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De Iberdrola a la CEOE: decenas de lobistas españoles en la COP27

La cumbre del clima que se celebra en Egipto acoge a más de 600 grupos lobistas de todo el mundo ligados a los combustibles fósiles, entre ellos, empresas y organizaciones españolas que contribuyen a la crisis climática.
De Iberdrola a la CEOE: decenas de lobistas españoles en la COP27
Foto: REUTERS/Mohamed Abd El Ghany.

Nadie quiere perderse la cumbre del clima más importante del año. Más de 30.000 personas han sido acreditadas para la COP27 que se celebra en estos momentos en Sharm El Sheikh, Egipto. Entre este abultado número de asistentes hay de todo: jefes y jefas de Estado, políticos, equipos negociadores, activistas, prensa, organizaciones ecologistas… y empresas, muchas de ellas con una importante contribución a la crisis climática y con evidentes intereses económicos.

En total, hay registrados 636 grupos de presión afiliados a algunos de los gigantes del petróleo y el gas. Esta cifra, conservadora respecto a los datos reales, ha aumentado en un 25% en comparación con la COP26, a la que acudieron 503 representantes. Así se desprende del análisis que ha hecho Global Witness junto a Corporate Accountability y Corporate Europe Observatory (CEO) de la lista provisional de asistentes que elabora ONU Cambio Climático.

El número de lobbies de los combustibles fósiles supera al de cualquier otra delegación nacional exceptuando la de los Emiratos Árabes Unidos, país que acogerá la COP28 el año que viene y que ha registrado 1.070 cabilderos, lejos de los 176 de la edición pasada. De ellos, 70 van con la delegación del país. La segunda que más lleva es la rusa, con 33 miembros de lobbies relacionados con el petróleo y el gas entre sus 150 personas. Le siguen Kenia y Congo con 12, Oman con 11, Kuwait con 9, Canadá y Angola con 8, y Namibia con 3. En total, 29 delegaciones cuentan con grupos de presión entre sus filas.

Las principales empresas españolas acuden a la COP27

En la delegación española, a diferencia de otros años, no hay ninguna empresa ni grupo de presión. Según la lista remitida a Naciones Unidas, y la cual ha podido consultar Climática, la delegación de España está compuesta por más de 100 personas. En ella se incluye al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez; a la vicepresidenta para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera; a los ministros de Consumo, Alberto Garzón, y Asuntos Exteriores, José Manuel Albares; a varios secretarios de Estado, embajadores, directores generales, equipo técnico negociador, gabinete de prensa, secretarios, asesores, personal de AEMET, y agregados, entre otros.

No obstante, los pabellones de la COP27 sí tendrán una importante presencia de empresas y personas españolas que han contribuido, paradójicamente, a lo que se intenta buscar solución. Como se puede comprobar en la tabla de arriba, las compañías que más impulsan la crisis climática y la pérdida de biodiversidad tienen su acreditación para la cumbre, y por tanto, capacidad de influir en la decisiones.

La que más personas ha enviado es Iberdrola, una de las diez empresas que más gases de efecto invernadero expulsa a la atmósfera en España. Viajan al menos 12 individuos, entre ellos su presidente y consejero delegado, José Ignacio Sánchez Galán, un habitual de estos eventos.

No todos viajan en la misma delegación, sino que lo hacen en cinco diferentes: Asociación de Empresas de Energía Eléctrica, Foro Internacional de Transporte, WindEurope (Asociación Europea de Energía Eólica), Grupo Español de Crecimiento Verde (cuyo órgano de decisión está formado por Ibedrola, Acciona, BBVA y Ecoembes, entre otras), Foundation for the Global Compact (ligada a Naciones Unidas) y Asociación Española para la Economía Energética. Esta práctica es habitual en todas las empresas, lo que hace más difícil localizarlos.

