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Ninguna de las economías del G20 es coherente con el Acuerdo de París

Los planes de crecimiento de las mayores economías del mundo no son compatibles con contener el calentamiento en 1,5ºC
Ninguna de las economías del G20 es coherente con el Acuerdo de París
Foto de familia de la cumbre del G20 celebrada en Osaka en junio de 2019. Foto: Alan Santos / PR (via Wikimedia). (Lic: CC BY 2.0) Foto: g20-osaka

Ninguno de los países del G20 tiene planes coherentes con el objetivo del Acuerdo de París de contener el calentamiento global en 1,5ºC sobre niveles preindustriales. Además, solo la mitad de estos Estados tienen planes de acción climática. Estas son dos de las conclusiones del informe Brown to Green, publicado este lunes por la ONG Climate Transparency. “Las economías del G20 tendrán que incrementar la ambición de sus objetivos de emisiones para 2030, así como escalar de manera significativa sus medidas de adaptación, mitigación y financiación durante la próxima década”, afirman las personas que firman el informe.

Alrededor de la mitad de los países están en disposición de cumplir con sus compromisos climáticos (aunque estos sean insuficientes para alcanzar el objetivo de 1,5ºC), aunque el informe excluye los objetivos relacionados con el uso de la tierra, la agricultura y la silvicultura. Entre ellos están la UE y sus miembros individuales, así como China, India, Indonesia, Rusia, Arabia Saudí y Turquía. Sin embargo, el informe recuerda que los tres últimos tienen unos compromisos “muy inadecuados” al objetivo común alcanzado en París. Canadá, Australia y Corea del Sur son los países que están más lejos de cumplir sus compromisos.

Energía

El documento indica que las emisiones relacionadas con la energía, que suponen el grueso de los gases de efecto invernadero, aumentaron en un 1,8% en los países del G20 en 2018, debido sobre todo al crecimiento económico. La producción de energía a partir de combustibles fósiles creció en nueve de estos países: Australia, Canadá, China, India, Indonesia, Rusia, Sudáfrica, Corea del Sur y Estados Unidos. Las dos naciones norteamericanas (Estados Unidos y Canadá) fueron las que experimentaron una subida más pronunciada. 

En total, especifica el informe, los mixes energéticos combinados de todos los países del G20 todavía cuenta con un 82% de combustibles fósiles. Para ser compatible con los objetivos fijados en el Acuerdo de París, la proporción a nivel global tendrá que bajar hasta el 67% para 2030, llegando al 33% a mediados de siglo y eventualmente alcanzando niveles mínimos. Las grandes economías tienen que recortar sus emisiones actuales en al menos un 45% para 2030, llegando a la neutralidad de carbono, como muy tarde, para 2070. Los países industrializados del G20 deben alcanzar el cero neto antes que los demás, alcanzando la neutralidad en sus sistemas eléctricos para 2050.

Transporte

Las emisiones procedentes del transporte crecieron un 1,2% en 2018, lo que es del todo incompatible con un futuro por debajo de 1,5ºC. La proporción de combustibles bajos en carbono (actualmente el 6%) en los parques móviles del G20 tendrá que multiplicarse por diez para 2050. El informe señala a Estados Unidos, Canadá y Australia como los mayores infractores si se toman las emisiones per cápita. Además se hace especial hincapié en que Australia carece de planes para eliminar los vehículos de combustión interna. En el otro lado de la balanza está China, de la que se destaca la implantación de vehículos eléctricos y la legislación de transporte público.

Edificios

El sector de la construcción es el que supuso un mayor aumento de las emisiones en las mayores economías del mundo. Los gases de efecto invernadero procedentes de los edificios crecieron un 4,1%. En este sector, los países de la UE son los que más cerca están de cumplir con los objetivos compatibles con el 1,5ºC, al contar con planes para la adaptación de edificios ya existentes, y no sólo los nuevos.

Industria

El informe califica el aumento en las emisiones industriales (un 3,1% mayor que el año anterior) como “problemático”. Climate Transparency señala que, aunque la mayor parte de este aumento se observó en Rusia, China e India, esto se debe en parte a la deslocalización de empresas pesadas de países más desarrollados. Además, según el informe, India y China tienen las legislaciones más ambiciosas del G20 en cuanto a eficiencia energética en la industria. Sin embargo, ningún país tiene planes para reducir las emisiones industriales entre un 75% y un 90% para 2050, requisito necesario para contener el calentamiento global en 1,5ºC.

Agricultura y ganadería

Cerrando el capítulo de mitigación, el informe señala que la reducción en el consumo de productos de origen animal hará que se reduzcan las emisiones procedentes de la agricultura y la ganadería. Asimismo, los autores lamentan la creciente deforestación de los cuatro países del G20 que cuentan con selvas tropicales (Argentina, Brasil, Indonesia y Australia), y pide a esas cuatro naciones que desarrollen planes para contenerla. India es el único país que tiene un plan contra la deforestación compatible con el objetivo de 1,5ºC

Finanzas y subsidios.

Durante 2018, los estados del G20 (exceptuando a Arabia Saudí) adjudicaron hasta 127.000 millones de dólares en subvenciones a proyectos de combustibles fósiles, según el informe. Aunque es una cantidad notablemente más baja que los 248.000 millones de dólares asignados en 2013, el informe recuerda que todas estas subvenciones deben haber desaparecido para dentro de cinco años. Los países europeos ya se han comprometido a eliminarlas el año que viene.

En contraste, los países del G20 proporcionaron 31.000 millones de dólares en financiación climática para países en vías de desarrollo.

De los subsidios a los combustibles fósiles, los más perjudiciales para el clima son los que se otorgan al sector del carbón. Aunque la mayoría de países ya no subvencionan la minería, sí siguen existiendo pagos a las centrales eléctricas que usan este combustible. Entre 2016 y 2017 se les adjudicaron unos 28.000 millones de dólares.

De los 20 países del grupo, tan solo dos (Australia e India) carecen de sistemas de tasas o precios de carbono. Sin embargo, el precio sigue siendo demasiado bajo: El 71% de las emisiones se pagaron a menos de 30 euros por tonelada.

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