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Incluir la salud en planes climáticos más ambiciosos salvaría millones de vidas cada año

Así lo sugiere un estudio de 'The Lancet' en el que se han analizado nueve países que representan el 50% de la población y el 70% de las emisiones mundiales.
Incluir la salud en planes climáticos más ambiciosos salvaría millones de vidas cada año
Las paredes de la COP 25 claman acción. EDUARDO ROBAINA. Foto: ONG

Aumentar la ambición climática para cumplir el Acuerdo de París y dar prioridad a la salud salvaría millones de vidas cada año. Una nueva investigación de The Lancet Countdown sobre Salud y Cambio Climático sugiere que 6,4 millones de vidas se podrían salvar gracias a una mejor alimentación, 1,6 millones de vidas gracias a un aire más limpio y 2,1 millones de vidas si la ciudadanía hiciese más ejercicio. El estudio se ha centrado en nueve países con vistas a 2040 y se ha publicado en un número especial de la revista The Lancet Planetary Health.

En él se ponen de relieve los beneficios para la salud que supondría la adopción de planes climáticos -las conocidas como Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDC, por sus siglas en inglés)- que sean coherentes con el objetivo del Acuerdo de París de limitar el calentamiento «muy por debajo de 2 °C» y hacer todo lo posible para que no supere los 1,5 °C.

Los países analizados representan el 50% de la población mundial y el 70% de las emisiones mundiales: Brasil, China, Alemania, India, Indonesia, Nigeria, Sudáfrica, Reino Unido y Estados Unidos. Actualmente, solo tres de estos nueve países -Reino Unido, Alemania y Brasil- han presentado sus NDC actualizadas de cara a la Cumbre del Clima (COP 26) que debía celebrarse el año pasado y que fue pospuesta a finales a finales de este por la pandemia. «Si hace falta una fecha límite para motivar la acción, la tenemos, y es noviembre de 2021», afirma Alastair Brown, redactor jefe de la publicación. En total, solo 40 países (39 más los 27 de la Unión Europea) han presentado sus planes mejorados.

«A diferencia de los beneficios directos que supone la mitigación del carbono, que en última instancia son a largo plazo y se entienden en términos de limitación de daños, los beneficios colaterales para la salud de las políticas climáticas ambiciosas tienen un impacto positivo inmediato», asegura Ian Hamilton, autor principal de la investigación y director ejecutivo de The Lancet Countdown sobre Salud y Cambio Climático.

Tal y como apuntan los autores del estudio, algunos países han redoblado sus esfuerzos desde que se realizó el análisis, como es el caso de Reino Unido, la UE y China, así como el compromiso del actual presidente de EE. UU., Joe Biden, de alcanzar la neutralidad climática para 2050. Eso sí: a pesar de estos avances anunciados, el mundo se enfrentaría a un calentamiento de 2,5 °C a finales de siglo.

Para cada país, se estimaron las emisiones generadas por los sectores de la energía, la agricultura y el transporte, y las muertes anuales debidas a la contaminación atmosférica, los factores de riesgo relacionados con la dieta y la inactividad física para el año 2040 en tres escenarios diferentes de NDC.

El escenario de referencia se basa en las actuales políticas climáticas. El segundo escenario se centra en las políticas de las NDC en consonancia con el Acuerdo de París y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Y el tercer escenario analiza el beneficio adicional derivado de la incorporación de objetivos sanitarios explícitos dentro del segundo supuesto.

En un escenario en el que los países analizados cumplen con el pacto climático se podrían salvar 5,8 millones de vidas gracias a una mejor dieta, 1,2 millones de vidas gracias a un aire más limpio y 1,2 millones de vidas gracias a un mayor ejercicio. De apostar por la vía más ambiciosa, se podría lograr una reducción adicional de 462.000, 572.000 y 943.000 muertes anuales atribuibles a la contaminación del aire, la dieta y la inactividad física, respectivamente.

El número de muertes evitadas por estos tres supuestos se modelaron por separado, por lo que no se suman, ya que no pueden tener en cuenta el cruce de muertes potenciales evitadas debido a la contaminación atmosférica, la mejora de la dieta y el aumento del ejercicio, explica el equipo que ha liderado la investigación. Estas estimaciones, señalan, se basan en varios supuestos de futuras tendencias demográficas y socioeconómicas, dado que el estudio de modelización se proyecta hacia posibles escenarios futuros.