Otra que también ha montado un buen grupo para la cumbre es Acciona, empresa que publicita mucho su buen hacer en renovables pero cuya principal actividad son los servicios aeroportuarios y grandes infraestructuras. Entre los asistentes está su presidente y CEO, José Manuel Entrecanales. De los ocho miembros que se desplazan a Egipto, seis lo hacen con la delegación de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), que acoge a 17 personas, entre ellas a Ana Rivero Fernández, directora de Inversiones Sostenibles del Banco Santander; a Tomás Conde Salazar, director de Sostenibilidad del BBVA; y a Luis Coloma Yepe, director de Sostenibilidad Medioambiental y Raquel Pazos Chantrero, responsable de Comunicación y Relaciones Institucionales, ambos de Inditex.

En la lista provisional que ha consultado y analizado Climática también figuran directivos de ArcelorMittal (de la filial en Canadá), Endesa, EDP, Repsol y Naturgy, cinco de las compañías que más gases de efecto invernadero expulsa a la atmósfera en España, según el Observatorio de la Sostenibilidad. Asimismo, es llamativo –y sintomático por la crisis energética que atraviesa el mundo– que esté la delegación de la Asociación Española del Gas (SEDIGAS), con su presidente, Joan Batalla, a la cabeza.

Los lobistas ganan a los países más vulnerables

Tal como se desprende del análisis de Global Witness, hay más lobistas de combustibles fósiles registrados que representantes de los diez países más afectados por el cambio climático según la clasificación de GermanWatch. Estos son Puerto Rico, Myanmar, Haití, Filipinas, Mozambique, Bahamas, Bangladesh, Pakistán, Tailandia y Nepal. Asimismo, otros Estados africanos —aparte de Mozambique— afectados por el cambio climático también querían tener una fuerte presencia en esta cumbre pero no ha sido posible por los altos costes de los alojamientos y problemas con la visa.

"Se ha hablado mucho de que esta es la llamada COP africana, pero ¿cómo se van a abordar los graves impactos climáticos en el continente, cuando la delegación de los combustibles fósiles es mayor que la de cualquier país africano? Más de 450 organizaciones de todo el mundo piden a los gobiernos mundiales que hagan lo que deberían haber hecho desde el primer día. Es hora de echar a los grandes contaminadores. Ya no hay que escribir las reglas ni financiar las conversaciones sobre el clima", afirma Phillip Jakpor, de responsabilidad empresarial y participación pública de África.

Este análisis se publica pocos días después de que un grupo de 17 especialistas designados por la ONU haya presentado en la COP27 un informe instando a las empresas, entidades financieras, ciudades y regiones que se comprometan a reducir «inmediatamente» las emisiones en toda su cadena de valor. El objetivo: poner fin al lavado verde, también conocido como greenwashing.

Ante esta incongruencia, una amplia coalición "exige que la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático y los países echen por fin a los grandes contaminadores de las conversaciones sobre el clima, y exigen un marco de responsabilidad que excluya claramente a las organizaciones que tienen intereses financieros o creados en la producción o la quema de combustibles fósiles".

En palabras de un portavoz de los grupos activistas, "los grupos de presión del tabaco no serían bienvenidos en las conferencias de salud, los traficantes de armas no pueden promover su comercio en las convenciones de paz. Los que perpetúan la adicción a los combustibles fósiles en el mundo no deberían ser admitidos a través de las puertas de una conferencia sobre el clima. Ya es hora de que los gobiernos dejen de ser los bolsillos de los contaminadores, entren en razón y ayuden a que la COP27 sea el éxito que el mundo necesita vitalmente".

Según el listado provisional de ONU Cambio Climático –será definitivo una vez termine la cumbre–, están acreditados representantes de Shell, BP, ExxonMobil, Chevron, Equinor, JP Morgan Chase, Mitsubishi Corporation, Ecopetrol,, United Airlines, Gazprom, TotalEnergies, Volvo, HSBC, Danone, Nestlé, Uniliver, BlackRock, PepsiCo, Volkswagen, Bank of America, AXA, Walmart y Bayer. También están presentes la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y el Foro de Países Exportadores de Gas (quienes hace un año dijeron a ONU Cambio Climático sentirse víctimas de la «cultura de la cancelación»).

A pesar de la amplia lista de empresas con un historial dudoso, según ha dicho este jueves en rueda de prensa Wael Aboulmagd, asesor del presidente de la COP27, cuando se reparten las acreditaciones ellos no saben si vienen o no a ejercer presión.

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