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La gran cita madrileña de los amantes de la lectura comienza hoy. A pesar de todas las dificultades, la Feria del Libro vuelve sin restricciones y se alargará hasta el próximo 12 de junio. Y puede que el cambio climático no sea el tema más popular del mundo (aunque sí el más importante) pero en las casi 400 casetas instaladas en el Parque del Retiro hay, sin duda, hueco para títulos excepcionales relacionados con él. Aquí destacamos algunos de ellos.
La naturaleza de la naturaleza, de Enric Sala
¿Cómo se mantiene en pie el edificio de la vida? Esa es la pregunta que Enric Sala, biólogo, oceanógrafo de National Geographic y exprofesor de la Scripps Institution of Oceanography trata de contestar en este libro. Es tal la complejidad de la red que componen los ecosistemas que todavía nos cuesta comprender que la existencia de los seres humanos depende de centenares de piezas que encajan con otras para formar el puzle de la biosfera. Desde la composición del aire hasta las algas que purifican ese aire. Desde los insectos a los grandes depredadores. Desde los hongos y las lombrices que regeneran el suelo a los bosques tropicales que participan en el ciclo de las lluvias. En el mar son tan importantes las bacterias Prochlorococcus, cuya capacidad para transformar el CO2 nos proporciona la mitad del oxígeno que respiramos, como las ballenas, cuyo movimiento mezcla aguas y nutrientes y permite que muchas otras especies se alimenten y sobrevivan. El planeta, en suma, es como una caja llena de delicadas copas de cristal que la economía global está zarandeando y pateando con vocación suicida. «Si una tribu indígena protege la selva, esto no se incluye en el PIB, pero si se talan los árboles para hacer leña y venderla a otro país, sí», escribe Sala. El PIB «es de los peores indicadores de la prosperidad humana que nos podamos imaginar».
Editado por Ariel
Traducción de Cristina Macía Orío
El buen antepasado, de Roman Krznaric
Mi deseo es ley. Lo quiero todo y lo quiero ahora. Lo quiero ya. Este tipo de exigencia cretina y neoliberal ha penetrado en nuestras sociedades hasta la médula. La política ya no se mueve por el bien común. El objetivo es la próxima cita electoral. Todo lo que sobrepase ese límite queda fuera de la agenda. Afrontar así el cambio climático (que, insistimos, es hoy el asunto más grave para la humanidad) es imposible. Lo que el filósofo Roman Krznaric enuncia en este libro es una nueva forma de pensamiento que sirva para proscribir el cortoplacismo. ¿Eso es posible? Bueno, ya lo hemos hecho antes. El ser humano está dotado para pensar en la posteridad. Las pirámides, las catedrales góticas, los viajes espaciales o la Sanidad pública son buenos ejemplos. ¿Podemos ahora pensar en un planeta apto para la vida que nuestros bisnietos puedan habitar? La respuesta, obviamente, es sí. Krznaric propone seis métodos diferentes para que personas, empresas y gobiernos aprendan a pensar a largo plazo. Habla de «legado», pero no en forma de herencia material que otros cobran automáticamente cuando tú te mueres, sino como algo que tiene que ver con el compromiso cotidiano. Quien trabaje en la recuperación de un bosque primario es poco probable que vea los resultados en su tiempo de vida, pero no por eso abandona la tarea. Ese es el tipo de conducta (el tipo de generosidad) que el medioambiente y la sociedad en general necesitan. «Desarrollamos nuestro legado como padres y amigos, como trabajadores y ciudadanos, como creadores y activistas, y como miembros de nuestras comunidades. Se trata de tener en cuenta las consecuencias de nuestras acciones (ya sea nuestra forma de comprar o de votar) para el futuro lejano», explica Krznaric. «Se trata de legar un mundo que sea apto para que aflore la vida. Se trata de plantar bellotas en el suelo para los que están por venir».
Editado por Capitán Swing
Traducido por Efrén del Valle
Historia de las abejas, de Maja Lunde
Un libro dividido en tres partes: pasado, presente y futuro del mundo natural. El hilo conductor son las abejas, que enlazan las historias de un apicultor inglés del siglo XIX, otro estadounidense de 2007, que ve cómo su oficio y los insectos que lo sostienen están en vías de extinción; y, por último, una mujer que trabaja como polinizadora manual en la China de 2098. Para entonces, la ausencia de abejas habrá cambiado la faz de la Tierra. Un dato: según la FAO, más del 75% de los cultivos alimentarios dependen de las abejas y otros polinizadores (también en peligro). Esta novela de la noruega Maja Lunde se ha convertido en todo un best-seller en Europa y forma parte de una tetralogía climática. Ya ha escrito las dos siguientes, aunque aún no se han traducido al español: Blå (Azul), dedicado al agua, y Przewalskis hest (El caballo de Przewalski), sobre la relación entre humanos y animales. Todos ellos, de alguna manera, tratan sobre los colapsos. Pero son colapsos muy reales. En Blå, por ejemplo, Lunde retrata a una persona que vende trozos de hielo de un glaciar milenario para que los ricos puedan enfriar sus bebidas. Suena enfermizo, ¿verdad? Pues esta aberración fue un proyecto auténtico que estuvo sobre la mesa de los políticos noruegos durante años.
