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Temperaturas más propias del verano en Oriente Medio. Así define el servicio meteorológico brasileño Metsul las máximas registradas en varios puntos de América del Sur –centro y norte de Argentina, Paraguay o el sur de Brasil– en los últimos días. La ola de calor también ha afectado a numerosas localidades de Uruguay, según informó el pasado viernes el Instituto Uruguayo de Meteorología (Inumet).
Una decena de ciudades argentinas sobrepasaron los 40 ºC el 1 de enero –algunas de ellas incluso llegaron a superar los 45 ºC–. Ese mismo día, Paraguay registró un récord de temperatura en el país: 45,6 ºC en el departamento de Presidente Hayes.
Según el Metsul, en Porto Alegre (Brasil), se registró el 1 de enero más cálido desde 1984, año en el que comienzan las mediciones. Allí llegaron a los 38,6 ºC. Esta temperatura supera el récord de 38,2 ºC alcanzado en 2007.
Tiempo seco como consecuencia de una sequía prolongada
Son varios los factores tras este episodio de calor intenso, explican desde el Metsul: una masa de aire excepcionalmente caliente que cubre América del Sur Central y el tiempo seco prolongado asociado a una sequía que favorece el calor extremo.
Este servicio meteorológico espera que las temperaturas amainen durante la semana gracias al aumento de nubes y chubascos. Pero advierte, también, de otra intensa ola de calor para la segunda semana de enero. El aumento de la humedad, además, hará que la asfixia sea «enorme».
Otro riesgo: los incendios forestales. Uruguay está en máxima alerta debido a las condiciones favorables para que se desencadenen fuegos, según explica el Inumet.
Emergencia ígnea en Argentina
El pasado 28 de diciembre, el Consejo General de Medio Ambiente de Argentina (Cofema) y el Ministerio de Ambiente declararon la emergencia ígnea en todo el territorio nacional durante un año por el alto riesgo de incendios de bosques y pastizales.
La sequía, el tiempo seco y la escasez de lluvias han llevado al país a tomar esta decisión, relacionada con los impactos del cambio climático. Para el secretario de Control y Monitoreo Ambiental de Argentina, Sergio Federovisky, «muy probablemente, como resultado del cambio climático, puedan presentarse temporadas de fuego a lo largo del año, situación que implica un abordaje muy diferente al que veníamos teniendo hasta ahora».