De todo el dinero que la banca dio a empresas energéticas entre los años 2016 y 2022, sólo el 7% se dedicó a proyectos de energías renovables. El dato se extrae de BankTrack y aparece en el informe La banca española y el reporte de cuestiones ambientales: análisis de los EINF 2022, elaborado por el Instituto Internacional de Derecho y Medio Ambiente (IIDMA). El estudio analiza los Estados de Información No Financiera (EINF) de los principales bancos españoles (Banco Santander, BBVA, CaixaBank, Banco Sabadell y Bankinter).
Una de las principales conclusiones que extrae el análisis del IIDMA es la dificultad para acceder a esta información y lo complicado que resulta comparar a unas entidades con otras, a pesar de que el Código de Comercio requiere que los EINF incluyan “indicadores clave de resultados (KPI por sus siglas en inglés) no financieros que sean pertinentes respecto a la actividad empresarial concreta, y que cumplan con los criterios de comparabilidad, materialidad, relevancia y fiabilidad”. Sin embargo, el informe destaca que, en relación con la información climática, los bancos siguen ofreciendo escasos datos pertinentes y comparables.
El estudio recuerda que los principales bancos se adhirieron a la Alianza Bancaria de Emisiones Netas Cero (Net-Zero Banking Alliance: NZBA por sus siglas en inglés) con el objetivo de alcanzar cero emisiones netas en sus carteras en 2050.
Se refieren al informe Integrity Matters, publicado el año pasado durante la COP27 de Egipto, en el que se recomienda a las instituciones financieras que se comprometan a no apoyar actividades vinculadas con el carbón térmico y dejar de financiar nuevos yacimientos de producción de gas y petróleo o proyectos de expansión de los existentes.
En este sentido, resaltan los EINF 2022 del Banco Santander y de CaixaBank, que reportan un aumento de su financiación al sector del gas y petróleo en 2022, debido a la situación extraordinaria provocada por la invasión de Ucrania por parte de Rusia.
Los autores del informe recuerdan que el Código de Comercio dispone que, en materia de protección de la biodiversidad, el EINF incluirá información significativa en relación con las “medidas tomadas para preservar o restaurar la biodiversidad; impactos causados por las actividades u operaciones en áreas protegidas”.
Es importante señalar que los EINF de la banca no suelen incluir información significativa sobre este tema, “al negar los impactos de su actividad financiera en la biodiversidad y el medioambiente”. Sin embargo, desde el IDDMA recuerdan que estos bancos se han adherido a los Principios de Ecuador, y deberían ser coherentes, puesto que las instituciones financieras adheridas a los mismos garantizan que los proyectos que financian y asesoran “se desarrollen de manera socialmente responsable y reflejen prácticas sólidas de gestión ambiental”.
Los EINF de 2022 de la banca española incluyen más información en relación con la protección de la biodiversidad. Aun así, sostienen en el estudio que la información divulgada no se puede considerar significativa, ya que no permite entender la situación de cada uno de los bancos al respecto. Esta se limita a indicar que los bancos están identificando los potenciales impactos adversos de su actividad financiera en la biodiversidad.
Esta situación, concluyen, es una consecuencia directa del incumplimiento de los requisitos de la Ley 11/2018 en relación con la divulgación de información en materia de protección de la biodiversidad durante los tres primeros años de reporting de los EINF.
La banca española sí es muy transparente sobre su progreso hacia el objetivo de financiación sostenible, según el informe. Así, el Banco Santander reafirma su objetivo de facilitar 120.000 millones de euros en finanzas verdes entre 2019 y 2025, y 220.000 millones de euros para 2030. En este sentido, indica que 94,5 miles de millones de euros se han facilitado desde 2019. Además, incluye el objetivo de alcanzar los 100.000 millones de euros de activos bajo gestión en Inversión Socialmente Responsable para 2025.
Por su parte, el BBVA asegura haber triplicado en octubre de 2022 su objetivo de canalización de negocio sostenible para el período 2018-2025 para establecer un objetivo de 300.000 millones de euros.
CaixaBank, con 64.000 millones de euros entre 2022 y 2024, y el Banco Sabadell, con 65.000 millones de euros entre 2021 y 2025, aportan el mismo tipo de datos.
Por lo tanto, resaltan en el estudio, “para garantizar la reducción gradual de las emisiones de carbono financiada en línea con su objetivo de alcanzar cero emisiones netas en 2050, es esencial que la banca adopte compromisos ambiciosos en relación con los combustibles fósiles para asegurar que motivos coyunturales no vayan a perjudicar los cambios estructurales que tiene que realizar en su negocio”.
En el lado positivo, indican, los diferentes bancos mencionan datos muy concretos en relación con la financiación de proyectos de energías renovables o de bonos verdes. No obstante, “estos datos absolutos no son comparables de un banco a otro, ya que hace falta ponerlos en perspectiva con el volumen de negocio total de cada banco, e idealmente, con el importe de financiación que representan frente a proyectos vinculados a combustibles fósiles”, aclaran.
Es preciso señalar, puntualizan, que hay una mejora en la información de la banca española respecto a las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) financiadas. Pero ésta no puede esconder las diferencias entre la calidad de la información divulgada por el Bankinter y el BBVA y la muy limitada del Banco Sabadell.
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