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Si el martes por la tarde Reino Unido anunciaba novedades respecto a sus planes climáticos (aumentará su ambición de reducción de emisiones al 78% para 2035), durante la madrugada hacía lo propio la Unión Europea. Mediante una negociación a tres bandas, el Consejo de la UE (los gobiernos de los 27 países), el Parlamento Europeo y la Comisión Europea alcanzaron un acuerdo provisional de la que será la futura ley climática.
La norma, la primera de este tipo en la UE, sigue adelante con los objetivos de reducción de emisiones ya acordados a finales del año pasado: al menos un 55% menos de gases de efecto invernadero para 2030 respecto a 1990 y alcanzar la neutralidad climática (lograr emisiones mínimas para que estas sean absorbidas por los sumideros) en 2050. Y como novedad, las partes negociadoras han pactado que la Comisión Europea proponga un porcentaje intermedio para 2040. Además, la UE deberá hacer el esfuerzo «por lograr emisiones negativas después de 2050». Para lograrlo, de cara a la próxima década se ha fijado un máximo de emisiones a absorber de 225 millones de toneladas de CO₂ equivalente, una cifra pequeña comparada con las 3.600 millones de toneladas que emiten actualmente los 27.
Otra de las grandes novedades, conseguida por Los Verdes, es la inclusión en la ley de un consejo consultivo científico sobre cambio climático. Se trata de un comité independiente que estará compuesto por 15 especialistas de diferentes países, no pudiendo haber dos del mismo Estado. Entre sus funciones estará asesorar a la UE e informar sobre las medidas que ésta tome, los objetivos climáticos y los presupuestos indicativos de gases de efecto invernadero y su coherencia con la legislación climática europea y los compromisos internacionales. Este consejo viene a emular el que Reino Unido tiene desde hace más de una década. En España también habrá uno propio una vez entre en vigor su Ley de Cambio Climático y Transición Energética.
También se ha acordado que los sectores de la economía cuenten con hojas de ruta (voluntarios pero supervisdos por la Comisión) para su descarbonización con vistas a lograr en 2050 la llamada neutralidad climática. «Estoy encantada de que hayamos alcanzado un acuerdo sobre este elemento central del Pacto Verde Europeo. Nuestro compromiso político de convertirnos en el primer continente climáticamente neutro para 2050 es ahora también un compromiso legal. La Ley del Clima sitúa a la UE en la senda verde durante una generación. Es nuestro compromiso vinculante con nuestros hijos y nietos», ha asegurado Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión.
Esta ley «dará forma a la recuperación ecológica de la UE y garantizará una transición ecológica socialmente justa», considera Frans Timmermans, vicepresidente Ejecutivo del Pacto Verde Europeo. Y en una línea similar se ha manifestado Teresa Ribera, vicepresidenta cuarta para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico. Considera «una excelente noticia» el acuerdo pues «confirma la voluntad de Europa de identificarse con un proyecto de plena descarbonización de nuestra economía, marcando algunos de los hitos más significativos». No piensan igual desde el grupo Los Verdes Europeos, quienes reclamaban un 65% de reducción de emisiones para 2030. Para ellos, la actual Ley del Clima Europea «seguirá permitiendo la financiación de combustibles fósiles».
Estos acuerdos provisionales alcanzados durante la madrugada son un paso más de un camino que comenzó el 4 de marzo, cuando la CE presentó su propuesta de Ley Europea del Clima. Dese entonces, han sido muchos los obstáculos, sobre todo, por parte de los países dependientes del carbón como Polonia. Por delante aún queda que tanto el Parlamento Europeo como el Consejo de la UE (con Portugal en la presidencia rotatoria) aprueben formalmente el texto. Una vez ambos den el visto bueno (que se espera que sea en los próximos meses), la ley se publicará en el Diario Oficial de la Unión y entrará en vigor.
Siguiente: Estados Unidos
Reino Unido y la UE han querido hacer los deberes antes de que de comience este jueves la Cumbre de Líderes sobre el Clima, un encuentro de dos días organizado por el presidente estadounidense Joe Biden. Estarán presentes 40 líderes mundiales –incluyendo a Pedro Sanchez–, que representan a los países que contribuyen a la gran mayoría de las emisiones de carbono, así como a algunos de los más vulnerables a los impactos climáticos. El anuncio clave que se espera es el nuevo objetivo climático de Estados Unidos, que llega 100 días después de la llegada de Biden al cargo, y que marca un cambio decisivo respecto a la administración Trump. Las principales ONG y grupos empresariales han pedido a la Casa Blanca que se fije como objetivo una reducción de las emisiones de al menos el 50% para 2030, un cambio significativo respecto al objetivo del 26-28% de 2025.
Poca fé, pongamos muy poca fé en los cambios que prometen las instituciones gubernamentales, ya que están sometidas, aunque ellas no lo reconozcan, a la dictadura genocida del capital.
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La globalización comercial se ha construido y se continúa profundizando día a día a través de instituciones como el FMI o la Organización Mundial de Comercio y a la firma de miles de tratados comerciales bilaterales o regionales. Todos ellos blindan los intereses corporativos en detrimento de los derechos humanos y la normativa ambiental buscando siempre reducir las regulaciones y abrir cada vez más mercados al capital transnacional. El objetivo es introducir cada vez más personas y actividades en la lógica del capitalismo global.
las normas y tratados comerciales internacionales protegen fuertemente la propiedad intelectual, poniendo los intereses de las multinacionales farmacéuticas por encima del derecho a la salud de las poblaciones. Esto impide en muchas ocasiones el acceso a fármacos o vacunas a las poblaciones empobrecidas, especialmente en el Sur global, como está ocurriendo con las vacunas contra la COVID-19.
https://www.ecologistasenaccion.org/167991/la-mejor-vacuna-es-relocalizar-la-economia/