Dentro del marco de la COP26, muchas son las actividades que se están llevando a cabo de manera paralela a lo que sucede en la Green Zone y la Blue Zone, donde tienen lugar las negociaciones. Un ejemplo fue el encuentro de voces ecofeministas provenientes de distintas partes del mundo organizado por Spark Oxfam, una iniciativa que tiene como objetivo promover la acción climática de la juventud europea.
En Edimburgo, Gabriela Franco (Colombia), Ineza Umuhoza Grace (Ruanda) e Ili Nadiah Dzulfakar (Malasia) intercambiaron opiniones acerca del activismo que se lleva a cabo en sus respectivos países e intentaron aprender de las diferentes experiencias de ecofeminismo. Uno de los conceptos que más se repitió durante el evento fue la necesidad de articular una perspectiva interseccional en la lucha contra el cambio climático.
Ili Nadiah, de Klima Action Malaysia (KAMI) hizo hincapié en la ausencia de sinergias entre la acción climática y los grupos de género en su país: “Es muy complicado desarrollar capacidades o contribuir a la colaboración intergeneracional si no hay diálogo entre estas dos facciones”. “Tenemos que invertir en la construcción de sinergias y de este modo poder aumentar la capacidad de actuación colectiva”, insistió.
La activista malaya también coincidió con Gabriela Franco e Ineza Umohoza en la necesidad de aprovechar, dentro de la lucha climática, todas las oportunidades que se presenten para derribar el sistema patriarcal y proponer alternativas.
“En Malasia tenemos que activar una estrategia del movimiento que incluya a las mujeres y que las empodere para que puedan reclamar poder político”, apuntó Ili Nadiah, y destacó la importancia de usar el arte y la creatividad en el movimiento para darle visibilidad. “El arte nos permite conectarnos a otros niveles. El arte amplifica, no solo llama la atención de los medios de comunicación, sino que permite explicar los conceptos de una manera más simple”, añadió.
Defender el planeta (y defender a las activistas)
“Ya basta de criminalizar al movimiento activista. Tenemos que proteger a los y las defensoras de los derechos humanos, tanto física, como mentalmente. En la vida real, pero también en las redes sociales. Tenemos que luchar por los espacios y, sobre todo, poner en marcha iniciativas y campañas que nos permitan ser libres y trabajar de manera pacífica”, reiteró Ili Nadiah.
Especialmente duro fue el momento en el que Gabriela Franco, en relación a este tema, explicó su propia experiencia: hace unos meses tuvo que cerrar sus redes sociales a causa de una serie de amenazas recibidas durante las protestas del Paro General en Colombia. Para Franco, defender el planeta y luchar contra el cambio climático no puede ir separado de la lucha por las libertades sociales “porque están íntimamente ligados”. Ella fue, junto a Greta Thunberg, una de las activistas que habló durante la marcha de Fridays for Future el pasado viernes.
Las tres esperan consensos de esta COP26. De hecho, confían en poder volver a sus respectivos países y explicar a la juventud activista lo que se ha ido diciendo. “Cuando lleguemos a casa, empezaremos a preparar la COP27”, dijo Ineza Umuhoza entre risas. “De hecho, hay que continuar trabajando en la estrategia para conseguir fondos”, añadió.
People’s Summit
Este domingo, además, comenzó la People’s Summit, una cumbre climática paralela que cuenta con mesas redondas, conferencias, debates, exposiciones y otras actividades tanto académicas como culturales. Con más de 150 eventos preparados en diferentes puntos de la ciudad, este encuentro paralelo a la COP26 se alargará hasta el 10 de noviembre.
Uno de los enclaves que concentran las actividades de la People’s Summit es el Centre for Contemporary Arts, en el centro de la ciudad de Glasgow. El recinto acogerá charlas, exposiciones y pases de documentales de diferentes rincones del mundo en los que se abordan diferentes temáticas. Como sucede para entrar en la Blue Zone, para acceder a estas actividades es necesario registrar en la página de NHS un test de antígenos con resultado negativo.
