según muestran los últimos datos de Eurostat. Cifra que coincide con este informe de Ember con datos del 2022.
El Observatorio contra el Lavado Verde lanza su taxonomía independiente basada en criterios científicos.
El lanzamiento de la nueva plataforma se realiza como medida paralela a la adopción de medidas legales por parte de varias organizaciones sociales contra la Comisión Europea por su taxonomía.
La taxonomía europea, una controvertida guía de la UE sobre las actividades económicas consideradas verdes, entró en vigor el 1 de enero de 2023, incluyendo como inversiones sostenibles a las centrales de gas y la energía nuclear, entre otras. La Comisión Europea decidió añadir estas tecnologías en el borrador final, a pesar de la oposición de la ciudadanía, de las instituciones financieras y de las organizaciones medioambientales que ya había mostrado su rechazo públicamente.
Por ello, y desde la aprobación en julio de 2022 de este documento, algunas organizaciones ambientales tomaron medidas legales contra la Comisión Europea, al no cumplir la Ley Europea del Clima ni las obligaciones de la UE en virtud del Acuerdo de París.
Ahora un grupo de organizaciones ambientales europeas (BEUC, BirdLife International, Chemsec, ECOS, Ecologistas en Acción, Transport & Environment y WWF), agrupadas en el Observatorio contra el Lavado Verde, lanzan su nueva taxonomía independiente (ISBT por sus siglas en inglés) basada en criterios científicos.
Esta plataforma pretende servir como alternativa a la taxonomía del lavado verde y permitir una mejor definición científica sobre qué inversiones son verdes para que sirva a los inversores institucionales como alternativa y permitan una transición energética adecuada.
La taxonomía independiente o ISBT duplicará los criterios utilizados en la taxonomía europea en los casos que así lo requieran y aportará nuevos criterios para aquellos puntos más débiles. El sistema utilizado es el del semáforo que servirá como orientación clara sobre si una inversión es sostenible o no: verde, para cuando cumpla requisitos científicos para los que puedan mejorarse; y rojo, para las inversiones que se deban evitar.
Sí a la energía eólica, pero sin saquear la selva.
Es urgente reconvertir el suministro de energía a las renovables. Pero sobre todo, consumir menos energía y materias primas. Los aerogeneradores son parte importante de la transición energética. Sin embargo, sus rotores suelen contener gran cantidad de madera tropical de balsa. En Ecuador, se están talando selvas para este fin.
La expansión de la energía eólica en China, Europa y Norteamérica ha desencadenado en Ecuador un drama relacionado con la extracción de madera de balsa. Hasta el 90% de la madera de balsa del mundo procede de Ecuador.
Para satisfacer la demanda, madereros y comerciantes invaden zonas de la selva y saquean las existencias de madera de balsa. Tampoco se detienen en territorios indígenas y áreas protegidas por el Estado lo que genera graves conflictos sociales.
Para la naturaleza, la tala de madera de balsa es devastadora. Esta especie de árbol cumple importantes funciones ecológicas y protege de la erosión las riberas de los ríos, en las que crece.
La empresa que más balsa utiliza en el mundo es Siemens Gamesa. La eólica hispano-alemana utilizó casi 26.000 t de madera de balsa en 2021 (unos 170.000 m³).
Por ejemplo, las tres palas del rotor de 81 m de longitud de los aerogeneradores marinos de Siemens Gamesa contienen un total decasi 6 t de balsa (aproximadamente 40 m3). Equivale a unos 40 árboles. La madera se adhiere firmemente en las hojas con plásticos como el PET y el PVC, así como con fibras de vidrio y resinas epoxi.
Otros fabricantes de aerogeneradores también utilizan balsa, en menor cantidad: Nordex aproximadamente 9.000 m³ en 2021 y Vestas 2.500 m³.
LM Wind Power, filial de la multinacional estadounidense General Electric, utiliza balsa en el 5% de sus rotores. esta empresa y la alemana Enercon no han respondido a las preguntas de Salva la Selva/Rettet den Regenwald.
Las empresas invocan la balsa del grupo suizo 3A Composites, el único operador mundial de plantaciones de balsa que cuenta con certificación FSC. Pero el consumo global de balsa de la industria eólica es mucho mayor que las cantidades producidas por 3A Composites. En particular las cifras de Siemens Gamesa arrojan grandes dudas.
Las cadenas de suministro de Balsa necesitan ser más transparentes y sobre todo, verificables.
Apoya esta petición:
https://www.salvalaselva.org/peticion/1255/si-a-la-energia-eolica-pero-sin-saquear-la-selva