La NASA advierte que la agricultura y el turismo secan Doñana

La NASA señala que los humedales del Parque Nacional de Doñana se están secando debido al incremento de cultivo de regadío como el de la fresa.
Foto: NADA

Doñana lleva años siendo tristemente noticia por la sobreexplotación de aguas subterráneas que amenaza su ecosistema. El Parque Nacional se encuentra “estado crítico”, ya que más de la mitad de sus lagunas han desaparecido, según explicó, el pasado mes de abril, Eloy Revilla, director de la Estación Biológica de Doñana-CSIC a raíz de la polémica ley del PP y Vox que pretende regularizar el riego de 1.500 hectáreas de cultivos. Ahora, ha sido la NASA quien ha querido dar visibilidad al mal estado de los humedales de Doñana.

La NASA ha compartido en redes sociales una imagen que muestra la problemática del agua en Doñana y señala las causas: “Los humedales del Parque Nacional de Doñana en España se están secando debido a la demanda de agua subterránea por la agricultura, el turismo y la sequía”. “Los científicos informan que el 83% de las lagunas del humedal se están inundando en menor medida y durante menos tiempo de lo que se explicaría por el clima”, ha añadido la agencia estadounidense.

Además, la NASA dedica un artículo al Parque Nacional de Doñana en su página web y resalta el valor ecológico de la zona. “Las marismas, humedales y dunas de Doñana proporcionan hábitat para cientos de especies de aves, junto con animales como el águila imperial ibérica y el lince ibérico, en peligro de extinción”.

Destacan cómo la acción humana ha alterado el pasaje de Doñana en las últimas décadas. “La misma agua subterránea que impulsa los ciclos de inundación del humedal también está disponible para usos fuera del Parque Nacional. La agricultura y el turismo más allá de los límites del parque han gravado cada vez más ese suministro de agua”, explican.

La NASA cita un estudio llevado a cabo por científicos de la Estación Biológica de Doñana-CSIC que utilizó más de tres décadas de datos satelitales de Landsat para comprender cómo las demandas humanas sobre el acuífero han afectado a los estanques. El análisis cuantifica el alcance y la duración de las inundaciones en 316 lagunas entre 1985 y 2018 y comprueba que las actividades humanas han contribuido en mayor medida a su degradación que los fenómenos climáticos.

Comparativa en el Parque Nacional de Doñana. Imagen de la Estación Biológica de Doñana-CSIC.

La NASA resalta que, en las últimas décadas, los agricultores de la zona han pasado de trabajar con cultivos tolerantes a la sequía, como aceitunas y cereales, a cultivos de regadío más intensivo como las fresas. “España es uno de los principales exportadores de fresas, y la mayoría de ellas se cultivan en la provincia de Huelva, donde se encuentra Doñana”, indican. De hecho, hace unas semanas, una campaña ciudadana alemana pedía a los supermercados como Lidl o Aldi que vetasen las fresas procedentes de Huelva para “no contribuir a la desecación de Doñana”:

El Parque Nacional de Doñana fue declarado Patrimonio Mundial por la Unesco en 1994. Logró tal distinción al considerarse “un ejemplo excepcional de gran humedal mediterráneo donde conviven diversos ecosistemas que dan cobijo a una variada fauna”. Ahora, ese reconocimiento está en peligro debido al estado actual del ecosistema. La Unesco valora incluir el Parque Nacional de Doñana en la lista de Patrimonio Mundial en peligro en septiembre.

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