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La ola de calor que ha sufrido la última semana gran parte de España es excepcional sin ninguna duda. Todos los datos y análisis llevan a esta clasificación. A falta de un análisis posterior riguroso (estudio de atribución) que determine cuantitativamente su carácter extraordinario, podemos relacionar de forma cualitativa las características de este evento con el cambio climático que está causando el calentamiento global antropogénico. Que no se malinterprete, no se vincula la existencia o no de la ola de calor con el cambio climático. Lo que se relaciona es el comportamiento anómalo de esta ola de calor.
El calentamiento global se relaciona con la temperatura media en todo el planeta, pero no todas las zonas lo sufren por igual. Al aumentar la temperatura media, el espectro de posibles temperaturas cambia también. Por ello, en cualquier punto de la Tierra, los días cálidos se han convertido en más probables que los días frescos. Las temperaturas que antes era consideradas extremas ahora son poco frecuentes, y las que antes eran prácticamente imposibles ahora son consideradas extremas.
El último informe del IPCC (el panel de especialista en cambio climático ligado a la ONU) afirma claramente que el calor medio y extremo están subiendo en todos los continentes por el cambio climático. Tras una exhaustiva revisión de los estudios publicados al respecto, es decir, del conocimiento científico actual, se concluye que:
- Una ola de calor que hubiera ocurrido una vez cada 10 años en el clima preindustrial (1850-1900) ahora pasaría 2,8 veces a lo largo de una década, y será 1,2 ºC más calurosa. A 2 ºC de calentamiento global (ya estamos a unos 1,2 ºC), ocurrirá 5,6 veces y será 2,6 ºC más calurosa.
- Una ola de calor que hubiera ocurrido una vez cada 50 años en el clima preindustrial ahora tendría lugar 4,8 veces a lo largo de 50 años y será 1,2 ºC más calurosa A 2 ºC de calentamiento global, ocurrirá 13,9 veces y tendrá 2,7 ºC más.
De la misma forma, no hay que olvidar también un aumento importante en meses fuera del periodo más cálido del verano.
Asimismo, es importante insistir en que las olas de calor extremas pueden ser hasta varios centenares de veces más probables debido al cambio climático. Numerosos ejemplos de este tipo podemos encontrar en los estudios de atribución para fenómenos individuales. La atribución ha mostrado de forma consistente que las tendencias de calor sí que se manifiesta en forma de olas de calor más calurosas y comunes. Por tanto, podemos establecer sin perder robustez que la conexión entre calentamiento global y olas de calor más intensas y frecuentes es muy sólida en todas las partes del mundo. Aunque hay que dejar claro que esto mismo no sucede con otros fenómenos más complejos, los cuales sí que necesitan estudios de atribución en profundidad.
Ola de calor y su vínculo con la circulación atmosférica
Al margen de la relación con el calentamiento global experimentado, empieza a haber cada vez más evidencias de que esta relación está soportada por cambios en la circulación atmosférica. Y es que no hay que olvidar que las olas de calor son una expresión del comportamiento de la circulación atmosférica. Por ejemplo, grandes ondulaciones de la corriente en chorro extratropical, conocidas como ondas de Rossby planetarias, pueden conllevar un calor extremo persistente. Recordemos, por ejemplo, los casos de Europa en 2003 y Rusia en 2010, donde murieron 70 y 55.000 personas, respectivamente. El calor excepcional en Siberia durante el invierno y la primavera de 2020 fue causado en parte por dinámicas atmosféricas ‘especiales’.
De hecho, existen ya evidencias de que la ola de calor que nos ha afectado ha sido consecuencia de un mecanismo ‘especial’ de esta circulación atmosférica mencionada, y que el cambio climático lleva años acentuando. Aunque continúa el debate sobre hasta qué punto el cambio climático está afectando a estas ondas planetarias y efectos ‘dinámicos’, siendo una línea de investigación muy candente.
En definitiva, también podemos caer en la imprecisión si somos demasiado cautos respecto al calor. Todos los análisis demuestran que existe una estrecha relación entre el cambio climático y las nuevas características extremas de ciertas olas de calor que nos afectan. La cuantificación de esa relación es lo que quedaría por determinar para cada episodio sospechoso, y esta ola de calor, por su extensión, intensidad y época del año, lo ha sido.
Juan Jesús Gonzalez Alemán es doctor en Física y Meteorólogo Superior del Estado en la AEMET (Agencia Estatal de Meteorología).
La industria de los combustibles fósiles ha estado encubriendo su negocio sucio con campañas de marketing brillantes y engañosas durante décadas que hacen que estas agencias de publicidad sean cómplices de alimentar la guerra, el conflicto y la aceleración de la crisis climática en todo el mundo.
Desde el Acuerdo de París en 2015, los Cannes Lions han otorgado más de 300 premios a la publicidad de productos y servicios fósiles.
Por primera vez, el último informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) expuso el papel de las relaciones públicas y la publicidad en el fomento de la crisis climática, mientras que cientos de científicos firmaron una carta pidiendo a las agencias de relaciones públicas y publicidad que dejen de trabajar con compañías de combustibles fósiles y difundir desinformación climática.
Debemos prohibir la publicidad y el patrocinio de combustibles fósiles en la UE.
La #BanFossilAds Iniciativa Ciudadana Europea (ICE) puede obligar a la Comisión de la UE a actuar. Si alcanzamos 1 millón de firmas para octubre, se verán obligados a considerar la prohibición de la publicidad y el patrocinio de combustibles fósiles para siempre.
Actuemos, Sing the ICE
https://act.greenpeace.org/page/85501/petition/1?utm_medium=email&utm_source=engagingnetworks&utm_campaign=email&utm_content=ECI.Cannes+La