Por si alguien lo dudaba: no todo está perdido

Javier Peña, el ‘influencer’ climático con más seguidores del mundo, presenta su proyecto para la televisión: la serie ‘Hope! Estamos a tiempo’, sobre las soluciones para superar la crisis del clima.
Javier Peña a punto de entrar en la sala de ‘Sagan’ el simulador de la serie ‘Hope! Estamos a tiempo’ que analiza los datos del CO2 en la atmósfera. Foto: EL GATO VERDE

Ya sabemos que estamos ante una crisis climática de una gravedad sin precedentes. Ya sabemos cuánto tiempo nos queda para poder frenar sus peores efectos (hasta 2030). Los informes científicos confirman unas previsiones que se vienen sucediendo desde hace 40 años. Nadie niega ya la existencia del cambio climático ni sus efectos devastadores sobre la vida en el planeta, ni siquiera las empresas petroleras. Llegados a este punto, ¿qué podemos hacer? ¿Estamos condenados o hay una salida para esta crisis? La respuesta es sí. Hay una salida. ¿Pero cuál? Esa es la pregunta que se propone contestar la serie Hope! Estamos a tiempo.

El proyecto lo encabeza el influencer climático con más seguidores del mundo, el español Javier Peña. Famoso por la claridad y el rigor científico que muestra en sus vídeos de Facebook e Instagram, Peña ha reunido un millón y medio de followers (agrupados especialmente en América Latina) y ha conseguido que sus clips obtengan 415 millones de reproducciones. Ahora dará el salto a la televisión convencional con esta serie documental de 10 capítulos de 35 minutos.

La producción ya está en marcha, pero para terminarla necesita ser complementada por medio del micromecenazgo. Para ello han abierto una petición en la plataforma Kickstarter. ¿Podrían pagar la serie con el patrocinio de alguna gran empresa? Pues sí, pero eso acabaría influyendo en la independencia del mensaje. Por eso inciden en la importancia de la aportación económica de los activistas: para decir lo que hay que decir sin caer en la tentación del greenwashing. El presupuesto estimado de la serie es de 1,5 millones de euros; un tercio del mismo, aproximadamente, es lo que esperan conseguir a través de estas aportaciones.

La idea de Peña y de la productora que le acompaña en el proyecto (El Gato Verde Producciones) es hacer una serie que huya del catastrofismo. La imagen del funesto futuro que nos espera ya ha sido reflejada en series de ficción como El colapso, sin que este tipo de narraciones distópicas haya tenido ninguna incidencia real en la sociedad. Dan mucho miedo pero no han cambiado nada hasta ahora. Por eso tanto Peña como su productor, Mariano Baratech, apuestan por una divulgación constructiva. Como decía el secretario general de la ONU, António Guterres, “sabemos lo que está ocurriendo en nuestro planeta, sabemos lo que hay que hacer e, incluso, sabemos cómo hacerlo”. Eso es lo que quiere explicar Hope! Estamos a tiempo.

“Yo suelo utilizar la metáfora de la casa ardiendo”, explicaba Peña en la presentación del proyecto en Madrid. “En esa circunstancia hay dos factores que determinan tu suerte: uno, detectar que efectivamente hay un incendio, que veas el humo y que te pongas en disposición de actuar; y dos, que sepas exactamente qué es lo que tienes que hacer, qué tiempo tienes, dónde están las salidas de emergencia… Eso es lo que faltaba en el caso de la crisis climática. Tener una hoja de ruta fiable y válida, avalada por la ciencia, para cumplir con el Acuerdo de París y reducir el calentamiento global”.

“La idea de Javier nos llegó cuando manejábamos otros tres o cuatro proyectos para el año que viene. Pero cuando la conocí, yo, que siempre he estado metido en el movimiento ecologista, me dije: ‘Este es mi proyecto. Tengo que meter la cabeza ahí como sea’”, confiesa el productor Mariano Baratech. En El Gato Verde llevan ocho meses dándole forma a la serie con el trabajo de un equipo de 20 personas y el apoyo desinteresado de otras muchas. “Hasta José Luis Alcaine, el director de fotografía, ya ha dicho que se ofrece a hacernos la fotografía gratis de uno de los episodios”, asegura el productor.

Esta ayuda sin contrapartidas le llegó a Peña desde sus inicios, desde que empezó a colgar sus vídeos en la red. Multitud de científicos le ofrecieron su tiempo y su asesoramiento para que comunicara sobre cambio climático sin errores. Muchos de ellos forman parte hoy del consejo asesor de Hope! Estamos a tiempo: la meteoróloga Susana Bayo, el ecólogo Fernando Prieto, la científica del CSIC Emma Huertas, el médico y economista Rafael Pinilla, el químico experto en energías renovables y revisor del IPCC Eloy Sanz…

El profesor de investigación del CSIC Fernando Valladares también forma parte de esta nómina de consejeros y acudió a la presentación del proyecto. “En el tema del cambio climático y de la crisis ambiental lo más fácil es recurrir al lenguaje apocalíptico. En la universidad tenemos una actividad llamada Razones para el optimismo porque lo que no sirve para nada es una juventud bloqueada. En esta serie hemos venido, precisamente, a hablar de las soluciones. Sobre todo para indicar qué es lo científicamente correcto”, afirmó Valladares. “Como científico, esa es una de las cosas que más me inquietan: el aluvión de información que circula en todas las direcciones. Parte de esos bulos, de esa infodemia, está estructurada por profesionales de la desinformación”.

