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Mientras algunos medios hablan de chollos, ofertas y promociones, en Climática nos preguntamos cómo contribuye el consumismo al que apela el ‘Black Friday’ al cambio climático. Aquí va algo de información para afrontar este día desde otra perspectiva:
Jezz Bezos es la persona más rica del mundo y sus ganancias no han dejado de aumentar desde que comenzó la pandemia. También es una de las principales multinacionales que se beneficia del Black Friday. Sin embargo, su servicio Amazon Prime, por el que un paquete llega a las 24 o 48 horas de ser comprado, multiplica la huella de carbono de la compañía, que a su vez tiene una de las políticas ambientales menos transparentes del mundo. En 2019, las emisiones de Amazon alcanzaron los 51 millones de toneladas de CO2, lo que supuso un aumento del 15% respecto al año anterior. Sus irregularidades han sido señaladas por organismos internacionales y por sus propios empleados en numerosas ocasiones, tal y como enumera este repaso publicado en lamarea.com.
Como protesta, un grupo de activistas por el clima ocupó este jueves la sede de Amazon en Barcelona para denunciar sus prácticas. Se trata de la primera acción de estas características de la Xarxa per la Justicia Climàtica y coincidió con el Día sin Compras, una huelga simbólica de consumo que se organiza en todo el mundo para mostrar rechazo hacia días como el Black Friday o el Cyber Monday. Para esta organización, «la llave del negocio de Amazon está en ofrecer precios bajos para que continuemos consumiendo sin medida. Estos precios se obtienen mediante la deslocalización de la producción donde los costes laborales son menores y las condiciones de trabajo son más precarias. Aprovechado su situación ventajosa, presionan a productores y proveedores y precarizan nuestro propio mercado laboral».
Como viene siendo habitual en esta fecha, desde la organización Greenpeace también han denunciado el «consumismo desaforado» que implica. A través de una caja de cartón de 250 kilos de peso con una esfera terrestre en su interior, Greenpeace ha escenificado este viernes en la Gran Vía de Madrid cómo el Black Friday está «consumiendo el planeta». Más allá de este día, según la organización, los envíos rápidos a domicilio requieren de «tres veces más energía» que los habituales. En China, la entrega de paquetería urgente generó 13 millones de toneladas de emisiones de CO2 en 2018. Lo cuentan en EFE Verde.
Es la pregunta que se hace un informe del New Weather Institute y la organización benéfica We are Possible. Y la respuesta, según el propio estudio, es que esta tiene un papel indirecto en el calentamiento global cuando promueve el consumismo, el materialismo y un ciclo de trabajo-gasto –es decir, trabajar más horas para consumir más– que hace que las industrias contaminantes aumenten en gran medida sus ventas. Puedes leer más sobre este tema en The Guardian.
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La misma gente que echa la culpa a los políticos del cambio climático y de todos los males que aquejan a la humanidad es la que compra en Amazón, la que compra los black fridays, la que hace cola en los supermercados de tiburones como Mercadona, la que no quiere privarse de capricho alguno ni gasto superfluo, como por ejemplo los innumerables adornos y luces navideñas. Creo que incluso los niños tienen más conocimiento que los adultos. Tenemos, salvo minorías, lo que nos merecemos.
Somos los ciudadanos que con nuestro consumo consciente tenemos en nuestras manos el poder de derribar tiburones que están devorando al Planeta y creando grandes desigualdades sociales y construir un mundo más justo y sostenible cooperando con empresas honestas, de cercanía, y de calidad. Es posible que el Mercadona venda más barato; pero mirando los beneficios y los perjuicios que genera. aunque vendiera regalado no compensa. Lo mismo el Amazón, las grandes eléctricas y ect. ect.