Activistas climáticos interrumpen una reunión de accionistas del HSBC con una canción de ABBA

Varias personas del público se levantaron para entonar ‘Money, money, money’ y cortar el discurso del presidente del grupo financiero, Mark Tucker. Protestaban contra sus inversiones millonarias en la industria de los combustibles fósiles.
Activistas climáticos interrumpen una reunión de accionistas del HSBC con una canción de ABBA
Activistas climáticos, vestidos como millonarios y portando puros y champán, protestan a las afueras de la reunión anual del banco HSBC en Londres. Foto: XR GLOBAL MEDIA

Mark Tucker, presidente del banco HSBC, llevaba media hora de discurso cuando ocurrió algo inesperado. Un grupo de activistas se levantó de sus asientos e interrumpió la junta general anual en el Southbank Centre de Londres entonando una canción a coro: Money, money, money, de ABBA. De ese modo denunciaban las inversiones en combustibles fósiles de uno de los bancos más grandes del mundo. Y de los más peligrosos desde el punto de vista climático. Según un informe de ShareAction, el HSBC ha invertido 59.000 millones de dólares en las principales empresas de petróleo y gas desde que se firmó el Acuerdo de París en 2016.

Los manifestantes forman parte de Extinction Money Rebellion, la rama financiera de Extinction Rebellion, y versionaron el famoso tema de ABBA para la ocasión: «Money, money, money. It’s so scummy, in the HSBC’s world!» (Dinero, dinero, dinero. ¡Es tan asqueroso! En el mundo de HSBC). Y continuaba: «All lives you could save if you spent all of your money in solar, wind and waves» (Podríais salvar tantas vidas si gastarais todo vuestro dinero en energía solar, eólica y marítima).

El banco británico, que está a la cabeza de todos los europeos en cuanto a inversión en combustibles fósiles, dedicó unos 8.700 millones de dólares a financiar nuevos proyectos de petróleo y gas en 2021. Las inversiones del grupo contrastan con su adhesión a la Net-Zero Banking Alliance promovida por la ONU. Allí se comprometían a alinear sus carteras de préstamos e inversiones con proyectos de «emisiones cero» de aquí a 2050. Incluso aceptaban hacerlo antes, en 2030, y a establecer objetivos a corto plazo, así como a rendir cuentas públicamente de sus avances. Todo papel mojado. Puro greenwashing: en 2021 se supo que la división de gestión de activos del HSBC planeaba invertir en la construcción de 73 nuevas centrales eléctricas de carbón en 11 países de Asia y África.

Tucker, interrumpido en su discurso por el coro de activistas, les conminó repetidamente a volver a sus asientos «o a abandonar la sala». En la calle, otros manifestantes de Extinction Rebellion protestaban contra el banco y enarbolaban una pancarta con una frase del escritor Kurt Vonnegut: «Queridas generaciones futuras, perdonadnos. Estábamos rodando por el suelo, borrachos de petróleo».

En la protesta también tomó parte The EarthQuakes, un grupo ecologista radicado en Bristol que cargó contra las inversiones del HSBC en la industria rusa de los combustibles fósiles. «Queremos alentar a los accionistas y a los clientes a averiguar qué está haciendo el HSBC con su dinero y a plantear preguntas incómodas. ¿Realmente quieren apoyar un banco que está impulsando la escalada del cambio climático y financiando el derramamiento de sangre en Ucrania?», declaró la activista Jo Flanagan, veterana de este movimiento que ya se pegó a los cristales de la sede londinense del fondo de inversión BlackRock en una acción en 2019. «Nuestra acusación central contra el HSBC es que parecen no ver nada malo en obtener ganancias destruyendo nuestro planeta. Si los accionistas piensan que está bien continuar invirtiendo en el HSBC, les instamos a considerar cómo explicarán esa decisión a sus hijos», añadió Flanagan.

Un movimiento muy activo en el Reino Unido

Los ecologistas británicos están, sin duda, a la cabeza mundial en cuanto a acciones climáticas se refiere. Sólo por citar algunas de sus últimas protestas: han interrumpido partidos de fútbol, han cortado carreteras que conducían a depósitos de petróleo, se colaron en las oficinas centrales de Shell en Londres y se adhirieron con pegamento al mostrador de la entrada, bloquearon la entrada a la sede del mercado de seguros Lloyd’s of London, irrumpieron en la reunión anual de accionistas de Barclays y de Standard Chartered portando caretas con el rostro del presidente de esta última entidad (el español José Viñals) adornadas con cuernos…

Los activistas que se manifestaron contra el HSBC explican que lo hicieron movidos por la alerta lanzada por el secretario general de la ONU, António Guterres, cuando se publicó el último informe del IPCC. «Invertir en nuevas infraestructuras de combustibles fósiles es una locura moral y económica», dijo Guterres entonces.

Si te gusta este artículo, apóyanos con una donación.

  1. Gran banca y multinacionales: coctel letal.
    Produzcamos local, consumamos local, simplificar, sentido común, autoayuda local.

    El acuerdo UE-MERCOSUR comporta grandes beneficios para las multinacionales a un gran coste humano y ambiental.
    El TCI UE-Mercosur entra en el debate social y político en el contexto de la emergencia climática y ecológica, de la pandemia de la COVID-19, el cambio de gobierno en Argentina y la caída de popularidad de Bolsonaro en Brasil. Y aunque en nuestro país no ha entrado a formar parte del debate político y la agenda mediática como ocurrió con el TTIP -principalmente porque el actual gobierno español está a favor de la firma del tratado-, en varios países de Europa diferentes parlamentos y gobiernos se han visto obligados a hacerse eco de las críticas, sobre todo en lo que respecta al impacto en la agricultura, el medio ambiente y la emergencia climática.
    En el contexto de emergencia climática y ecológica donde nos encontramos, este estudio visibiliza a través de infografías las consecuencias del aumento de la demanda de intercambios de bienes naturales entre ambos continentes, como la tierra y el agua, y pone de manifiesto que las políticas económicas nunca están al margen de la materialidad y de la naturaleza que las sostienen. Se muestra la contradicción entre los anuncios y las declaraciones sobre políticas de reducción de emisiones y del Green New Deal de la Unión Europea, y el aumento constante de nuestra impronta ecológica en el Sur Global en beneficio de las grandes empresas que dominan las cadenas de producción y distribución alimentaria en el mundo, en detrimento de las comunidades indígenas, de la vida y la economía del campesinado de las dos regiones, así como de los consumidores y consumidoras….
    https://www.ecologistasenaccion.org/197826/lacord-ue-mercosur-comporta-grans-beneficis-per-a-les-multinacionals-a-un-gran-cost-huma-i-ambiental/

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Siguiente artículo