Hope!
Fernando Valladares, profesor e investigador del CSIC, toma la palabra en la presentación de ‘Hope! Estamos a tiempo’. Le acompañan, de izquierda a derecha, el conductor de la serie, Javier Peña, y Lucía y Mariano Baratech, de El Gato Verde Producciones.

Como ejemplo de las presiones que reciben las instituciones que trabajan para frenar el cambio climático Valladares cita la filtración de documentos que demuestran cómo diversos países intentaron introducir cambios en el último informe del IPCC: “Argentina y Brasil por la carne, China e India por el carbón y el nivel de emisiones… Así hasta 30.000 documentos sobre las presiones que hubo para que el IPCC moderara alguna expresión o eliminara algún punto. Estas filtraciones son imprescindibles, para que todo el mundo se retrate. Por eso es tan importante la transparencia y la independencia”. Ese es el espíritu, dice, que impulsa Hope!

‘Hope!’ tratará un tema concreto por capítulo

Cada uno de los 10 capítulos de la serie estará dedicado a “un gran área económica y social”, en palabras de Peña. “Uno tratará sobre la energía, otro sobre la movilidad, otro sobre la alimentación, otro sobre la economía…”. ¿Y la política? Este tema tan resbaladizo, pasional y polarizado, ¿cómo se abordará? “Hay una cosa de los vídeos que he hecho en Hope! que siempre me ha llamado la atención: su transversalidad política”, explica Peña. “Según he podido comprobar, esos vídeos los comparte todo el mundo sin importar su ideología. Yo creo que este tema es totalmente transversal. Da igual que seas de extrema derecha o de extrema izquierda. Mientras seas una persona que vive en la Tierra, este tema te interesa”.

Para lograr este nivel de aceptación, Peña cree que hay que “desactivar las resistencias provocadas por el lenguaje”. Es decir, que el léxico no te traicione desvelando que tienes unos determinados principios políticos. “Si les hablas de medioambiente, de ciencia, de química… creo que se puede traspasar esa barrera de la ideología, de los a prioris, de los sesgos de confirmación”. Salvo en casos especiales, claro: “Uno llega hasta donde puede llegar. A los negacionistas del virus o a los que decían que la nieve era plástico, a esos seguramente no podamos llegar”.

Inspirados por la nave que protagonizaba Cosmos, hay un elemento que vertebra la narración de Hope! Estamos a tiempo. Se trata del simulador Sagan (en homenaje al creador de aquella serie), una suerte de máquina que recopila los datos de CO2 en la atmósfera y que permite ensayar soluciones para afrontar el problema climático. “Así explicaremos cuáles son las mejores alternativas para descarbonizar nuestra sociedad», explica Peña. Una tarea aún posible pero, reconoce, hercúlea y compleja. “Para esto no vale sólo con dejar de emitir CO2, hay que restaurar los ecosistemas a gran escala”.

La magnitud del reto es tan grande que la duda siempre sobrevuela sobre este asunto. ¿De verdad aún es posible? “Claro que sí”, asegura Mariano Baratech. “Se puede vencer a un virus en un año y medio, lo hemos demostrado. Así que esto también se puede hacer. Si la humanidad se lo propone, en tres o cinco años, a lo bruto, lo hacemos. Pero tiene que ser a lo bruto porque si no, no llegamos”.

“A nivel técnico y material es posible –añade Peña–. Eso ya está calculado. Quizás no lleguemos a una concentración de CO2 atmosférico de 350 partes por millón [el límite de seguridad climática], pero sí a alcanzar las cero emisiones y a empezar a doblegar la curva. Incluso a revertir el calentamiento global a medio plazo”.

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COMENTARIOS

  1. Aún con catastrofismo la mayoría de la gente no coopera.
    Imagínate si le dicen que la cosa no es tan grave.
    Los grandes depredadores estarán encantados con este mensaje.
    A ver, que la derecha representa políticamente al capital, a los grandes depredadores.
    Genuino SOCIALISMO O BARBARIE.
    Vivir con sencillez y cooperación en lugar de promover el enfrentamiento y la competitividad.
    No hay que ser comunista para reconocer que este breve vídeo está cargado de razón:
    https://www.youtube.com/watch?v=LXY8epxirRg

    de todos es muy de agradecer la labor de Peña y ójala que hubiera muchos Peñas en el Planeta.

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