Alemania empezará a aplicar el impuesto a los billetes de avión en seis meses

Este miércoles, el Gobierno de Alemania ha aprobado definitivamente el llamado impuesto climático, que implica un encareciemiento de los billetes de avión en favor de unos billetes de tren más baratos. El proyecto de ley, que se espera entre en el trámite parlamentario la próxima semana, tal y como informa EFEVerde, entra dentro de los planes de la canciller alemana, Ángela Merkel, de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 55% para 2030, respecto a los niveles de 1990.

El nuevo impuesto ‘verde’ supondrá una subida de las tasas sobre los trayectos en avión de hasta un 75% en el caso de vuelos domésticos o europeos, pasando de 5,65 a 13,03 euros por billete si es hasta 2.500 kilómetros, y 33,01 euros para vuelos de hasta 6.000 km. En cuanto a los vuelos de largo recorrido, se pasará de los actuales 41 euros a 59,43. Una medida recaudatoria con la que se beneficiarán las personas que usen el tren como medio de transporte, pues se aplicará una reducción del IVA del 19% al 7% para los billetes de medio y largo recorrido.

La aplicación del gravamen sobre la aviación, que estaba prevista para principios del año que viene, se ha retrasado hasta el mes de abril, por lo que las aerolíneas tendrán aún seis meses para adaptarse a la nueva norma. En cambio, la rebaja en los billetes para el tren sí se mantienen para enero de 2020. Con este nuevo recargo, Alemania espera incitar a la gente a optar por los trenes en lugar de los aviones, sobre todo para aquellos viajes que se desarrollen en el territorio.

Según datos de la Oficina Federal de Estadísticas, el transporte aéreo nacional alemán se ha reducido en comparación a 2018 en un 0,8%, con 23,5 millones de pasajeros. En cambio, los vuelos internacionales procedentes de Alemania aumentaron un 5,5%, con 99 millones de personas transportadas.

Ambas medidas se enmarcan dentro del plan presentado el mes pasado por el Ejectutivo alemán, que incluye hasta 70 medidas y un presupuesto de 54.000 millones de euros. «Ahora no somos sostenibles», aseguraba Merkel a la hora de defender el proyecto. Actualmente, el país germano es el sexto del mundo que más contribuye al calentamiento global, por detrás de China, Estados Unidos, India, Rusia y Japón.

Una tasa al CO2 a partir de 2021 es otra de las decisiones adoptadas por Merkel. Se empezará a pagar 10 euros por tonelada de dióxido de carbono y el precio irá subiendo hasta costar 35 euros en 2025, lo que afectará al precio de la gasolina, el diésel, el gasóleo para calefacciones y el gas natural.

Francia también hará lo mismo

En julio, el gobierno francés de Emmanuel Macron anunció que a partir de 2020 se aplicará un impuesto sobre los billetes de avión. La ‘ecotasa‘, en este caso, irá desde 1,50 hasta los 18 euros, y afectará a todos aquellos vuelos que salen desde Francia, a excepción de Córcega, los territorios franceses de ultramar, y los vuelos de conexión. Según explicaba la ahora ministra de Transición Ecológica, Elisabeth Borne, esta medida pretende recaudar 182 millones de euros y servirá para financiar el transporte, como el ferrocarril, y hacerlo más ecológico.

2% de todas las emisiones

Actualmente, la industria de la aviación emite un total de 895 millones de toneladas de CO2 al año, lo que supone alrededor del 2% del total a nivel global (tanto como Alemania, y más que países como Francia o Brasil). Hasta un 65% de las emisiones procedentes del sector de la aviación son de vuelos internacionales. Según la ONU, las emisiones derivadas de los viajes en avión aumentaron un 76% entre 1990 y 2012. Si se sigue la tendencia actual de crecimiento de la industria, al 5% anual, la aviación podría consumir la cuarta parte del presupuesto de carbono que tenemos disponible para contener el calentamiento por debajo de 1,5ºC.