Un tercio del planeta vive actualmente confinada en sus hogares. La crisis mundial provocada por la pandemia del COVID-19 ha puesto en jaque nuestro modo de vida. A todos los niveles: político, social y económico. Tampoco se libra la acción climática, una lucha que en 2019 empezó a hacerse fuerte y que se esperaba que este año terminara de explotar. Porque la crisis climática no espera.
El mundo activista ha podido constatar el frenazo que supone esta crisis sanitaria en la defensa del clima. Por ello, hemos preguntado a oenegés y movimientos cómo les está afectando la coyuntura actual, así como los planes para las próximas semanas.
Para el joven movimiento Fridays For Future España, la actual coyuntura les ha supuesto no poder salir, como cada viernes, a las calles para reclamar justicia climática. Ahora, y durante las próximas semanas, su lucha pasa a ser a través de las redes.
¿Cómo ha afectado esta situación a su calendario de acciones y actos climáticos?
Hemos tenido que cancelar la huelga global por el clima de forma presencial, aunque sí que estaremos haciendo acciones por toda la web. Asimismo, nos ha frenado bastante el no poder reunirnos de forma presencial. Teníamos incluso un encuentro para pasar todo el fin de semana debatiendo, pero hemos tenido que cancelarlo, obviamente. Nos ha trastocado mucho la agenda, pero aun así estamos encontrando todo tipo de formas de seguir la lucha desde casa.
¿Cómo afrontan estos meses de confinamiento?
Para estos meses nos hemos lanzado a la piscina de las reuniones online. Era un formato que para cosas pequeñas ya habíamos usado, pero que nunca nos habíamos planteado para una asamblea general con muchas personas. Hemos estado haciendo las primeras pruebas y realmente nos está permitiendo aprovechar el confinamiento para avanzar mucho en debates, conocernos más a través de foros abiertos y plagar las redes todos los viernes con la campaña #climatestrikeonline. Está siendo un momento de aprendizaje del que, creo, podremos sacar nuevas herramientas que seguir aplicando incluso cuando esta emergencia termine.
¿Supone esta situación un frenazo en la lucha climática? A nivel activismo y político.
A nivel activismo yo creo que no, pues esto nos está haciendo tener un tiempo para reflexionar, para darnos cuenta de que nuestras acciones siempre tienen un impacto, ahora mismo tan directo como que si salimos a la calle, estamos poniendo en riesgo a personas. Esto pasa igual con la crisis ecológica. Debemos darnos cuenta del impacto que tiene nuestra vida en el resto del planeta y creemos que este es un buen momento para reflexionar sobre ello.
Respecto a políticas, ahora mismo entendemos que hay otras prioridades, pero también creemos que se puede aprender de cómo el Gobierno trabaja ante una emergencia, y esperar a que cuando todo esto pase, seamos capaces de afrontar la crisis climática como la emergencia planetaria que es.