¿Y cómo se logran los beneficios para la salud? El estudio apunta a la mitigación directa del cambio climático, las acciones de apoyo para reducir la exposición a contaminantes nocivos, la mejora de la dieta y la consolidación de una actividad física segura.

En cuanto a la alimentación, se apuesta por una dieta flexitariana, acompañada por un mayor acceso a la fruta y la verdura, junto a un consumo moderado de alimentos de origen animal. Los autores recomiendan reducir el consumo de carne roja y de alimentos procesados.

Es importante destacar que la carencia de frutas, verduras, legumbres y frutos secos, en conjunto, constituye un problema de salud mayor que el riesgo asociado al consumo excesivo de carne roja, según el informe.

De seguir estos consejos a la hora de comer, los países que saldrían más beneficiados serían Alemania, con 188 muertes evitadas por cada 100.000 habitantes al año, seguido de Estados Unidos, con 171 por cada 100.000, y China, con 167 por cada 100.000.

«Al leer este informe, como médico y experta en salud pública, prescribiría planes climáticos ambiciosos para un mundo pospandémico resistente y saludable», detalla María Neira, directora del Departamento de Medio Ambiente, Cambio Climático y Salud de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Este estudio llega un día después del publicado en la revista Environmental Research, en el que se señala que 1 de cada 5 muertes se debe a contaminación causada por combustibles fósiles.

En el último año ha aumentado la preocupación por la salud y la falta de acción climática. En mayo de 2020, 40 millones de profesionales de la salud firmaron una declaración en la que pedían que los líderes del G20 pusieran la salud pública en el centro de los paquetes de recuperación del coronavirus. Y en diciembre, la quinta edición del informe anual The Lancet Countdown sobre salud y cambio climático pedía a los gobiernos nacionales que redujeran drásticamente las emisiones, calificando los próximos cinco años de fundamentales para evitar los peores efectos del calentamiento.

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COMENTARIOS

  1. » algunos países han redoblado sus esfuerzos desde que se realizó el análisis, como es el caso de Reino Unido, la UE y China, así como el compromiso del actual presidente de EE. UU., Joe Biden, de alcanzar la neutralidad climática para 2050″.
    El cambio no va a venir por éstos ni otros dirigentes, lacayos del capìtal. No seamos ingenuos.
    La llave del cambio la tiene una sociedad despierta y concienciada que no alimente con su consumo a la bestia. Una sociedad sabia, solidaria, cooperante… ¡qué lejos estamos todavía! y más si tenemos en cuenta que la bestia con su letal propaganda consumista, individualista y egoista está poniendo todo su empeño en mantener anestesiadas las conciencias y los sentimientos de la humanidad y al borde de la agonía a la Madre que nos sostiene aire, alimento, agua.
    ¡ES EL CAPITALISMO, ESTUPIDO!

    MAÑANA SERA DEMASIADO TARDE, memorable, clarividente discurso de Fidel Castro en la Asamblea de la ONU en 1992:
    https://www.youtube.com/watch?v=LXY8epxirRg

  2. Lunes 22 de febrero de 2021, 19:30 h.
    Charla en línea: Blancanieves y los 48 pesticidas
    Koldo Hernández-Lozano, Área de Ecologistas en Acción sobre Tóxicos
    https://www.ecologistasenaccion.org/en-linea

    Los últimos datos de España correspondientes a las analíticas de las muestras recogidas en 2019 muestran que la tendencia de la presencia de múltiples plaguicidas en los alimentos españoles.
    El dudoso honor de encabezar la clasificación del alimento con más plaguicidas en una única muestra son dos manzanas con origen Aragón y Comunidad de Madrid con nueve plaguicidas. Esto lleva a poder hacer la siguiente pregunta: ¿la manzana de la madrastra de Blancanieves cuántos residuos de plaguicidas tendría en nuestros días?
    Lógicamente es imposible conocer la respuesta, pero probablemente más de uno de los cuarenta y ocho pesticidas que se han detectado en las manzanas analizadas.
    Se debe modificar la norma jurídica europea que permite la presencia de residuos de plaguicidas en los alimentos, máxime cuando estos, como muestran los datos, son más de uno, urge que las administraciones implementen políticas de fomento de la producción ecológica que permitan que el derecho a la alimentación en cantidad y en calidad sea real para toda la ciudadanía con independencia del nivel económico.

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