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«Galicia ya cumplió en 2020 el objetivo que la Unión Europea marca para 2030. Ya tenemos más producción de fuentes renovables de la que consumimos: 18.000 GWh de renovables y 17.400 GWh de consumo», explicaba el pasado 30 de noviembre el diputado del Bloque Nacionalista Galego (BNG), Néstor Rego, en una rueda de prensa en el Congreso de los Diputados. En ella, el portavoz de la formación política reclamó la puesta en marcha de su propuesta de una «tarifa eléctrica gallega» para que Galicia se vea beneficiada de esa posición de productor excedentario «y compensar mínimamente todo lo que llevamos pagados en costes ambientales y sociales por esa condición».
En España, solo cinco comunidades autónomas generan más energía eléctrica renovable de la que consumen: Castilla y León, Extremadura, Aragón, Castilla-La Mancha, y la ya citada Galicia. El excedente renovable de estas cinco regiones juntas fue de 21.225 GWh en 2021, el último año completo del que existen datos. Por poner esa cifra en contexto: con esa cantidad de energía se podría abastecer el consumo de Extremadura durante cuatro años o el consumo conjunto de Canarias, Navarra, Baleares y La Rioja durante un año.
De todas ellas, Castilla y León es la comunidad que más energía renovable produce en términos absolutos: 24.076 GWh en 2021, un 176% de toda la energía que consumió ese año. Le sigue Galicia, con una producción renovable de 17.980 GWh, de la cual consumieron prácticamente la totalidad dentro de la propia comunidad: 17.550 GWh, algo más de lo expresado por Rego en rueda de prensa, según los datos definitivos que ofrece Red Eléctrica (REE).
Aragón y Castilla-La Mancha generaron 15.136 y 13.404 GWh durante 2021, un 145% y un 111%, respectivamente, del consumo interno de ambas comunidades. Una producción que fue posible, principalmente, gracias a la energía eólica. En términos absolutos, la generación renovable de Extremadura es la más baja de las cinco: 9.385,22 GWh el pasado año. Sin embargo, ello supone prácticamente el doble de lo que la región necesita en un año completo.
En los últimos diez años disponibles, estas cinco comunidades han pasado de producir más de 52.000 GWh en 2012 a casi 80.000 GWh en 2021, un incremento del 53% en una década. No obstante, según matizan los diferentes especialistas consultados, no se podría denominar a estas regiones como «autosuficientes» solo con energía eléctrica renovable, ya que esta generación tiene picos y valles que, en ocasiones, impiden que la demanda sea satisfecha por completo durante días enteros o en horas concretas.
Eloy Sanz, investigador y profesor de Ingeniería Energética en la Universidad Rey Juan Carlos I, aclara que, además de esto, ninguna comunidad autónoma es excedentaria en energía total: «Solo los son en energía eléctrica», explica el experto, que señala que si el objetivo es la descarbonización total y la electrificación, todas tendrán que aumentar su producción renovable. Para Sanz, que también es revisor experto del IPCC, lo que deben hacer regiones como Castilla y León, Extremadura, Aragón, Castilla-La Mancha o Galicia es «seguir beneficiándose de hacer las cosas bien sin la presión por no cumplir con los objetivos marcados»: «Al no tener prisa, pueden elegir los mejores proyectos, los que más beneficios dejen, los menos agresivos con el medio ambiente… Tienen que aprovechar esas posibilidad».
El especialista subraya que las poblaciones locales son las que más deberían notar los beneficios aportados por los proyectos renovables que se instalen cerca de los núcleos urbanos.
Generación no renovable
A pesar del excedente energético que producen las renovables en Castilla y León, Galicia, Extremadura, Aragón y Castilla-La Mancha, estas cinco comunidades todavía siguen generando energía a través de fuentes no renovables. Entre todas, sumaron más de 38.500 GWh de generación eléctrica no renovable, prácticamente lo que necesita la segunda comunidad que más energía consume en un año en España: Andalucía.
Extremadura es la que más cantidad de energía no renovable produce de las cinco: 15.302,10 GWh, la inmensa mayoría procedentes de la central nuclear de Almaraz. Sus reactores producen, en un año, lo que la región consumiría en tres. Sin embargo, la planta tiene fecha de caducidad: en octubre de 2028 pondrá fin a su actividad total, siendo la primera central nuclear de todo el estado en echar el cierre.
Castilla-La Mancha también cuenta con una importante generación no renovable, principalmente nuclear, aunque también con gas. En este caso, la central nuclear de Trillo, en la provincia de Guadalajara, permanecerá abierta hasta mayo de 2035, a pesar de la oposición de algunos grupos ecologistas.
