El nuevo PNIEC no abandona la quema de gas fósil

«Existen todavía, en el PNIEC, riesgos e incertidumbres de cómo se abordarán algunos temas fundamentales, sobre todo aquellos que atañen al gas fósil y a la expansión del hidrógeno verde». Ante ello, la red Gas no es Solución ha enviado un documento de propuestas y demandas al MITECO.
La planta de producción de gas El Musel, en Gijón. Foto: Enagás.

El Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) se aprobará a finales de junio y no define claramente cuándo será el fin del gas en España. Lo que está claro es que no llegará antes de 2030, y que tampoco habrá una reducción del mismo en ese periodo. Pese a la expansión de la oferta renovable, los objetivos de reducción de emisiones están por debajo del 55% que establece la Comisión Europea, lo cual está propiciado en gran parte por la escasa electrificación de la demanda de energía que el Plan propone para el año 2030. El gas sigue vivo y seguirá vivo si no se proponen medidas ambiciosas y decididas para abandonarlo.

El pasado mes de diciembre, la Comisión Europea (CE) emitió sus recomendaciones a los Planes Nacionales de Energía y Clima presentados por los Estados miembros. En ellas, la CE alertaba al Estado español de que el plan no demostraba de manera convincente cómo las medidas relacionadas con la reducción de la demanda de gas se integran en la planificación nacional a 2030, por lo que instando al país a establecer medidas claras y detalladas para garantizar la reducción estructural del combustible fósil.

En este sentido, la red Gas no es Solución ha enviado un documento de propuestas al Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico donde destaca los riesgos que puede suponer la continuidad del gas fósil en el sistema energético de España. Existen todavía, en el PNIEC, riesgos e incertidumbres de cómo se abordarán algunos temas fundamentales, sobre todo aquellos que atañen al gas fósil y a la expansión del hidrógeno verde.

Uno de los puntos fundamentales que la red plantea en su documento es que el PNIEC debe establecer plazos definidos, medidas concretas y una monitorización para la eliminación progresiva del gas fósil en el sector eléctrico no más tarde del año 2030, y en el resto de sectores no más tarde del año 2035. En este sentido, piden elaborar un plan de cierre progresivo y anualizado de las centrales de ciclo combinado, eliminando, respectivamente, el objetivo de impulsar nueva cogeneración de alta eficiencia que fue incluido en el borrador actualizado del Plan y, en todo caso, enmarcando dentro de un plan de cierre a 2035 los procesos de subasta destinados a la ampliación de vida de las centrales de cogeneración que ya se encuentran actualmente en funcionamiento. A este respecto, la medida 4.3 de mercados de capacidad, defendemos que no deben seguir dando apoyo económico a ciclos combinados que debemos de abandonar, ya que sería financiar energías contaminantes mediante un sistema financiero que debería derivarse a tecnologías sin emisiones de GEI asociadas.

Otro de las propuestas que resalta Gas no es Solución es el imperativo de realizar un estudio pormenorizado de las necesidades de capacidad de interconexión internacional, atendiendo prioritariamente a los objetivos de descarbonización y de reducción de la demanda de gas a corto, medio y largo plazo. En este sentido, la red rechaza la propuesta del PNIEC de aumentar la infraestructura gasista sin un análisis real que la respalde y que sea compatible con los objetivos de reducción de emisiones de la Unión Europea, en vista, así mismo, de un potencial sobredimensionamiento y posterior sobrecoste de dicha infraestructura. En línea con el rechazo a la expansión de nueva infraestructura gasista, la red reitera su posicionamiento contra la reapertura de la planta de regasificación de El Musel, en Gijón.

En lo que se refiere al hidrógeno, la red Gas no es Solución valora que la iniciativa H2Med propuesta en el PNIEC es inoportuna y supone una apuesta por el desarrollo de una infraestructura para la que no existe ni producción ni demanda real. En este sentido, la red considera que el PNIEC debe ser claro en rechazar la propuesta de continuidad del H2Med, así como la apuesta que ha manifestado Enagás en relación al hidrógeno para convertir a España en un hub de exportación de hidrógeno a nivel europeo. En ese marco, la red destaca lo siguiente:

  • Es urgente planificar y dimensionar los objetivos de producción de hidrógeno como respuesta a las necesidades estatales, analizando la demanda real a corto y medio plazo y la electricidad renovable necesaria y sus precios aproximados.

  • A fin de poder interpretar los datos cuantitativos de hidrógeno proyectados por el modelo empleado en la actualización del PNIEC, teniendo en cuenta el nuevo objetivo de 11 GW de electrolizadores, es necesaria una aclaración respecto a los parámetros, como las horas equivalentes de funcionamiento de los electrolizadores.

  • Es necesario definir y especificar si la estrategia plantea que las plantas de producción de hidrógeno estarían interconectadas a la red eléctrica o si serían sistemas de producción aislados de la red.

La red Gas no es Solución sigue insistiendo en estas medidas, y afirma que continuará con sus propuestas y demandas más allá de la aprobación del PNIEC. De cara al retraso existente en la actualización de la Ley de Cambio Climático, la red considera necesario que estas propuestas se valoren y sean reivindicadas si realmente el Estado español quiere avanzar hacia la correcta y rápida descarbonización; eliminando el gas fósil de nuestras vidas. 

Una tribuna escrita por Sergio Bonati, técnico de Clima y Energía en WWF España, e Ismael Morales, responsable de Políticas Climáticas de Fundación Renovables, ambos miembros de la red Gas no es Solución.

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