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‘Natura Bizia’: enseñar para conservar

El documental de Lexeia Larrañaga hace un hermoso recorrido por la biodiversidad de Euskadi y Navarra. Allí, muchos hábitats y especies están amenazados por la mano del ser humano y el cambio climático.
‘Natura Bizia’: enseñar para conservar
Ejemplar de halcón peregrino en el documental ‘Natura Bizia’. Foto: AVIS PRODUCCIONES

Para defender la biodiversidad hay que conocer la biodiversidad. Viviendo de espaldas a la naturaleza, muchos urbanitas se quedan con la boca abierta cuando descubren la increíble variedad de especies que (quién sabe por cuánto tiempo) habitan entre nosotros, apenas a unos pocos kilómetros de las ciudades. Euskadi y Navarra, dos de los grandes polos industriales de la Península Ibérica, son también zonas espectaculares desde el punto de vista natural. Así lo demuestra el documental Natura Bizia, que llega ahora a los cines, y cuyo retrato abarca desde el mar Cantábrico hasta la selva de Irati, desde el Pirineo hasta el desierto de las Bardenas Reales, retratando un territorio de enorme riqueza biológica.

Su directora, Lexeia Larrañaga, llegó al cine documental a través de la observación de su entorno más cercano, lo mismo que su principal operador de cámara, Alex Gutiérrez. «Desde niños, Alex y yo somos unos apasionados de la naturaleza —explica—. Mucha gente nos pregunta: “¿Sois biólogos?”. Y no, nunca hemos estudiado Biología, pero nos encanta. Hemos ido aprendiendo a ser naturalistas poco a poco, año a año». Para este aprendizaje, según nos cuenta, no hay que alejarse demasiado. Los animales están aquí, «son increíbles y no hay que ir a África para verlos». Y no exagera.

A priori, podría pensarse que su película sería un austero recorrido por el rural vasco-navarro, enumerando especies más o menos conocidas por todos. Y no. Se trata de un despliegue exuberante de fauna y flora que rivaliza con el de esos santuarios que suelen verse en los mejores documentales sobre naturaleza. ¿Esas ballenas, rodadas con impresionante dramatismo por Enrique Talledo, están en las costas de Sudáfrica? ¿De California, quizás? Pues no, se trata del golfo de Vizcaya. Esa mariposa con esos colores tan chillones, ¿no pertenece a un ambiente tropical? Tampoco. Se trata de una graellsia y vive en el Pirineo. Y esos bosques que cambian de color de forma tan espectacular según las estaciones, ¿están en Canadá? No, es el parque natural de Izki, y está en Álava.

ciervo
La berrea del ciervo. AVIS PRODUCCIONES

«El objetivo es enseñar», afirma Larrañaga. «Porque si no enseñas y el público no lo ve, no va a hacer nada para preservar lo que tenemos. Queremos tocar el corazón de la gente que vaya a ver la película para que piense: “Sí, merece la pena que conservemos esto”. Este es el planeta en el que vivimos y todos podemos poner de nuestra parte para intentar frenar los cambios que van a venir».

Supervivientes

Natura Bizia muestra al público todas esas especies de animales que habitan cerca de nuestros hogares. «Y que están luchando por sobrevivir en este entorno tan humanizado«, añade su directora. «Son increíbles. Son unos supervivientes. Tienen un mérito de la leche».

Entre estos luchadores hay que destacar al visón europeo, el mamífero más amenazado del continente. Las razones de su disminución (apenas quedan cien ejemplares entre Euskadi y Navarra) está en el deterioro que han sufrido sus ecosistemas y en la introducción de una especie invasora: el visón americano. Es complicadísimo grabarlo en libertad, pero Larrañaga y su equipo lo han conseguido. «Además, ¡es que es un bicho muy rápido! ¡Es una bala!», ríe la directora. «Hay muy pocos, conseguir ver uno es sumamente difícil. Y cuando aparece hay que estar muy concentrado para sacar una buena toma porque en las cámaras de cine el enfoque es manual. Tuvimos mucha suerte, sí», explica la directora para ilustrar las dificultades técnicas.

Y a las técnicas hay que sumar las propias del medio: «Hay veces en las que te tienes que meter en el escondite de madrugada y esperar hasta que se haga de noche para salir. ¡Y el animal no aparece! Te vuelves a casa sin nada». Con las nutrias les ocurrió eso. Pero también hay sorpresas agradables, como la del visón europeo o la del azor.

