Iberdrola manda a varios altos cargos a las reuniones previas a la COP28

A pesar de que todavía faltan cinco meses para que se celebre la 28º Cumbre del Clima (COP), que tendrá lugar en Dubai (Emiratos Árabes Unidos), las negociaciones por el clima ya han arrancado. Durante las dos últimas semanas, la ciudad alemana de Bonn, donde se encuentra la sede de ONU Cambio Climático, ha sido el epicentro de los habituales encuentros previos a la COP28. Y una vez más, los lobbistas fósiles se han sumado a la fiesta.

Acorde a la lista provisional facilitada por el organismo climático de Naciones Unidas, 5.647 personas se registraron para acudir a la Conferencia de Bonn sobre el Cambio Climático –conocida como SB58–. Es posible finalmente no asistan o que acudan otras que no están en esta lista, como Greta Thunberg. Del total de participantes, 2.689 corresponden a organizaciones, empresas y entidades, y 2.813 a las delegaciones de los 189 países asistentes. El resto lo completan medios de comunicación.

Emiratos Árabes, organizadora y anfitriona de la COP28, ha sido el país que más gente ha enviado, como ya ocurrió en la pasada cumbre celebrada en Egipto, cuando llevó a más de 1.000. Para este evento, su delegación está compuesta por 104 personas. Entre ellas está el sultán Ahmed Al Jaber, presidente designado de esta cumbre. Además de ministro, es consejero delegado de la petrolera estatal ADNOC, una de las empresas que más contribuye al calentamiento global.

Entre las personas acreditadas para la conferencia de Bonn hay representantes de petroleras, bancos, empresas automovilísticas y grupos de presión. En el caso de España, destaca la presencia de Iberdrola. Aunque muchas empresas españolas están representadas al formar parte de distintos lobbies, Iberdrola ha sido la única que ha mandado a gente suya personalmente.

En la lista provisional de asistentes de la ONU figuran Cristina Moral Urra, responsable de Políticas Climáticas y Relaciones Internacionales; Araceli de Carlos Sebastián, analista senior de cambio climático; Gonzalo Sáenz de Miera, director de Cambio Climático y Alianzas del Área de Presidencia; y Miguel Ángel Muñoz Rodríguez, responsable de Políticas Climáticas y Alianzas. Ni Cristina Moral, ni Araceli de Carlos, ni Gonzalo Sáenz han comunicado a la ONU que pertenecen a Iberdrola. La primera ha ido adherida a la Asociación de Empresas de Energía Eléctrica (cuyo socios son Endesa, EDP y la propia Iberdrola) y la segunda ha ido como parte de la delegación de la Asociación Española para la Economía Energética (que tiene como socios patronos a Red Eléctrica e Iberdrola). El tercero acude como presidente del Grupo Español para el Crecimiento Verde, que cuenta con un órgano de decisión formado por Iberdrola, Acciona, BBVA y Ecoembes, entre otras compañías. Miguel Ángel Muñoz, quien también fue junto al GPCV, es el único que figura como miembro de Iberdrola en las listas provisionales.

Ocultar la empresa para la que trabaja e ir empotrada con un país, organización o entidad es una práctica habitual entre las personas asistentes, lo que dificulta la tarea de localizar a determinados perfiles. Por ello, es muy probable que haya más lobistas que no han podido ser identificados.

Haciendo un repaso a la lista completa, aparecen como inscritas la Organización de Países Exportadores de Petróleo, el Foro de los países exportadores de gas  –quienes en 2021 se quejaron a ONU Cambio Climático de sentirse víctimas de la «cultura de la cancelación»), la Organización de Países Árabes Exportadores de Petróleo, el Instituto Mundial de Captura y Almacenamiento de Carbono (que tiene entre sus miembros a ADNOC, ArcelorMittal, Técnicas Reunidas, Equinor y Mitsubishi), la Organización de Aviación Civil Internacional y la Organización Marítima Internacional. También se han desplazado hasta la reunión climática de Bonn la asociación fósil estadounidense IPIECA de la mano de Michael Gerard Cousins, director de Gases de Efecto Invernadero y Cambio Climático de ExxonMobil (donde lleva 40 años), y Arthur Lee, empleado de la petrolera estadounidense Chevron y uno de los autores del último gran informe del IPCC.

Recientemente, las organizaciones Corporate Europe Observatory y Corporate Accountability han publicado una investigación donde denuncian que las cinco grandes empresas de petróleo y gas a nivel mundial (Shell, BP, ExxonMobil, Chevron y TotalEnergies) han llevado a más de 400 cabilderos a las conversaciones climáticas de la ONU desde que se impulsó el Acuerdo de París, en 2015. En la misma línea, más de 130 miembros del Parlamento Europeo y congresistas de Estados Unidos han reclamado en una carta respaldada por casi 500 organizaciones endurecer los controles para reducir la influencia de los grupos de presión. 

Javier Andaluz, responsable de cambio climático en Ecologistas en Acción, señala que “nunca antes en Bonn” se habían “llevado a cabo tantas acciones de desobediencia civil”, y avisa de que habrá una respuesta muy fuerte en la COP28 por parte de las organizaciones y activistas climáticos. La Conferencia de Bonn sobre el Cambio Climático –conocida como SB58– suele tener menos atención que las COP, pero es de vital importancia para determinar los temas de los que allí se hablará y también para allanar posibles puntos conflictivos. 

Además, Andaluz explica que hay gran consenso dentro de toda la comunidad internacional en lo que respecta a los fósiles, pero también en lo relativo a la vulneración de derechos humanos que se cometen tanto en el país organizador de esta cumbre, Emiratos Árabes, como en el organizador de la anterior, Egipto. Como último apunte, el integrante de la organización ecologista asegura que, tras lo contenido en estas dos semanas de conferencia, se ha perdido toda la confianza entre el norte y sur global, lo que supondrá un gran escollo en las negociaciones pendientes.