Entre Aragón, Galicia y Castilla-La Mancha suman seis centrales térmicas de gas. Desde Ecologistas en Acción plantean 2030 como el año en el que el gas desaparezca del mix eléctrico. Sin embargo, Javier Andaluz, responsable de cambio climático de la organización, confiesa que se trata de un proceso «complejo»: «Tenemos un problema con el almacenamiento de las renovables. Mientras esto no se resuelva, necesitamos tecnologías de respaldo que permitan satisfacer la demanda en momentos en los que las renovables no pueden hacerlo. Y ahí entra el gas», explica.
Andaluz, sin embargo, sí cree que determinadas centrales pueden cerrarse y apuesta por la hidroeléctrica o la hidráulica como tecnologías renovables que aporten energía en momentos de mayor demanda: «En este caso, lo que se necesitaría es que las hidroeléctricas estuviesen bien gestionadas y que sirvieran de almacenamiento», afirma. El Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) del Ministerio de Transición Ecológica, por su parte, no contempla el cierre de ninguna central de ciclo combinado antes de 2030.
¿Una tarifa eléctrica regional?
«El Gobierno estudiará posibles compensaciones tarifarias a las comunidades productoras excedentarias de energía eléctrica para abaratar la factura de la luz actuando sobre el coste de transporte, de forma que se compensen los costes sociales y ambientales producidos». Este texto forma parte del artículo 5 del acuerdo de investidura firmado entre el PSOE y BNG a principios de 2020.
Prácticamente tres años después de la rúbrica de este documento, ninguna de las comunidades con excedentes de energía cuenta con compensaciones tarifarias. Aragón y su presidente, Javier Lambán (PSOE), también han solicitado compensaciones y beneficios para los territorios con mayor producción verde. Una petición que desde Moncloa consideran «más que razonable«. El presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco (PP), también propuso en 2021 una energía más barata a través de reducciones impositivas «allí donde se produce la energía» para compensar «el sacrificio» en determinados lugares.
El diputado Néstor Rego, del BNG, explica a Climática que «es de justicia» que determinados territorios cuenten con «una tarifa propia, más baja, como sucede en otras zonas productoras de otros estados europeos». Una medida que, en el caso de Galicia, asegura que beneficiaría tanto a la ciudadanía como a las empresas, contribuyendo de esta manera a su desarrollo económico.
Para Eloy Sanz, una tarifa regional especial para determinados territorios «tiene todo el sentido del mundo»: «Si una región está produciendo un producto que otros consumimos, tiene que beneficiarse de una manera especial. Con la agricultura lo tenemos muy asumido». El experto cree que de esta forma, las poblaciones se sentirían «orgullosas» y verían con mejores ojos los proyectos renovables, ya que se beneficiarían de manera directa de ellos. No obstante, defiende que se debería poner el foco en el ámbito local: «Son los municipios los que se ven más afectados y los que más tienen que notar esas bonificaciones».
Desde Ecologistas en Acción, sin embargo, consideran que un abaratamiento de la factura eléctrica «tiene poca capacidad de transformación«. Por ello, explica Javier Andaluz, prefieren apostar por «medidas de apoyo integrales para paliar los efectos en los territorios afectados por las instalaciones: programas de subsidios específicos por regiones, ayudas contra el desempleo, inversiones para mejorar la conexión…».
Ampliación: 17:20h del 18/01/2023
RENOVABLES SI, PERO NO ASI.
Alcorisa, de luto para defender las sierras de Gúdar y el Maestrazgo frente a los proyectos eólicos desenfrenados. (Plataforma a favor de los paisajes de Teruel)
Declaración de Impacto Ambiental favorable al proyecto Clúster Maestrazgo, emitida por el Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico (MITECO) publicada el pasado 23 de diciembre de 2022.
Esta resolución supone la instalación de 20 parques con 125 aerogeneradores de 200 metros y las infraestructuras asociadas, con más de 500 kilómetros de líneas de alta tensión. Se trata de un proyecto asentado en su mayor parte en espacios de Red Natura 2000, es decir, en una “zona de alta sensibilidad, por tanto, muy vulnerable los impactos por lo que no debería construirse ninguna gran instalación de energía renovable”, según el mapa del propio MITECO.
Desde la Plataforma explican que “hoy es Gúdar y Maestrazgo, mañana serán el Matarranya, Sierra de Albarracín, Comarca del Jiloca,…” y entretanto van ejecutando lo resuelto en el “nudo Mudéjar”, que supondrá un cambio de la panorámica tremendo, ”alicatando”, explican grandes extensiones de campos de Andorra y el Bajo Martín con placas solares, combinado con la instalación de estos enormes molinos…
—Organizaciones ecologistas piden que se retire la medida que acorta y excluye a la ciudadanía de la evaluación ambiental de los proyectos renovables
—El MITECO permite a los promotores de renovables tramitar proyectos sin protección ambiental
—Más de mil personas muestran en las plazas su duelo por los macroproyectos de Gúdar y Maestrazgo
https://arainfo.org/alcorisa-de-luto-para-defender-gudar-y-maestrazgo-frente-a-los-proyectos-eolicos-desenfrenados/