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No podemos abrazarnos, no podemos ver a nuestros seres queridos, no podemos bailar en discotecas ni podemos viajar. Quizás por este motivo, The Blaze haya sacado unas de las sesiones más inspiradoras de los últimos tiempos, en colaboración con The Cercle.
Una hora y veinte minutos de electrónica en las que el dúo francés compuesto por Guillaume Alric y Jonathan Alric, primos, se luce en un escenario de ensueño: la terraza del teleférico de l’Aiguille du Midi, a 3.842 metros, con vistas de 360º a todos los Alpes franceses, suizos e italianos y, cómo no, vistas al Mont Blanc.
La iniciativa sale de The Cercle en colaboración con la Fundación Good Planet y la Fondation du Patrimoine para paliar los efectos de la crisis: un artista y un lugar mágico para recaudar fondos para la conservación del patrimonio y la protección del medio ambiente; para que las organizaciones mencionadas puedan continuar llevando a cabo sus actividades.
Good Planet es una iniciativa creada en 2005 por Yann Arthus-Bertrand, un fotoperiodista comprometido con el medio ambiente y la ecología. La Fundación ha trabajado con proyectos en 21 países, con instalaciones de cocinas solares, depósitos de biogás y la construcción de escuelas bioclimáticas. También trabaja con la sensibilización sobre la necesidad de un desarrollo sostenible a través de proyectos artísticos. Asimismo, orienta a empresas e instituciones para implementar enfoques ambientalmente responsables.
Por su parte, la Foundation du Patrimoine trabaja para salvaguardar el patrimonio local francés a través de diferentes programas de restauración en diferentes ámbitos, incluido el medioambiental.
No es la primera vez que The Cercle sorprende con sus producciones. Esta sesión de Christian Löffler en Fontaine de Vaucluse, en el sur de Francia, es toda una gozada, así como esta de Einmusik b2b Jonas Saalbach en Preikestolen, en Noruega, o esta, con un público muy afortunado, de ZHU en las montañas de Hakuba, en en el norte del parque nacional de Chubu-Sangaku, en Japón.
Una buena manera de disfrutar de buenas sesiones de música electrónica sin moverse de casa y con unas vistas espectaculares.