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Confirmado: 2023 se convierte en el año más caluroso jamás registrado

Con una temperatura media global de 14,98°C, 2023 se convierte en el año más cálido en "al menos los últimos 100.000 años", según un nuevo estudio del Servicio de Cambio Climático de Copernicus.
Confirmado: 2023 se convierte en el año más caluroso jamás registrado
Locales y turistas caminan bajo la sombra para evitar el sol durante las horas más calurosas del día, en una calle comercial durante el primer día de la primera ola de calor del verano en el centro de Ronda, España, 25 de junio de 2023. Foto: REUTERS/Jon Nazca

Por si alguna persona todavía tenía esperanzas a pesar de las evidencias científicas y la cadena de récords de calor, el Servicio de Cambio Climático de Copernicus (C3S) ya ha confirmado lo que la mayoría sospechaba: 2023 ha sido el año más caluroso desde, al menos, 1850, cuando empezaron los registros.

El año que dejamos atrás hace pocos días tuvo una temperatura media global de 14,98°C, 0,17°C más que el anterior valor anual más alto, que se alcanzó en 2016. Esta cifra supone que 2023 fue 0,60°C más cálido que la media entre los años 1991 y 2020 y 1,48°C más cálido que el nivel preindustrial, entre 1850 y 1900.

«2023 no sólo es el año más cálido registrado, sino que también es el primer año con todos los días más de 1°C más cálidos que el periodo preindustrial«, señala Samantha Burgess, directora adjunta del Servicio de Cambio Climático de Copernicus. Y es que cerca del 50% de los días fueron más de 1,5°C más cálidos que en la época preindustrial, y dos días de noviembre estuvieron, por primera vez, más de 2°C por encima.

Tal y como apunta Copernicus, «los primeros indicios de lo inusual que iba a ser 2023 empezaron a aparecer a principios de junio, cuando las anomalías de temperatura respecto al nivel preindustrial de 1850-1900 alcanzaron 1,5°C durante varios días seguidos». Aunque no era la primera vez que las anomalías diarias alcanzaban este nivel, nunca antes había ocurrido en esta época del año.

A partir de la mitad del año, vimos cómo julio y agosto se convertían en los dos meses más cálidos nunca medidos, y cómo diciembre acababa siendo el diciembre más cálido registrado.

«Ha sido un año excepcional en el que los récords climáticos han caído como fichas de dominó», continúa Burgess. «Las temperaturas durante 2023 probablemente superen las de cualquier periodo de al menos los últimos 100.000 años«. Es, además, probable que en un periodo de 12 meses que finalice en enero o febrero de 2024 se superen los 1,5 °C por encima del nivel preindustrial.

Europa vivió su segundo año más caluroso

Por regiones, las temperaturas medias del aire batieron un récord o estuvieron cerca de hacerlo en gran parte de todas las cuencas oceánicas y de todos los continentes salvo Australia.

En Europa, 2023 se ha convertido en el segundo año más caluroso desde que hay registros, con 1,02°C por encima de la media de 1991-2020, 0,17°C más frío que 2020, el año más cálido registrado. El invierno fue el segundo más cálido jamás registrado. Y el verano tuvo una temperatura media de 19,63°C, con 0,83°C por encima de la media, siendo así el quinto más cálido de la historia del continente. En total, las temperaturas superaron la media durante 11 meses.

El océano arde y el hielo se derrite

Un factor determinante de las temperaturas vividas en los últimos meses han sido las altas temperaturas superficiales en el océano, provocadas por el aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero y, en el caso de este 2023, por el fenómeno natural de El Niño. Así, las olas de calor marinas fueron habituales el último año, afectando a regiones como el Mediterráneo, el Golfo de México y el Caribe, el Océano Índico y el Pacífico Norte, y gran parte del Atlántico Norte.

Otro récord que impresiona es el del hielo marino antártico, que en ocho meses alcanzó extensiones mínimas récord para la época correspondiente del año. Además, tanto la extensión diaria como la mensual alcanzaron mínimos históricos en febrero de 2023.

Mientras tanto, las concentraciones atmosféricas de dióxido de carbono y metano siguen en aumento, alcanzando también niveles récord en el último año y alejándonos cada vez más de los objetivos del Acuerdo de París.

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COMENTARIOS

  1. Cuando las aves dan señal de alarma.
    El deterioro de Doñana podría ser irreversible ya que está perdiendo su función como refugio de aves amenazadas, con poblaciones como los gansos o las garzas, antes abundantes, en una regresión sin precedentes por la falta de agua. Una situación de alerta que coincide con la comunicación de la exclusión del parque nacional de la Lista Verde internacional (Green List) de la UICN.
    La salida del espacio protegido de este prestigioso sello verde se debe a la mala gestión de la Junta de Andalucía, por no haber llevado a cabo las medidas necesarias y efectivas para revertir el deterioro de su biodiversidad, entrando en un deterioro sin precedentes debido, fundamentalmente, a la extracción de agua para la agricultura intensiva y la extrema sequía. Hasta ahora, ninguno de los 77 enclaves en 60 países incluidos en este listado había abandonado esta distinción de sostenibilidad.
    Una vez más alertamos de que Doñana se enfrenta a una crisis ecológica sin precedentes. Es vital para el humedal la ejecución urgente de las medidas de restauración hidrológica programadas en el Marco de Actuaciones para Doñana presentado por el Ministerio para la Transición Ecológica (Miteco). Reclamamos a la Junta de Andalucía la implementación inmediata del Plan para la ordenación del regadío de la corona norte de Doñana, tal y como ha solicitado recurrentemente la Comisión Europea y organismos internacionales como la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) o la UNESCO.
    Es especialmente significativo el marcado declive de las poblaciones de aves más abundantes de Doñana. Para la canastera común, con 104 parejas, es el peor año de toda la serie de datos. El morito común llegó a tener más de 10.000 parejas reproductoras censadas en 2018, pero durante 2023 sólo inician la reproducción 52 parejas. Las garzas también se desploman y para martinete común, con 114 parejas y la garcilla bueyera, con 262, representa el peor año desde 2005. Una especie tan emblemática y abundante como la cigüeña blanca muestra el censo más bajo desde 2004, con apenas 299 parejas en toda Doñana.
    “Las abundancia y diversidad de especies refleja el estado de los ecosistemas acuáticos de Doñana. Actualmente, a pesar de estar en pleno invierno, la marisma del parque nacional permanece un año más casi completamente seca. Doñana ha sido una referencia internacional para las aves acuáticas migratorias del Mediterráneo Occidental, pero la falta de inundación de la marisma natural la convierte en un lugar inhóspito, poniendo a prueba la resiliencia de las poblaciones de aves, por ello estamos ante la última oportunidad de salvar a Doñana de la extinción”.
    la focha moruna es una especie amenazada de extinción que no ha llegado a iniciar la cría, contabilizándose sólo dos parejas en los últimos cinco años. Durante 2023 no han llegado a reproducirse en Doñana especies en peligro como el avetoro común o el fumarel común. Tampoco han criado el aguilucho lagunero, el avetorillo común, la garza imperial, el zampullín cuellinegro o el charrancito común.
    Seo BirdLife.

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