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La mitad de las playas de arena del mundo podrían desaparecer este siglo como consecuencia de los impactos del calentamiento global. La subida del nivel del mar, las inundaciones costeras y la interacción humana están acabando con uno de los paisajes más importantes e icónicos de las costas de todo el mundo. Estas son algunas de las conclusiones de un nuevo estudio publicado este lunes en la revista Nature Climate Change.
Las playas de arena ocupan una tercera parte de todas las costas del mundo, y además de su valor natural, son de gran importancia socioeconómica. Asimismo, proporcionan una zona de búfer que protege a las áreas adyacentes ante eventos de inundaciones ciclónicas o mareales. La desaparición de las playas supone una amenaza para la vida de numerosas especies, así como para las comunidades humanas que viven en el litoral. La mayoría de la población mundial vive cerca de la costa.
El riesgo de erosión, que afecta al 50% de las playas de arena de todo el mundo, es especialmente alto en algunos países. Entre ellos, Gambia y Guinea Bissau, donde más del 60% de la costa podría perderse. Si se tiene en cuenta la longitud total que está en riesgo, el país más afectado es Australia, con casi 12.000 kilómetros de litoral amenazado. Otras naciones con gran cantidad de kilómetros en peligro son Canadá, Chile, México, China y Estados Unidos.
Daños graves a la playas españolas
En España y el Sur de Europa, las playas podrían llegar a perder 86 metros para finales de siglo si no se toman medidas para remediarlo, según explicó Theocharis Plomaritis, investigador de la Universidad de Cádiz y firmante del estudio, a la Agencia EFE. Incluso aunque se tomen todas las medidas posibles, Plomaritis espera que en España se pierdan hasta 60 metros de costa. 27 de ellos se perderían para 2050.
Recientemente, el temporal Gloria ha supuesto un serio impacto para las playas de la costa mediterránea española, causando daños por valor de decenas de millones de euros. Sin embargo, las especialistas advierten de que no basta con reponer la arena. La vicepresidenta para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, ya ha anunciado que su departamento abordará la reforma de la Ley de Costas para adaptar la norma a los efectos del cambio climático.
La investigación se basa en imágenes de satélite recogidas durante más de 30 años (entre 1984 y 2015). Con estas imágenes, las personas investigadoras elaboraron dos posibles escenarios climáticos. El estudio tiene en cuenta los efectos de la subida del nivel del mar, la erosión provocada por tormentas y otros factores físicos (tanto geológicos como humanos).
Pero no todo está perdido para las playas. Los autores indican que «una reducción moderada» de las emisiones de gases de efecto invernadero podría prevenir hasta un 40% de la retirada del litoral.