Las cumbres del clima son un gran escaparate para las empresas y actores interesados (algunos con más razón que otros) en principio comprometidos con la acción climática. Y la COP28, que tendrá lugar del 30 de noviembre al 12 de diciembre en Dubái (Emiratos Árabes Unidos), apunta a ser la mayor de todas las citas climáticas hasta la fecha, al menos en cuanto a asistencia. La organización estima que acudirán 70.000 personas, una cifra muy por encima de la COP27 celebrada en Sharm El-Sheikh (Egipto), donde se reunieron 49.704 personas, la más numerosa hasta el momento.
En cada edición, la mayoría de patrocinadores suelen ser empresas del propio país, tengan mayor o menor proyección internacional. También las hay reconocidas mundialmente. Una de las habituales es española: Iberdrola. La compañía energética presidida por Ignacio Sánchez Galán lleva siendo patrocinadora oficial de las cumbres del clima desde la COP23 celebrada en Bonn, Alemania, en 2017.
En esta COP28, Iberdrola ha firmado como “socio asociado” (Associate pathway partner). Un patrocinio que le permitirá tener presente su marca en la conocida como Green Zone (zona verde), un espacio paralelo al de las negociaciones de la cumbre abierto a la sociedad civil. En la Blue Zone (zona azul, reservada para los países, periodistas, organizaciones y observadores) Iberdrola no tendrá un stand propio pero sí estarán presentes muchos de sus directivos –entre ellos, Galán– para participar en decenas de actos organizados, entre otros, por la ONU, por el Ministerio que dirige Teresa Ribera y la ONG BirdLife. También se reunirán con la presidencia de la cumbre y con miembros de distintas instituciones, como el Parlamento Europeo o el Parlamento de Reino Unido.
El objetivo de Iberdrola –una de las compañías que más han contribuido al calentamiento global en las últimas décadas en España– es acudir a la cumbre del clima en calidad de empresa verde. Su discurso durante las dos semanas de negociaciones girará en torno a la necesidad de eliminar de manera progresiva los combustibles fósiles, triplicar la capacidad renovable para 2030 y duplicar la mejora anual de la eficiencia energética durante esta década, además de alcanzar acuerdo en materia de financiación climática para mitigación y adaptación.
Acorde a una información publicada por el medio británico Sky News en mayo, los precios de los patrocinios casi se han triplicado desde la anterior cumbre. El paquete de patrocinio más caro que se ofrece cuesta 6,5 millones de libras (7,5 millones de euros) y ofrece a la empresa que lo paga “la oportunidad de hablar en los actos de la presidencia de la COP28” y ser reconocida con placa propia en una pared en calidad de socia.
La COP28 cuenta con cerca de una treintena de empresas patrocinadoras. Las de mayor rango son los socios principales: Abu Dhabi Global Market (un centro financiero), DEWA (la autoridad de electricidad y agua de Dubái), DP World (holding propiedad del Gobierno de Dubái), e& (grupo tecnológico de Emiratos), Dubai Holding (la cartera de inversiones personales del gobernante de Dubái, el jeque Mohammed bin Rashid al-Maktoum), Masdar (empresa estatal de energía renovable fundada y presidida por Al Jaber, presidente de la COP28), M42 (empresa de Emiratos centrada en tecnología sanitaria), RTA (la autoridad de carreteras y transporte de Dubái) y Emirates NBD (banco propiedad del Gobierno de Dubái).
Luego, hay cinco empresas que aparecen como socias estratégicas: EY (también conocida como Ernst & Young, es líder mundial en servicios de auditoría, fiscalidad, asesoramiento en transacciones y consultoría), FAB (First Abu Dhabi Bank, el mayor banco de los Emiratos Árabes Unidos), el Ministerio de Educación de EAU, Al Futtaim (conglomerado familiar con actividad en distintos sectores) y el Gobierno de Dubái.
Otra de las fórmulas de patrocinio es la de Industry Pathway Partners (socios industriales). Son cuatro: Octopus Energy (comercializadora “100% sostenible” y el mayor inversor en energía solar de Europa), Bank of America (uno de los mayores holding bancarios de Estados Unidos), HSBC (empresa británica de banca y servicios financieros, señalada por ser una de las principales financiadoras de la destrucción de la Amazonia y por financiar de forma secreta la explotación de carbón en Alemania), y el Ministerio de Industria y Tecnología Avanzada de Emiratos Árabes (cuyo ministro es Sultan Ahmed Al Jaber, presidente de la COP28).
Finalmente, se encuentran las empresas cuyo patrocinio consiste en ser “socios asociados”. Además de Iberdrola, en esta categoría se hallan Baker Hughes (una de las empresas de servicios petroleros más grandes del mundo), Mashreq (el banco privado más antiguo de los Emiratos Árabes Unidos), IBM (empresa tecnológica multinacional estadounidense), Korea Hydro & Nuclear Power (Korea Hydro & Nuclear Power (operadora de plantas nucleares e hidroeléctricas en Corea del Sur), Siemens (conglomerado de empresas alemanas, también habitual en las COP), Investcorp (proveedor y gestor líder “de productos de inversión alternativos al servicio de clientes privados e institucionales de alto patrimonio neto”), Abu Dhabi Islamic Bank, Goldwind (fabricante chino de turbinas eólicas), y Dubai Islamic Bank (banco islámico más grande de los Emiratos Árabes Unidos).
