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La Comisión de Transición Ecológica y Reto Demográfico del Congreso de los Diputados celebró este martes su última ronda de comparecencias expertas para discutir el proyecto de Ley de Cambio Climático y Transición Energética. En concreto, le tocó el turno a Miguel Arias Cañete. El que fuera ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente desde 2011 hasta 2014 y comisario europeo de Acción por el Clima y Energía entre 2014 y 2019 valoró de manera muy positiva las políticas climáticas de la Unión Europa en los últimos años, y no escatimó los halagos al hablar del Acuerdo de París.
Sin embargo, Cañete señaló que no ha habido cambios estructurales importantes por lo que al consumo de energía respecta en la nueva normalidad. “La crisis de la COVID-19 ha producido un efecto colateral: la paralización de las economías y la reducción del consumo de energía, que ha permitido alcanzar los objetivos, pero ahora vemos un rebrote del consumo de energía; entonces, no hay cambio estructural”.
Respecto a la reconstrucción de la economía después de la crisis sanitaria fue claro: “No podemos emprender la reconstrucción apostando por la economía del pasado […]. Hay que garantizar a la siguiente generación las condiciones necesarias para la vida”. Sí mostró su malestar con la ambición en la lucha del cambio climático que, según Arias Cañete, se ha visto reducida de manera gradual.
Cambio de talante
Mucho ha llovido desde que Arias Cañete formara parte de ese Ejecutivo (el del segundo mandato de Aznar) que negaba el cambio climático, y, parece ser que el exministro ha cambiado de parecer respecto a la emergencia climática. “No es necesario recalcar la importancia de esta ley [en referencia a la Ley de Cambio Climático y Transición Energética]. Estamos hablando de políticas que se desarrollarán a medio y largo plazo, en muchas legislaturas. El cambio climático no tiene ideología. O son políticas eficaces o no lo son”.
A diferencia de cuando estaba en el Gobierno, se mostró exigente y urgió a adoptar nuevos objetivos, ya que “los que están establecidos han quedado desfasados”. Por este motivo hizo un llamamiento a que la nueva ley se adecúe a las nuevas metas que se plantea la UE.
Por último, quiso hacer hincapié en la necesidad de llevar a cabo “una transición justa; porque la nueva ley no afecta por igual a todos los territorios y hay que abordar las consecuencias sociales de la transición, que debe ser equilibrada para que nadie quede rezagado”.
Durante el turno de preguntas de los grupos parlamentarios, Idoia Sagastizábal, del PNV, puntualizó “que no solo se tenían que tener en cuenta los modelos ambientales, sino también el modelo económico”. Le preguntó al excomisario acerca del hidrógeno verde, la economía circular y cómo se podían fomentar las medidas para desarrollar el ecodiseño.
El punto de color lo puso Vox. Francisco Contreras recalcó que su grupo parlamentario discrepa con el consenso general en torno a la emergencia climática y la nueva normativa. “La nueva ley va a causar un daño grave a la competitividad de la economía española. La emergencia climática es una excusa para el intervencionismo de la izquierda. Se trata de una transición autoritaria y acelerada”. Concluyó su intervención hablando sobre las energías renovables con un argumento de peso: “La energía solar solo funciona cuando el sol brilla”.
En la línea de lo que había dicho Arias Cañete, el grupo parlamentario del Partido Popular recalcó que “la lucha contra el cambio climático no es ni de izquierdas ni de derechas”, pero ya se encargó el PSOE de recordarle a Cañete las decisiones tomadas durante su etapa de ministro: la reforma de la ley de costas o el polémico impuesto al sol. Eso sí, la portavoz parlamentaria del grupo socialista le agradeció a Arias Cañete el cambio de discurso en respecto a la problemática y el reto que representa la lucha contra el cambio climático.
Cañete sorprendió hasta el final, con una frase lapidaria: “La mejor energía es la que no se consume” y, frente a las críticas, optó por la indiferencia: “no vengo aquí a defender mi gestión, he pasado página”. Dijo que la ley de costas había permitido renovar los hoteles más antiguos del litoral español y argumentó que la doctrina científica hasta 1992 no se puso de acuerdo en respecto a los efectos del cambio climático. “Se ha ido produciendo una alineación de la ciencia que nos dice que nos vamos a paseo, no nosotras, sino las generaciones futuras”, sentenció.
La intervención completa se puede ver en el siguiente enlace.
Ineptos y oportunistas, éso es lo que son los individuos como Arias Cañete.
Se cambian de camisa cuando les conviene.
Este individuo decía en sus tiempos de Ministro que el trasvase del Ebro se haría por cojones.
Así mismo.
Dice el ignorante de Vox: «la energía solar solo funciona cuando el sol brilla». Pues si no brilla en España, el país del sol, el país que lleva camino de convertirse en un desierto por las altas temperaturas, ¿quizá debe brillar en Noruega?