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El informe del IPCC de hoy es una «guía de supervivencia para la humanidad» para «desactivar la bomba climática», ha asegurado este lunes António Guterres, secretario general de las Naciones Unidas, tras la publicación del informe de síntesis del Sexto Ciclo de Evaluación del Panel Intergubernamental del Cambio Climático (IPCC). Guterres ha destacado que el objetivo de mantener el incremento de temperatura medio 1,5 °C es alcanzable si se aceleran los esfuerzos climáticos de todos los países y todos los sectores. «Cada país debe ser parte de la solución. Exigir que otros se muevan primero solo asegura que la humanidad sea la última», pedía el mandatario portugués.
El responsable ha explicado en su discurso que ha propuesto al G20 un Pacto de Solidaridad Climática en el que «todos los grandes emisores hagan esfuerzos adicionales para reducir las emisiones, y los países más ricos movilicen recursos financieros y técnicos para apoyar a las economías emergentes». Guterres ha señalado que los líderes de los países desarrollados deben comprometerse a alcanzar el cero neto lo más cerca posible del año 2040. Así mismo, ha indicado que los responsables políticos de las economías emergentes deben comprometerse a alcanzar el cero neto lo más cerca posible del 2050.
En lo que ha llamado la «Agenda de Aceleración», Guterres ha afirmado que es necesario poner fin a la financiación del carbón; garantizar la generación de electricidad neta cero para 2035 para todos los países desarrollados, en 2040 para el resto del mundo; el cese de todas las licencias de explotación nuevas de petróleo y gas; cambiar los subsidios de los combustibles fósiles a una transición energética justa y, finalmente, establecer una reducción gradual global de la producción existente de petróleo y gas compatible con el objetivo global neto cero para 2050. También ha hecho un llamamiento a los directores ejecutivos de todas las compañías de petróleo y gas para que sean parte de la solución.
El presidente del IPCC, Hoesung Lee, ha querido transmitir un mensaje positivo: «La incorporación de una acción climática efectiva y equitativa no solo reducirá las pérdidas y los daños para la naturaleza y las personas, sino que también brindará beneficios más amplios». El economista ha añadido que este Informe de Síntesis subraya la urgencia de tomar medidas más ambiciosas y muestra que, «si actuamos ahora, aún podemos asegurar un futuro sostenible y habitable para todos».
En la misma línea se ha pronunciado Mary Robinson, presidenta de The Elders y ex Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos: «La ciencia es inequívoca. Esta última entrega del Sexto Informe de Evaluación (AR6) del IPCC subraya la gravedad de la crisis climática, pero también nos recuerda que aún es posible limitar el calentamiento a 1,5° C con medidas drásticas y urgentes».
«España se juega mucho en esta lucha»
«La justicia climática entre generaciones (y dentro de una misma generación) es imprescindible. España se juega mucho en esta lucha», ha asegurado la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera. La ministra ha publicado un mensaje en redes sociales para destacar que «la escala y la velocidad de nuestra respuesta son determinantes para la seguridad climática». Ribera también ha señalado que «a veces, desmoraliza ver lo dramático de los escenarios a los que nos enfrentamos y lo que cuesta cambiar el modelo de producción y consumo». También ha advertido que «el negacionismo es uno de los atentados más absurdos y crueles a los que nos enfrentamos» y de la necesidad de avanzar.
«El mensaje del IPCC es incuestionable: se puede y se debe reducir a la mitad las emisiones globales de aquí a 2030», apuntan desde Greenpeace. La organización ha asistido como observadora oficial a la reunión del IPCC y ha emitido un comunicado en el que aseguran que los objetivos actuales del Gobierno español siguen siendo insuficientes para cumplir con las recomendaciones del IPCC y con el Acuerdo de París. Desde la entidad han recordado el litigio climático que interpusieron junto a otras organizaciones ambientales hace ya dos años.
«Las decisiones que tomemos hoy y todos los días durante los próximos ocho años garantizarán una Tierra más segura durante los próximos miles de años. La clase política y líderes empresariales de todo el mundo tienen que tomar una decisión: ser defensores y defensoras del clima para las generaciones presentes y futuras o convertirse en villanos que dejan un legado tóxico para nuestros hijos y nietos», ha manifestado Reyes Tirado, científica senior de los Laboratorios de Investigación de Greenpeace en la Universidad de Exeter.
La necesidad de avanzar más rápido
El informe de síntesis del IPCC es, por tanto, una guía esencial para tomar decisiones políticas y avanzar en las profundas transformaciones en distintos sectores para frenar el calentamiento global. Además del qué –esencialmente abandonar el consumo de combustibles fósiles y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero–, el panel de especialistas establece el cuándo y el cómo en distintos puntos clave como energía, transportes, uso del campo, ciudades, industria, etc. En este sentido, los tempos son imprescindibles para alcanzar los objetivos fijados.
«Sabemos cuáles son las soluciones. Las energías renovables, el almacenamiento, la electrificación… Ya se están imponiendo en muchas partes del mundo. Pero no es suficiente. Tenemos que avanzar más rápido, con los países ricos a la cabeza», ha manifestado Madeleine Diouf Sarr, presidenta del Grupo de Países Menos Desarrollados (LDC, por sus siglas en inglés). Diouf ha lamentado que «el crecimiento de la financiación climática se haya ralentizado desde 2018, cuando debería haberse acelerado» y ha indicado que se deben «aumentar el acceso a la financiación para avanzar en nuestra prosperidad colectiva y alcanzar el cero neto».
El grupo experto sostiene que existen las herramientas tecnológicas necesarias. «Para limitar el aumento de la temperatura a 1,5-2 °C, el mundo necesita reducir urgentemente sus emisiones de gases de efecto invernadero a casi cero para 2050. Afortunadamente, muchos estudios han demostrado que las tecnologías renovables disponibles en el mercado, como la solar y la eólica, unidas al almacenamiento de energía, son capaces de limpiar nuestro sistema energético, especialmente la red eléctrica, hasta un 90% de forma rentable y en el menor tiempo posible», apunta Nikit Abhyankar, Senior Scientist de la Universidad de California.
Multitud de expertos instan a no seguir postergando la acción climática, una acción clave para la justicia y al equidad. «La ventana de oportunidad que tenemos como humanidad se está cerrando. A mayor tiempo que dejemos pasar, se reduce la viabilidad de las medidas de adaptación (las que son viables ahora, pueden no serlo en un futuro más cálido). A mayor calentamiento habrá mayores pérdidas y daños, principalmente en las comunidades y regiones ya vulnerables», ha valorado Tania Guillén Bolaños, investigadora en el Centro de Servicios Climáticos de Alemania. «Todo está conectado: necesitamos un desarrollo resiliente al clima», concluye Guillén.
El discurso de Inger Andersen, directora ejecutiva del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), también se ha centrado en las injusticia climática. «Debemos bajar la temperatura. Y debemos ayudar a las comunidades vulnerables a adaptarse a los efectos del cambio climático que ya están aquí. Este informe de síntesis, que coincide con la propia investigación del PNUMA, nos dice que ya disponemos de la tecnología y los conocimientos necesarios para llevar a cabo ambas tareas. Debemos pasar de la procrastinación climática a la activación climática. Y debemos hacerlo hoy».