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Más de 10.000 especies explotadas para garantizar nuestra alimentación. 2.400 millones de personas que dependen de la madera como leña para cocinar. Alrededor de 1.300 especies de mamíferos silvestres amenazadas por la caza. En total, 50.000 especies explotadas para cubrir nuestras necesidades, seas cuales sean. Esta sobreexplotación, resumida en pocas cifras, es un factor clave de un grave problema: la crisis mundial de biodiversidad de especies silvestres.
Ante esta situación, agravada por el millón de especies de fauna y flora que se encuentran actualmente en peligro de extinción, la Plataforma Intergubernamental Científico-Normativa sobre Diversidad Biológica y Servicios de los Ecosistemas (IPBES), también conocida como ‘la IPCC para la biodiversidad’, ha publicado un informe que ofrece nuevas alternativas para preservar al máximo la biodiversidad a escala mundial. Tras cuatro años de trabajo, el estudio ha recibido esta semana el visto bueno de los representantes de los 139 Estados miembros que forman este organismo.
De todas las actividades dañinas para las especies silvestres (es decir, aquellos seres vivos cuyo estado natural es de libertad y viven de manera independiente del ser humano), la que más preocupa a IPBES es el comercio mundial que, durante los últimos cuatro decenios, ha experimentado un incremento en volumen, en valor y en redes comerciales. Frente a ello, el informe concluye que, sin una normativa efectiva en todas las cadenas de suministro, las actividades comerciales de especies silvestres “suelen aumentar la presión sobre estas y provocar un uso insostenible y, en ocasiones, la destrucción de la población silvestre”. Ejemplo de ello es el comercio de aleta de tiburón.
El estudio hace hincapié en el comercio ilícito de especies silvestres, evidentemente también de uso insostenible. Este tipo de comercio constituye «la tercera clase de comercio ilícito más importante, con valores anuales estimados de hasta 199.000 millones de dólares en los Estados Unidos». La madera y los peces lo abundan tanto en volumen como en valor.
El sur global, expuesto a la insostenibilidad
Cuando se trata de explotar especies silvestres para cubrir necesidades humanas, no hay distinción entre norte y sur global: aunque en unos más que en otros, todos los rincones del mundo se benefician cada día de su uso.
Sin embargo, el informe explica por qué es en el sur, donde el 70% de las personas pobres en el mundo depende de estas especies, donde el uso insostenible se agudiza: las poblaciones rurales explotan especies silvestres que ya se encuentran en riesgo por «la ausencia de alternativas complementarias«, apunta el doctor Fromentin, que copreside la evaluación del informe junto a la doctora Marla R. Emery y el profesor John Donaldson.
Por supuesto, el norte no queda exento de responsabilidades: desde cosméticos hasta objetos de decoración, las especies silvestres se usan para todo tipo de productos y actividades si estos son rentables. El turismo basado en la observación de estas especies, por ejemplo, generaba 600.000 millones de dólares en los Estados Unidos antes de la pandemia de la COVID-19.
El futuro de las especies silvestres
Las conclusiones del informe se centran en nuevas políticas. En medidas que apoyen “los derechos de tenencia con seguridad, el acceso equitativo a la tierra, la pesca y los bosques, así como el alivio de la pobreza” para así generar “las condiciones propicias para que se haga un uso más sostenible de las especies silvestres”.
Sin embargo, hay que tener en cuenta algunos factores que determinarán el nivel y la calidad de uso de especies silvestres: el cambio climático, el aumento de la demanda y los avances tecnológicos presentarán desafíos significativos para la sostenibilidad en el porvenir, pues intensificarán la eficiencia de las prácticas extractivas.
En un futuro más próximo, este informe, que ha sido una petición expresa de, entre otros, la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES), servirá para buscar nuevas políticas y acciones que respeten a la naturaleza. Todas ellas se decidirán en la 19ª Conferencia Mundial de Vida Silvestre que tendrá lugar en Panamá el próximo mes de noviembre.
Nunca he pensado que las actividades económicas estén otra garantizar el cubrir las necesidades de millones de personas. Esas actividades económicas tienen como único fin el conseguir el máximo beneficio para la empresa, el Consejo de administración y los accionistas, por supuesto sin ningún principio ético. Por otro lado las necesidades que suponemos que tenemos quizás no sean tales, sino que han sido fomentadas por campañas publicitarias para hacernos dependientes del «consumo» de productos innecesarios.
La madera para cocinar es lo que se había hecho toda la vida hasta la mitad del siglo pasado y nunca supuso peligro de destrucción del planeta.
Consumir para cubrir las necesidades es necesario, lo que no se debería permitir es la inconsciencia de consumir por consumir. Por ejemplo cambiar los muebles sin necesidad, por capricho, porque ya nos hemos cansado de verlos, aunque están todavía en perfecto estado. Mucha gente lo ha hecho en los tiempos de las vacas gordas, de las burbujas.
La caza si que es un escándalo, seres indefensos, a los que tenemos el deber de proteger, por imperativo moral y porque forman parte de la biodiversidad que fortalece la salud del Planeta y por tanto la nuestra, pero ¿quien le pone el cascabel al gato? si la mayoría de los seres que la practican es gente con poder adquisitivo, zafia y caciquil, mandan ellos en los pueblos y en la economía. Incluso han conseguido que se la denomine «deporte» e incluso en las Comunidades regidas por el PP se imparte en no pocas escuelas el «arte» de la caza.
En la Conferencia de Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo,1992, en Río de Janeiro, Fidel Castro alertaba a la Comunidad internacional, sobre los peligros que amenazaban la existencia de la especie humana en la Tierra, en vísperas del Día Mundial del Medio Ambiente. Decía también que el Sur Global no debía pagar la factura de los excesos y destrucción efectuados por el Norte.
Cuanta sabiduría en 5 minutos:
https://www.youtube.com/watch?v=-C_3gpSARV4
[Audio] Sin biodiversidad no hay vida.
En el último episodio de Ecológica Aplastante con África Egido y Ecologistas en Acción, nos sumergimos en la biodiversidad que nos rodea, para contar cómo la estamos perdiendo por culpa de nuestro sistema de consumo.
https://www.ecologistasenaccion.org/204373/audio-sin-biodiversidad-no-hay-vida/