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2023 no ha sido solo el año más cálido en cuanto a temperatura global; también lo ha sido para los océanos, que han batido el récord de calor por quinto año consecutivo, según un estudio publicado en la revista científica Advances in Atmospheric Sciences. La publicación revela, además, que esta tendencia de calentamiento se mantendrá durante todo el siglo, incluso si se detuvieran las emisiones de gases de efecto invernadero.
La temperatura media mundial de la superficie del mar registró el año pasado un aumento de 0,23ºC en comparación con 2022, debido a que los 2.000 metros más superficiales del océano absorbieron una mayor cantidad de calor que en el año anterior, que ya había marcado el máximo previo.
El equipo autor del estudio, conformado por 17 institutos de investigación de China, Estados Unidos, Nueva Zelanda, Italia y Francia, determinó que el calor acumulado en el océano equivale a «hervir 2.300 millones de piscinas olímpicas«, según recoge este jueves la agencia oficial china Xinhua.
El estudio también calcula la salinidad del agua del océano, descubriendo que las zonas de alta salinidad experimentaron un aumento de la cantidad proporcional de sales, mientras que lo contrario ocurrió en las zonas de baja salinidad, marcando un patrón de que «lo salado se vuelve más salado, mientras que lo dulce se vuelve más dulce».
El director del estudio e investigador del Instituto de Física Atmosférica de la Academia China de Ciencias, Cheng Lijing, señala que el calentamiento del océano es un «indicador clave» para cuantificar el cambio climático, ya que «más del 90% del calor global termina en los océanos».
«Los océanos también controlan la rapidez con la que cambia el clima de la Tierra. Para saber lo que ha ocurrido o lo que ocurrirá al planeta, las respuestas se pueden encontrar en los océanos«, afirma el científico, citado por la agencia.
La publicación advierte además de que la alta temperatura de los océanos «reducirá el oxígeno en el agua de mar y su capacidad de absorber dióxido de carbono», lo que tendrá «graves consecuencias» para la vida marina, vegetal y animal.