Editorial Siruela
Traducción de Kirsti Baggethun y Asunción Lorenzo
Cómo cambiarlo todo, de Naomi Klein y Rebecca Stefoff
Para la autora del ya clásico La doctrina del shock no ha pasado desapercibido quién representa hoy la mayor oposición a los criminales climáticos: los jóvenes. Especialmente para ellos ha escrito esta «guía esencial para proteger el planeta». Y «para protegernos unos a otros», como destaca su subtítulo original en inglés. El añadido (o la omisión, según se vea) es importante porque aquí Klein no busca sólo hacer pedagogía sobre cómo frenar el calentamiento global; también promueve un mundo más justo para todos y todas. Es, por tanto, una especie de epílogo juvenil a Esto lo cambia todo: el capitalismo contra el clima. Porque alguien podría pensar: «Fíjate, qué malos son los humanos. Mira cómo lo destruyen todo». Y no. Esto del cambio climático no funciona así. Si arden las selvas o se funden los glaciares poniendo en riesgo la vida de millones de personas pobres es porque alguien gana dinero con ello. Es importante que la chavalería se familiarice con el concepto de justicia climática. Este libro es una buena forma de conseguirlo.
Editado por Crossbooks
Traducción de Paula Fernández Espriu
Una nueva tierra salvaje, de Diane Cook
Imaginemos un país del futuro (la autora es estadounidense, por si eso les da alguna pista) en el que el ser humano ha perdido todo contacto con la naturaleza. Ya no queda tierra salvaje, sólo ciudades y terrenos para la agricultura, la minería y otras actividades económicas. Lo silvestre simplemente no existe. Sólo hay lugar para una tierra útil, una tierra que sirva para el mantenimiento exclusivo de la especie humana. No hay bosques ni praderas ni parques nacionales. La naturaleza en su estado primigenio sólo puede encontrarse en la Reserva, una región específica dedicada a ese fin casi museístico. Allí se trasladan las protagonistas de esta novela, Bea y su hija Agnes, que ha caído muy enferma por el aire contaminado de la ciudad. Lo hacen en el marco de un experimento con otras 20 personas que dejan atrás el asfalto para fundar una nueva comunidad. Tendrán que convertirse en cazadoras-recolectoras por medio del autoaprendizaje, ya que la memoria de la interacción entre los humanos y la naturaleza se ha perdido en la historia. Pero esta no es una novela de aventuras ni sobre la lucha por la supervivencia. Tampoco un elogio del buen salvaje, a la manera de Rousseau. Es algo más íntimo y más centrado en la relación entre la madre (una migrante en un nuevo medio) y la hija (que rápidamente se convierte en nativa natural). Y también en cómo nos relacionaremos unos con otros cuando se consume la catástrofe climática. La recepción crítica del libro fue extraordinaria y estuvo seleccionado entre los candidatos al Premio Booker, que es, seguramente con el Pulitzer, el premio más prestigioso para una novela en lengua inglesa.
Editado por Galaxia Gutenberg
Traducido por Inés Clavero y Montse Meneses Villar
¿La selección les sabe a poco? Apunten entonces…
- Ecología de la libertad, de Murray Bookchin
- Lagarta: cómo ser un animal salvaje en España, de Gabi Martínez
- La sexta extinción: una historia nada natural, de Elizabeth Kolbert
- Canto yo y la montaña baila, de Irene Solà
- La marea hambrienta, de Amitav Ghosh
- La sociedad de la abundancia frugal, de Serge Latouche
- El árbol de agua, de Tonino Guerra
- Conducta migratoria, de Barbara Kingsolver
- La muerte de los bosques, de Francisco Lloret
- Cualquier número de la revista Salvaje
ECOCIDIO: LA EMERGENCIA CLIMATICA TIENE RESPONSABLES.
Llamamiento ciudadano al Parlamento de Cataluña por el reconocimiento legal del crimen de ECOCIDIO
Desde la Red por la Justicia Climática, Stop Ecocidi y otras entidades hacemos un llamamiento a los grupos políticos democráticos representados en el Parlamento.
