El Gobierno de España declara la emergencia climática

El anuncio va acompañado de un total de 30 líneas de acción "prioritarias". Cinco de estas medidas se ejecutarán en los primeros cien días.
Activistas de Extinction Rebellion durante una acción. Foto: Eduardo Robaina. Foto: 4

El Consejo de Ministros y Ministras celebrado este martes ha aprobado el acuerdo de declaración de emergencia climática y ambiental en España. El anuncio va acompañado de un total de 30 líneas de acción “prioritarias”. Cinco de esas medidas se comprometen a ejecutarlas en los 100 primeros días de Gobierno.

Una de las principales medidas será remitir al Parlamento el proyecto de Ley de Cambio Climático y Transición Energética, pendiente desde hace casi un año, cuando fue aprobado el anteproyecto por el anterior Ejecutivo. Con esta ley, se busca garantizar que se alcancen las emisiones netas cero -es decir, equilibrar lo que se emite y lo que se absorbe- para 2050. Para ello, se impulsará un sistema eléctrico 100% renovable, un parque de turismos y vehículos comerciales con emisiones cero, un sistema agrario neutro en emisiones y un sistema fiscal, presupuestario y financiero “compatibles con la necesaria descarbonización de la economía y de la sociedad”.

Las cinco medidas urgentes incluyen la definición de la senda de descarbonización a largo plazo. También se ha anunciado la creación de una Asamblea Ciudadana del Cambio Climático que incluirá la participación de jóvenes y “el mismo número de mujeres que de hombres”, según el Gobierno.

En esta línea, el Ejecutivo presentará durante los cien primeros días el segundo Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático, “incluyendo el sistema nacional de observación del clima y la elaboración de un menú de indicadores de impacto”.

La última de las medidas prioritarias acordadas consiste en “impulsar la transformación del modelo industrial y del sector servicios” a través de Convenios de Transición Justa y de medidas de acompañamiento. 

Políticas transversales frente a la crisis climática

Las otras 25 líneas de actuación implicarán una acción transversal que afectará a todos los niveles de la Administración Pública. Tal y como recoge el acuerdo, “se incorporan medidas que integran la variable del cambio climático en las políticas económicas, de consumo, de movilidad, de vivienda, de cooperación internacional, de educación o de salud”.

En este sentido, el acuerdo de emergencia climática y ambiental compromete al Gobierno de coalición a aprobar un Plan de Acción de Educación Ambiental para la Sostenibilidad antes de que finalice el año y a poner en marcha un Plan Nacional de Salud y Medio Ambiente. 

Una de los puntos acordados implica la inclusión en la Estrategia Española de Ciencia, Tecnología e Innovación 2021-2027 líneas orientadas a conocer mejor los impactos y la capacidad de respuesta frente a los efectos del cambio climático.

Con vistas al desarrollo rural, el Ejecutivo elaborará la Estrategia de Lucha Contra la Desertificación y la Estrategia Nacional Forestal. Además, presentará en la Conferencia de Presidentes de 2020 la Estrategia frente al Reto Demográfico para facilitar la mejor coordinación entre Administraciones. 

En el apartado de movilidad, se adoptará una Ley de Movilidad Sostenible y Financiación del Transporte Público. También se llevarán a cabo medidas urgentes para que los municipios de más de 50.000 habitantes establezcan zonas de bajas emisiones.

Limitaciones a los combustibles fósiles

Desde el Gobierno se comprometen, “salvo casos justificados por razones sociales o tecnológicas”, a no otorgar nuevos beneficios fiscales a productos energéticos de origen fósil. Además, aseguran que se analizarán los actualmente vigentes. Asimismo, no autorizarán nuevas solicitudes de exploración, permisos de investigación o concesiones de explotación de hidrocarburos.

El acuerdo también señala la importancia de introducir la variable del cambio climático en la política fiscal. Lo harán, defienden, “tanto desde el punto de vista de las inversiones como desde el de la progresividad e impacto medioambiental del sistema tributario”.

Otro de los aspectos que aborda el documento presentado ese martes es lo relativo al turismo y su vínculo con la crisis climática. Para ello, se presentará antes de 2021 una Estrategia de Turismo Sostenible de España 2030.

Protección de la superficie marina y zona de costas

En un contexto de cambio climático, el océano y los ecosistemas que viven en él están continuamente expuestos a sus efectos. Desde la acidificación, pasando por la falta de oxígeno o el aumento de las temperaturas. Para intentar frenar algunos de estos impactos, el punto 26 fija un objetivo del 30% de superficie marina protegida en 2030.

