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«La emergencia climática es la gran crisis de nuestra era». Con esta frase, y cuando ya habían transcurrido 12 minutos de intervención, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, abordaba (brevemente) el cambio climático en su discurso de este miércoles ante la Asamblea General de la ONU, en Nueva York. Unos instantes que aprovechó para recordar algunos de los objetivos aprobados por su Consejo de Ministros en materia de transición energética y ecológica, los cuales, por otra parte, han sido tachados de insuficientes por especialistas y diversas ONG (hasta el punto de iniciarse dos demandas al respecto).
Durante su monólogo de casi media hora, que comenzó recordando la erupción volcánica de La Palma, el presidente anunció que España contribuirá en 2022 con 30 millones de euros al denominado «fondo de adaptación». Esta aportación forma parte de los compromisos adquiridos por los países en el marco del Acuerdo de París y de la cumbre climática (COP26) que se celebrará en Glasgow el mes que viene.
En una línea similar habló el presidente estadounidense, Joe Biden. Adelantó que su país duplicará la ayuda económica a los países menos desarrollados para combatir la crisis climática. Eso sí: ha advertido de que, si bien EE.UU. liderará la lucha contra el cambio climático (y la pandemia), «no lo va a hacer solo», en referencia a la necesidad de una política multilateral.
Junto al cambio climático, la situación en Afganistán y la COVID-19 han sido los grandes temas de la apertura del 76º periodo de sesiones de la Asamblea General de la ONU. Precisamente, esta última insistía recientemente en que la pandemia no ha ralentizado el avance del cambio climático, y en que tampoco hay indicios «de un crecimiento más ecológico», como muchos países prometieron en otros foros similares.