En pocas semanas el Parlament de Cataluña tendrá que discutir y votar la «Propuesta para presentar en la Mesa del Congreso de los Diputados la Proposición de ley de modificación de la Ley del Estado 10/1995, de 23 de noviembre, del Código Penal, para reconocer en nuestro ordenamiento legal el crimen de ecocidio y apoyar la iniciativa dirigida al Estatuto de Roma para incorporarlo al Tribunal Penal Internacional» promovida por la CUP.
Desde la Red por la Justicia Climática, Stop Ecocidi y otras entidades, entre ellas Ecologistas en Acción, hacemos un llamamiento a los grupos políticos democráticos representados en el Parlamento para que valoren la importancia de esta decisión en el actual contexto de crisis climática y ecológica, local y global. Se puede apoyar la llamada aquí .
Los ecocidios cometidos durante décadas a través del daño y la destrucción masiva de ecosistemas han catalizado la actual crisis ecológica y climática. El daño ambiental y la pérdida de biodiversidad a escala global, resultado de actividades humanas irresponsables, sigue creciendo a un ritmo vertiginoso a pesar del conocimiento de sus riesgos por parte de empresas, gobiernos y demás actores responsables. Esta situación pone en riesgo nuestro futuro y el de millones de seres vivos más, debilitando la base física y biológica que sostiene la vida en el planeta.
Por la seguridad de nuestra generación y de las generaciones futuras, es responsabilidad tanto de la ciudadanía como de las entidades sociales, sector privado e instituciones públicas de nuestro país preservar los espacios naturales y servicios ecosistémicos que sustentan nuestras vidas. Del mismo modo, es nuestra responsabilidad la de velar por que la huella ecológica de nuestra economía no comporte ninguna destrucción o grave daño ambiental.
Los actuales tratados, acuerdos y ordenamientos jurídicos estatales internos no contemplan la corrección o compensación del crimen de ecocidio. Pese a las continuas demandas de la sociedad civil, la destrucción de la naturaleza queda impune de forma reiterada. Es necesario cambiar las reglas para acabar con la impunidad. Urge crear una norma internacional que prohíba y sancione penalmente causar daños masivos a nuestro planeta…
https://www.ecologistasenaccion.org/200021/crida-ciutadana-al-parlament-de-catalunya-pel-reconeixement-legal-del-crim-decocidi/
SI, TIENES QUE LEER ESTO:
la criminalización a lxs personas que defienden la naturaleza (y los derechos humanos como JULIAN ASSANGE. No los dejemos sólos; se están jugando su vida, su salud, su libertad por defender los derechos de todxs.)
Piden penas de cárcel y fuertes indemnizaciones por la trampa con droga contra Juan Clavero.
La Fiscalía y las acusaciones particulares, ejercidas por Ecologistas en Acción y por Juan Clavero, han presentado los escritos de acusación que ponen fin a la instrucción por el caso de la trampa con cocaína que le tendieron a Juan Clavero.
Todas las acusaciones solicitan penas de cárcel y fuertes indemnizaciones a los cuatro acusados de haber organizado y ejecutado esta trama que pretendió involucrar al conocido activista de Ecologistas en Acción en un delito de tráfico de drogas.
Hay que recordar que Clavero fue detenido en la localidad de El Bosque en el verano de 2017 al encontrar una dotación de la Guardia Civil una importante cantidad de cocaína en su furgoneta. La opinión pública y la inmensa mayoría de entidades políticas y sociales de Cádiz no dieron crédito a esta acusación y denunciaron que se trataba de una burda trampa para anular su participación en la campaña por la apertura de caminos públicos en el Parque Natural Sierra de Grazalema. Esta detención tuvo una gran repercusión mediática.
Desde un primer momento las sospechas se dirigieron a algunos responsables de la sociedad Breña del Agua Investments S.L., del importante empresario belga Marnix Galle, que es la mayor propietaria privada de fincas en el parque natural, y que ha venido provocando numerosos incidentes por el cierre de todos los caminos públicos y vías pecuarias que discurren por sus fincas. Tras la exhaustiva investigación realizada por la Guardia Civil, el juzgado de Ubrique imputó como presuntos autores de la trama a José Miguel Herrera, por entonces apoderado de dicha sociedad, a Juan Luis Pérez Ramírez y Oscar González, capataces de las fincas propiedad de la misma, y a Manuel Alcaide, la persona que presuntamente colocó la droga en la furgoneta de Juan Clavero.
Han sido numerosos los intentos de los imputados para dilatar y entorpecer la instrucción y conseguir su archivo, pero la Audiencia Provincial desestimó todos sus recursos, asegurando que “existen indicios sobre la comisión de un ilícito penal” y de la participación de los apelantes “en la denuncia falsa sobre la comisión de un delito contra la salud pública”….
https://www.ecologistasenaccion.org/199843/piden-penas-de-carcel-y-fuertes-indemnizaciones-por-la-trampa-con-droga-contra-juan-clavero/