Hasta aquí son los patrocinadores oficiales que la propia presidencia de la COP28 ha ido anunciando a través de notas de prensa. Sin embargo, en el apartado de “socios” de su página web aparecen los que llaman “innovadores climáticos”. En este apartado, la principal empresa patrocinadora es Barclays, el banco de Europa que más ha invertido en combustibles fósiles desde el Acuerdo de París (2015). Apodados como “facilitadores” aparecen, entre otras, Amazon Web Services y Microsoft.
Según la organización, todas las empresas patrocinadoras se han comprometido a avanzar hacia el objetivo de cero emisiones netas para 2050. Para ello, deben haberse adherido a la alianza de la ONU Race to Zero u otra iniciativa “equivalente”, o haber firmado el Compromiso de Empresas Sostenibles de los Emiratos Árabes Unidos.
El comité de patrocinio, compuesto por siete departamentos internos diferentes de la COP28, designó a la consultora EY (que también figura como empresa patrocinadora) para que “validara los compromisos y proporcionara asesoramiento técnico a la COP28”.
Desde Climática nos hemos puesto en contacto, en repetidas ocasiones, con el departamento de prensa de la COP28 para conocer más detalles sobre los patrocinios. En el momento de publicar este artículo no habían respondido.
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“Vivimos en una plutocracia, un gobierno de los ricos”, decía José Saramago en una entrevista en 2003.
Razones no le faltaban, pero no podía imaginarse lo que vendría después: la cifra de milmillonarios se ha multiplicado por seis y el patrimonio que amasan por diez, unas tasas de concentración de riqueza sin precedentes en la historia. Nunca habían tenido tanto poder. Las grandes corporaciones y los multimillonarios dominan el mundo. También los medios de comunicación.
En España, las principales cabeceras están controladas por fondos de inversión, grupos empresariales de derecha y grandes fortunas del capitalismo español. (El Salto)
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GOOGLE Y AMAZON, LOS ALIADOS TECNOLÓGICOS DE LA AGRESIÓN SIONISTA CONTRA PALESTINA
Un acuerdo excepcional para potenciar la capacidad represiva del ejército israelí.
Mientras Israel continúa su agresión militar contra la franja de Gaza un acuerdo entre este Estado y dos titanes de la tecnología, Google y Amazon, ha vuelto a generar debate.
En mayo de 2021, mientras Cisjordania enfrentaba uno de los momentos más tensos de su historia reciente, Israel firmó un acuerdo de $1.200 millones con Google y Amazon.
Este pacto, conocido como Proyecto Nimbus, tenía como objetivo proveer servicios avanzados de computación en la nube al sector público israelí, incluyendo sus fuerzas armadas.
Este acuerdo se produjo en mientras Israel perpetrada la expulsión de familias palestinas en Sheikh Jarrah y la subsiguiente intervención de la policía en la mezquita de Al-Aqsa. En respuesta a estos eventos, Hamás lanzó misiles contra ciudades israelíes, a lo que Israel respondió con ataques aéreos en Gaza, resultando en un considerable número de víctimas.
El Proyecto Nimbus fue presentado por Google y Amazon como “un impulso a la innovación y el desarrollo económico en Israel”.
La realidad es, no obstante, que la infraestructura proporcionada por este proyecto fue principalmente destinada a reforzar el aparato militar israelí. Particularmente de sistemas como la Cúpula de Hierro y otros sistemas de inteligencia artificial utilizados para la represión de la población palestina.
Esta alianza tecnológica ha desencadenado una ola de críticas dentro de las propias compañías Google y Amazon. Algunos de sus empleados han expresado su rechazo por la implicación de su trabajo en lo que ellos ven como un fortalecimiento del apartheid contra el pueblo palestino.
Denuncia que el avance tecnológico, en este caso, podría estar facilitando la discriminación y el desplazamiento de palestinos. Esta postura se reflejó claramente en una carta publicada por empleados de ambas compañías en octubre de 2021.
Organizaciones como Amnistía Internacional y Human Rights Watch señalan que la tecnología de vigilancia y reconocimiento facial, impulsada por la computación en la nube, ha agudizado la ocupación de territorios palestinos.
La controversia se ha intensificado en eventos como la conferencia anual de Google Cloud en San Francisco, donde empleados de Google protestaron contra las decisiones de su empresa.
Además, ha habido denuncias de un ambiente hostil dentro de Google, con acusaciones de comentarios racistas y represalias contra aquellos que critican al Estado de Israel. (Canarias Semanal)
FIRMA POR EL ALTO EL FUEGO EN GAZA E ISRAEL
https://www.es.amnesty.org/actua/acciones/poblacion-civil-israel-gaza-oct23/