La vicepresidenta tercera de España y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, ha acusado al consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, de promover el “negacionismo” climático con sus comentarios en el Foro Económico Mundial de Davos (Suiza) sobre las políticas energéticas europeas.
El CEO de Repsol, la empresa más contaminante de España, ha sostenido durante su intervención en Davos que Europa está fallando en su estrategia energética al haberse centrado en descarbonizar, olvidando otros objetivos, como el concepto de que la energía sea asequible.
“En muchas regiones de Europa hay industrias, como el sector del cemento, el papelero, el siderúrgico y el químico, que no pueden afrontar el coste de la energía, lo que amenaza al mercado laboral”, ha dicho Imaz, que ha alertado de las consecuencias de afrontar la transición energética con un “enfoque ideológico“, según recoge la agencia EFE.
La ministra ha declarado que el directivo está “interesado en generar una reacción contra las políticas de lucha contra el cambio climático” a través de un mensaje que ha tachado de populista.
Es “una manera clásica de negacionismo y retardismo”, ha agregado en una entrevista con La Sexta la ministra, que ha dicho sentirse decepcionada con el discurso de Imaz en la cumbre de líderes y empresarios mundiales.
Ribera, aunque ha manifestado sentir respeto por el empresario, ha declarado que el consejero delegado de Repsol “hace un uso perverso de la información” y le ha acusado de cuestionar de “una manera mucho más sutil, demagógica y populista” las acciones contra el cambio climático que cuentan con un respaldo científico.
“Sabe que debemos desconectarnos de los combustibles fósiles y hasta 200 países, incluidos los grandes productores y, por supuesto, los grandes consumidores de energía en el mundo, han llegado a esa misma conclusión en la COP de Dubái”, ha afirmado Ribera.
Por su parte, Repsol no ha emitido hasta ahora ningún comunicado en respuesta a las declaraciones de la ministra.
Según el Observatorio de Sostenibilidad, Repsol se situó como la empresa más contaminante en 2022 con casi 12,5 millones de toneladas de dióxido de carbono. La mayor petrolera española obtuvo un resultado neto de 4.251 millones de euros en ese ejercicio, lo que supone un 70% más que en 2021.
Pese al compromiso de abandono de los combustibles fósiles adquirido por parte de los Estados en la Cumbre del Clima de Dubái, mediante un acuerdo no vinculante, son varias las compañías energéticas que han admitido que seguirán explotando el petróleo, el gas y el carbón.
El mismo presidente de la COP28, Sultan Al Jaber, admitía el mes pasado a The Guardian que la petrolera estatal emiratí Adnoc planea una inversión de 150 mil millones de dólares durante siete años. Esto supone mantener su nivel de producción actual y su directivo lo justificaba alegando que “hay demanda”.
El enviado especial para el clima y ministro de Estado para Asuntos Exteriores de Arabia Saudí, Adel al Yubeir, manifestó ayer jueves en Davos que el mundo necesita los combustibles fósiles porque son “económicos” y aseguró que, por lo tanto, seguirán existiendo durante “muchas, muchas décadas”.
Yubeir admitió que el cambio climático es “un problema”, pero indicó que se tiene que abordar ese problema “de manera seria y científica”. “Tenemos que abordarlo sin emoción, tenemos que abordarlo sin tratar de ganar puntos políticos”, agregó. El saudí señaló que su país, el segundo productor mundial de petróleo, está “en contra de dar expectativas que no son realistas”.
Hace apenas un mes, la COP28 en Dubái finalizaba con una declaración de buenas intenciones. Sin embargo, las empresas fósiles parecen apostar por retrasar el fin de los combustibles fósiles frente a las energías renovables y la transformación socioeconómica necesaria para frenar el calentamiento global y no superar de manera permanente el aumento de temperatura de 1,5 °C, respecto a la era preindustrial.
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Lo único que hacen los que siguen defendiendo el uso y producción de combustibles fósiles, son los que obtienen los mayores beneficios, que no somos la mayoría de habitantes del planeta.
Y mientras no se les pare los pies y las únicas políticas que se lleven a cabo, es hacer que la gente corriente ,nos pongan más restricciones o paguemos más impuestos, o que nos limiten los consumos, o paguemos más por nuestra movilidad, aunque los de siempre, usen aviones privados, no hay nada que hacer ,por muchos Foros de Davos o por muchas reuniones de la COP.
Lo que hay que hacer es regular y ponerles límites, porque a la gente normal, nos los ponen continuamente, en beneficio de las élites y aquí no pasa nada. A ver si un dia nos hartamos y se pone cada uno en su lugar.
Dejen ya de seguir robando la población mundial, y justificando el expolio,
con teorías que quieren convencer de que son ” hermanitas de la caridad”, que los recursos, son de todos.