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Esta entrevista pertenece a la serie incluida en el dossier de #LaMarea72, una guía práctica con todo lo necesario para pasar a la acción climática. Puedes comprar la revista en nuestra tienda online. También puedes suscribirte a La Marea desde 40 euros al año.
A diario, desde distintos campos de estudio, miles de personas dedican horas y horas a saber cómo varía el clima y, sobre todo, a conocer cómo influye la actividad humana en los distintos procesos vitales. El pasado mes de agosto, a su llegada a Nueva York a a bordo de un velero desde Reino Unido, la joven activista sueca Greta Thunberg lanzó un mensaje a Donald Trump. Claro y conciso: “Escucha a la ciencia”.
Ese es el espíritu de estas entrevistas. Hemos preguntado a 12 personas expertas en la materia por dos cuestiones fundamentales: cuál es la medida prioritaria para afrontar la crisis climática, y qué acciones individuales se deben poner desde ya en práctica para paliarla. Esta es la primera:
PABLO RODRÍGUEZ ROS. Investigador predoctoral Fulbright en la Universidad de California en San Diego
¿Cuál sería la medida prioritaria que se debería adoptar para afrontar la crisis climática?
Ante el surgimiento de movimientos reaccionarios nacionalistas, es más necesaria que nunca la cooperación internacional en la lucha contra el cambio climático. Es vital comprender que la atmósfera, los océanos, no suelen entender de fronteras, por lo que no debemos restringir las acciones contra el cambio climático; tampoco a las fronteras que limitan nuestro ámbito cercano (ciudad, región o país). Por ello, se ha de cooperar internacionalmente para que se tomen medidas para la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero y la mitigación y adaptación al cambio climático más allá de nuestros países. El éxito de la lucha contra el cambio climático solo puede ser colectivo. En contraposición, su fracaso puede depender solamente de la inacción de unos pocos países.
Personalmente, ¿qué podemos hacer que tenga cierta repercusión?
A nivel individual, lo principal es abandonar la perspectiva individualista. Urge la creación de tejido asociativo, transformar la acción individual en colectiva. La creación de comunidades basadas en la colaboración y la transferencia de conocimiento. Es mentira que las acciones individuales no puedan suponer cambios, ya que estas suelen replicarse (más aún en una sociedad global hipercomunicada). Esta falsa creencia solo conduce al nihilismo, que suele ser el camino más rápido hacia la inacción. Evitar los cantos de sirena ideológicos que llaman a «no preocuparse por nada» e informarse de fuentes fiables es esencial. La desinformación organizada con respecto al cambio climático también existe.
Aun así, si a alguien le supone mucho esfuerzo tomar según que acciones, siempre puede pasarse por La Guía de los vagos para salvar el mundo, de la ONU.
El 85 % de la población española ha respirado aire contaminado por ozono.
Casi 40 millones de personas han respirado aire contaminado por ozono durante el verano de 2019 en el Estado español.
Los repuntes del tráfico, la actividad industrial, la navegación marítima y aérea internacional o la ganadería intensiva son algunas de las causas de un problema que afecta de manera estructural a la salud y el medio ambiente, agravado por el cambio climático.
Gobierno y comunidades autónomas siguen sin adoptar medidas eficaces sobre el transporte, la industria y la ganadería que eviten los episodios puntuales y reduzcan los niveles de fondo.
https://www.ecologistasenaccion.org/128945/el-85-de-la-poblacion-espanola-ha-respirado-aire-contaminado-por-ozono/