Julià Guillamon: “Hay una gran necesidad, una gran voluntad de retornar a la naturaleza”

El escritor catalán acaba de publicar 'Les cuques', una novela que vuelve al bosque, a los insectos, a todo aquello a lo que solemos dar la espalda.
Julià Guillamon: “Hay una gran necesidad, una gran voluntad de retornar a la naturaleza”
Foto: Hoplia Coerulea 8-7-07 011

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Julià Guillamon (Barcelona, 1962) acaba de publicar Les cuques (Anagrama, en catalán); Mariposas de invierno (Círculo de tiza, en español). No es un bestiario, no son unas memorias, pero salen animales y recuerdos. Muchos recuerdos. 60 textos, tres personajes y tres escenarios: Barcelona, Arbúcies (un pueblo en el Montseny) y Llançà, en la Costa Brava. En cada capítulo, un insecto que funciona, a veces como protagonista, a veces como pretexto.

Tampoco pretende ser, Les cuques, un ensayo científico y asegura el autor que es un libro sobre el tiempo y que “los personajes son títeres expuestos al paso del tiempo”. Tres veranos y una vida que se presenta incierta. Ante este panorama, un bosque narrado que salva. El relato es discontinuo, como la vida, y la prosa, preciosista, detallista y delicada. Guillamon escribe desde donde escribiría un escarabajo rinoceronte: “un animal herido, atropellado por la vida”, después de una experiencia personal dura: el derrame cerebral que sufrió su mujer y que la mantuvo varios meses en coma. Y el bosque, y los que lo habitan, salva.

Les cuques se podría etiquetar como nature writing, pero su autor pone mala cara cuando se le menciona. Él escribe sobre la naturaleza, la conoce y la comunica. Su pretensión es la literatura y asegura no adherirse a ninguna corriente. Escribe. Quizás sea un truco de las editoriales para vender más, o quizás no, quizás estemos empeñados en clasificarlo todo, en encerrarlo en cajones estancos para poder señalar y decir: “esto es esto”. No es el caso de Les Cuques, una novela que nos acerca un poco al mundo real, ese al que demasiado a menudo damos la espalda.

  1. La pandemia COVID-19 ha exacerbado las amenazas a las comunidades de todo el mundo: el acaparamiento de tierras y los abusos contra los derechos humanos agravan el riesgo inminente para la salud pública y los efectos bien documentados de la inseguridad alimentaria y la pobreza extrema.
    Los pueblos indígenas de Uganda y las comunidades locales han cuidado sus tierras durante generaciones, pero la falta de derechos a la tierra seguros deja a muchos de ellos vulnerables al acaparamiento de tierras por parte del gobierno y el sector privado.
    35.000 personas sin hogar mientras las empresas privadas invaden tierras de Kiryandongo
    Cuando las comunidades pierden sus hogares a manos de la agricultura de plantaciones, petróleo y gas, o minería, también pierden sus medios de vida, seguridad alimentaria e identidades.
    Respetar la #landrightsnow comunitaria es más urgente que nunca. Los pueblos indígenas y las comunidades locales del mundo desempeñan un papel clave en la protección de los bosques y la biodiversidad, que los científicos confirman que es clave para prevenir futuros brotes de enfermedades infecciosas.
    Land Rights Now I Fionuala.

  2. ¿Qué lleva a alguien a cometer un crimen ambiental?
    ¿Qué motiva las acciones delictivas contra el medio ambiente y especialmente contra la fauna? ¿Qué caracteriza a las personas que las cometen? Con estas preguntas arranca el Estudio sobre el origen y las motivaciones de la criminalidad ambiental que presenta SEO/BirdLife y que ha realizado junto a la Sociedade Portuguesa para o Estudo das Aves (SPEA).
    para analizar en concreto la situación en España y Portugal, se han analizado 258 sentencias judiciales por infracciones contra la fauna a lo largo de las dos últimas décadas para conocer el perfil de los autores y su ámbito sociocultural; se ha realizado una encuesta de población en la Península Ibérica a 1.300 personas para conocer la percepción social sobre los crímenes ambientales y se ha consultado a más de 50 personas expertas en la investigación de estos delitos.
    “La mayoría de los delitos contra la fauna son cometidos por hombres, de 42 años de edad media y en cotos de caza”
    ¿Qué motiva la criminalidad ambiental?
    Teniendo en cuenta las más de 350 referencias bibliográficas sobre la delincuencia contra los hábitats y la fauna y la flora del mundo, las motivaciones para delinquir contra el medio ambiente son múltiples, complejas y combinadas en muchos casos. Se recogen aspectos psicológicos, sociológicos, ambientales y criminalísticos de delitos que incluyen el tráfico ilegal de residuos, los incendios forestales intencionados, las talas ilegales, la caza y pesca ilícitas, el contrabando de especies de fauna y flora, la tenencia de especies protegidas de fauna, el comercio y la tenencia ilegales de productos derivados de especies protegidas o la liberación de especies exóticas invasoras.
    Los autores no suelen sentirse culpables por transgredir las normas y las sanciones no suelen cambiar su comportamiento (excepto en el caso de la destrucción de nidos de especies protegidas). Por ello, estiman que una mayor severidad de esas sanciones contribuiría a desmotivar al delincuente, junto con medidas de prevención y respuesta alternativas. El 70% de las personas expertas cree que contar con perfiles criminales es muy importante o imprescindible para abordar la delincuencia ambiental. Estos perfiles estudian las características biográficas y del estilo de vida del responsable de un crimen, los aspectos psicosociales del comportamiento humano y la motivación para delinquir, lo que permite focalizar y centrar una investigación policial o prevenir determinadas agresiones por el conocimiento previo de patrones de conducta.

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