La subida del nivel del mar es otro de los impactos que más afectaran a los seres humanos. Son muchos los informes publicados en los últimos meses que alertan de esta problemática. Consciente de ello, antes de 2021 el Ejecutivo presentará una Estrategia para la Protección de la Costa Española.

Del Congreso al Consejo de Ministros y Ministras

En septiembre 2019, durante la pasada legislatura, el Congreso de los Diputados ya aprobó una declaración de emergencia climática que fue apoyada por todos los grupos salvo VOX. No obstante, aquella moción parlamentaria carecía de fuerza jurídica y únicamente instaba al Gobierno a hacer lo propio.

A pesar de que este tipo de declaraciones carece de consenso internacional, desde el año pasado instituciones de todo el mundo se han sumado a la iniciativa. En la mayoría, no pasa de un mero anuncio sin ningún tipo de propuestas concretas. En otros casos, como el de Barcelona -que hizo lo propio la semana pasada-, sirve para impulsar todo un plan de acción contra el cambio climático.

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COMENTARIOS

  1. Bastante hojarasca difícil de recordar. Valen propuestas concretas como los permisos a las petroleras, pero ¿no haría falta un Plan Urgente de Reforestación y otro de Vertidos Costeros y Oceánicos? Por ejemplo.

  2. Hace poco más de 5 años, en verano de 2014 salió a la luz un manifiesto titulado Última Llamada que trataba de ser una alerta y al mismo tiempo un compromiso frente a la crisis eco-social. Entre la lista en orden alfabético de sus 258 primeras firmas podemos encontrar algunas figuras políticas actualmente muy relevantes dentro del universo de Unidas Podemos y sus confluencias:

    1. Ada Colau, activista social pro derechos humanos en la PAH
    7. Alberto Garzón, economista, diputado por IU
    136. Joan Subirats, profesor universitario y director del IGOP (UAB)
    161. Juan Carlos Monedero, politólogo, activista social (Podemos)
    189. Marga Ferré, coordinadora general de áreas de IU
    198. Marina Albiol, eurodiputada (IU)
    217. Pablo Iglesias Turrión, politólogo y eurodiputado (Podemos)
    258. Yolanda Díaz, viceportavoz de AGE (Alternativa Galega de Esquerda), coordinadora de EU (Esquerda Unida)
    ¿Qué nos decían entonces estas aquellas personas, referentes en diferentes ámbitos, que firmaron el manifiesto?:
    — la vía del crecimiento es ya un genocidio a cámara lenta.
    –necesitamos una ruptura política profunda con la hegemonía vigente
    –a lo sumo tenemos un lustro para asentar un debate amplio y transversal sobre los límites del crecimiento, y para construir democráticamente alternativas ecológicas y energéticas que sean a la vez rigurosas y viables.
    UN ACUERDO DE GOBIERNO 5 AÑOS DESPUÉS…
    –Consolidar el crecimiento y la creación de empleo de calidad.
    –.La revolución digital para impulsar el crecimiento económico …
    ¿Aquellas personas que firmaron el manifiesto han dejado de pensar lo que pensaban en el 2014?
    – ¿No han sido capaces de acordar un documento más valiente, que introduzca por lo menos el debate que pedía el manifiesto que firmaron en el 2014?
    – ¿Es que acaso en este tiempo ha mejorado la situación respecto a las posibilidades de evitar el colapso ecosocial o ha pasado todo lo contrario y las previsiones son cada vez peores?
    – ¿Es que ahora sí creen en lo que Greta Thunberg llamó muy acertadamente los “cuentos de hadas de eterno crecimiento económico”?
    CAMBIEMOS EL SISTEMA, NO EL CLIMA
    Estas contradicciones nos hacen más evidente aún que el problema que nos encontramos con el abordaje político de las decisiones necesarias para afrontar cuestiones como la emergencia climática y ecológica va más allá de la mayor o menor capacidad, honradez o inteligencia de las personas y los partidos. Todo esto no hace más que evidenciar que desafíos como éste le vienen grandes al sistema político en su conjunto, tal y como está concebido actualmente.
    Las enormes presiones de los oligopolios y los grupos económicos de interés que se benefician de los negocios fósiles, así como las dinámicas políticas, orientadas al enfrentamiento por el poder en el corto plazo de las legislaturas, le inhabilitan para poder afrontar retos (y oportunidades al mismo tiempo) del alcance y profundidad que se nos plantean, con la firmeza, la celeridad y la justicia que se requiere.
    https://www.elsaltodiario.com/llamalo-politica/creer-en-cuentos-de-hadas

  3. ¿Y qué hay del consumo de animales? El consumo de carne es una de las principales causas del cambio climático. ¿Atacamos las causas secundarias pero no las causas directas? Impuestos al consumo de carne, por favor.

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