El azor tiene una forma muy particular de alimentar a sus crías. El macho caza, deja la presa en un sitio, y llama a la hembra. Ésta acude allí para desplumarla, cortarla en pedazos y llevársela a los polluelos. «La hembra de azor es muy agresiva. El macho trata de no acercarse al nido, sobre todo cuando la hembra está incubando», explica Larrañaga. En Natura Bizia puede verse este intercambio de presas, algo que nunca antes se había rodado. «Biólogos y especialistas de nuestro entorno han alucinado con ese momento«, asegura la directora.

Los mejores referentes

El arte del documental sobre naturaleza se ha sofisticado mucho en los últimos años. Directores como Jacques Perrin (Nómadas del viento, Océanos) o el propio Joaquín Gutiérrez Acha (Cantábrico, Dehesa…) han elevado el nivel técnico del género. En televisión, la serie Planeta Tierra, de la BBC, y sus secuelas han marcado un antes y un después en lo que ha documentales se refiere. Ahí se enmarca Natura Bizia. «Es que ese fue siempre nuestro ejemplo —asegura Larrañaga—. Buscamos conseguir ese aspecto formal que se ve en las series de la BBC y también su enfoque narrativo. Intentamos atrapar al público contando historias. Con cada especie animal hay que contar una historia interesante». Eso forma parte, explica, de la labor de divulgación. «Se trata de ampliar la audiencia, de no hablar solo a los amantes de la naturaleza sino también a aquellos que están más al margen. Precisamente para que se interesen por el tema».

ciguenuela
El baile de las cigüeñuelas en la laguna de Pitillas (Navarra). AVIS PRODUCCIONES

El resultado impresiona, precisamente, porque Natura Bizia está muy lejos de ser una superproducción. Lo ha sacado adelante un equipo de rodaje muy reducido: la propia Lexeia Larrañaga, los operadores Alex Gutiérrez (también montador) y Peio Murua, y el ya citado cámara submarinista Enrique Talledo. De la narración en euskera se encarga Kiko Jáuregui. En castellano suena la voz de José María del Río, el inolvidable actor de doblaje de Carl Sagan en la serie Cosmos y del naturalista David Attenborough. «Poder contar con José María ha sido una pasada. Siempre hemos sido muy fans. Para nosotros es el mejor. Le da un toque que es una pasada. Teníamos claro que había que intentar contar con él. Y como el ‘no’ ya lo teníamos, pues nos lanzamos. Cuando nos mandó el primer borrador, grabado en su casa, sin ver las imágenes, solo leyendo unas páginas de guion, bueno… ¡se nos pusieron los pelos de punta!».

El documental es también el germen de una serie de ocho capítulos que se estrenará próximamente en la EITB y que estará presentada por el alpinista Alberto Iñurrategui. El carácter de la serie será diferente al de la película. «Alberto visita varias zonas geográficas y entrevista a especialistas que están trabajando en el medio natural para intentar conservar o recuperar un lugar o una especie», explica Larrañaga.

Algunas de las que ha conseguido rodar para Natura Bizia, como el urogallo o el visón europeo, están en riesgo crítico. Su directora trata de convencerse de que habrá más oportunidades para grabarlos de nuevo, aunque el futuro no se presenta demasiado halagüeño. Su extinción sería otro golpe mortal a la biodiversidad y, de paso, también al ser humano. «Intentas ser optimista, claro. Pero hay especies que están muy mal. Por desgracia, no les queda mucho tiempo», se lamenta Larrañaga. «Las perdices nivales, por ejemplo, son un tesoro biológico, un reducto de la época de la glaciación. Con el calentamiento global y la reducción de la nieve en las montañas es una especie que va a desaparecer pronto. Y hay muchos otros animales en la misma situación. El oso pardo también se verá golpeado por el cambio climático. Ya no podrá hibernar y en invierno es probable que no encuentre el alimento suficiente. Y lo mismo ocurrirá con las marmotas. Y luego está el tema de los plásticos en el mar. Los cetáceos creen que son medusas y se los comen. Ese plástico se les acumula en el estómago y mueren envenenados o de inanición. Da muchísima pena pensar en todo esto».

‘Natura Bizia’ se estrena en cines el 16 de abril.

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