El calentamiento global es responsable de más de un tercio de las muertes relacionadas con el calor

En el caso de España, un 30,3% de las muertes relacionadas con el calor podrían atribuirse al calentamiento global, según un estudio liderado por la española Ana María Vicedo-Cabrera.
Una mujer bebe agua mientras se sienta en un banco durante una ola de calor, en Bruselas, Bélgica. Foto: REUTERS/Yves Herman

El calor mata, y el calentamiento global contribuye a ello. Entre 1991 y 2018, el 37% (más de un tercio) de todas las muertes relacionadas con el calor fueron atribuibles al calentamiento global de la atmósfera impulsado por el ser humano. Así lo revela un nuevo artículo publicado en Nature Climate Change en el que se utilizaron datos de 732 ciudades de 43 países. Como siempre ocurre, las poblaciones que viven en países de ingresos bajos y medios, responsables de una ínfima parte de las emisiones de gases de efecto invernadero, son las más afectadas.

El planeta lleva décadas calentándose más rápido de lo que debería por culpa de las actividades humanas. A nivel global, la temperatura ha subido un grado desde la época preindustrial. La Organzación Meteorológica Mundial avisó la semana pasada de que en el próximo lustro se alcanzará el año más caluroso de la historia. En España, los termómetros han subido de media 1,6 ºC, con veranos cinco semanas más largos.

Todos estos datos evidencian que el cambio climático es un problema de salud que se verá incrementado en las próximas décadas. Temperaturas extremas y olas de calor más extensas e intensas serán la nueva normalidad. Por ello, es necesario reducir las emisiones que impulsan el calentamiento global a la vez que se impulsan políticas de adaptación ante unos efectos del cambio climático ya visibles y que irán a más.

El estudio internacional presentado este lunes, el mayor de este tipo, ha sido coordinado por especialistas de la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres (LSHTM, por sus siglas en inglés) y la Universidad de Berna dentro de la red de colaboración internacional MCC (Multi-City Multi-Country Collaborative Research Network). Se trata de una investigación novedosa porque evalúa por primera vez si estos impactos ya se han experimentado en las últimas décadas y en qué medida. Aun así, el equipo de especialistas reconoce las limitaciones del estudio, entre ellas la imposibilidad de incluir lugares de todas las regiones del mundo –por ejemplo, grandes zonas de África y el sur de Asia– debido a la falta de datos empíricos.

Diferencias según la zona

Este porcentaje de muertes relacionadas con el calor atribuidas al calentamiento global fue más alto en América Central y Sudamérica (hasta el 76% en Ecuador o Colombia, por ejemplo). También destacan Kuwait, con un 67,7%, e Irán, con un 63,1% de muertes donde el calentamiento global ha sido determinante.

“En el caso de España, de la cuenca del Mediterráneo, vemos que el impacto per se, es decir, el porcentaje de muertes durante el verano atribuidos al calor antropogénico es uno de los más altos”, explica a Climática Ana María Vicedo-Cabrera, epidemióloga ambiental española de la Universidad de Berna (Suiza) y autora principal del estudio. “Lo que pasa –prosigue–, es que en proporción a las muertes observadas no es tan alto, pero porque de por sí el efecto del calor, incluso en ausencia del calentamiento, es muy alto en la cuenca mediterránea”. Para España, se analizaron 50 ciudades durante el periodo 1991-2014, y concluyeron que el 30,3% de las muertes relacionadas con el calor podrían atribuirse al calentamiento global fruto de las actividades humanas.

Por ciudades, destacan Puno, en Perú, con 29 muertes adicionales al año (86,8% del total de muertes relacionadas con el calor en la ciudad); Guatemala, con 19 (75,4%); Guayaquil, con 69 (77,7%); Cartagena, en Colombia, con 19 (85,2%); Fortaleza, en Brasil, con 44 (84,9%); Santiago de Chile, con 136 (44,3%); Atenas, con 189 (26,1%); Madrid, con 177 (31,9%); Roma, con 172 (32%); Tokio, con 156 (35,6%); Bangkok, con 146 (53,4%); Nueva York, con 141 (44,2%); París, con 110 (33,9%); Barcelona, con 94 (35,7%); Londres, con 82 (33,6%); y Sevilla, 39 (31,8%).

“Prevemos que la proporción de muertes relacionadas con el calor seguirá aumentando si no hacemos algo contra el cambio climático o nos adaptamos“, explica Vicedo-Cabrera. Para esta especialista, “una las principales claves en materia de adaptación son las ciudades; cómo se desarrollarán en el futuro. Es una gran asignatura pendiente”. Y en esa línea, considera clave “la implementación de sistemas de alerta por olas de calor; que sean eficaces y lleguen a toda la población vulnerable”.

El equipo de especialistas se centró en el calentamiento global impulsado por el ser humano mediante un estudio de “detección y atribución” que identifica y atribuye los fenómenos observados a los cambios en el clima y el tiempo. En concreto, se examinaron las condiciones meteorológicas del pasado simuladas en escenarios con y sin emisiones antropogénicas. Esto permitió al equipo separar el calentamiento y el impacto sanitario relacionado con las actividades humanas de las tendencias naturales. La mortalidad relacionada con el calor se definió como el número de muertes atribuidas al calor, ocurridas a exposiciones superiores a la temperatura óptima para la salud humana, que varía según los lugares.

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COMENTARIOS

  1. Urge declarar un Área de Control de Emisiones en el mar Mediterráneo
    Durante la celebración de la Semana Verde Europea, la red MedECA -un grupo de organizaciones ambientales de Francia, España, Italia, Grecia, Malta, Portugal y Alemania- informarán en un stand virtual sobre los beneficios potenciales de un Área de Control de Emisiones (ECA) en la región mediterránea.
    La próxima Cumbre del Convenio de Barcelona es decisiva para que los países mediterráneos acuerden solicitar esta regulación a la Organización Marítima Internacional.
    Las emisiones de óxidos de azufre (SOx), óxidos de nitrógeno (NOx) y partículas (ultra) finas (PM) procedentes del transporte marítimo constituyen una importante amenaza para la salud humana, el medio ambiente y el clima. En la región mediterránea las emisiones de los buques contribuyen sustancialmente a los niveles de emisiones ambientales en una región con una población de unas 250 millones de personas.

  2. Bien lo sé yo que el calor mata. En mi caso se suman los años al aumento de las temperaturas con un calor contaminado, que ya en primavera y por debajo de la ropa quema. Al inicio del verano me pregunto con preocupación si seré capaz de resistirlo.
    ¿Y las personas que tienen que trabajar a pleno sol?
    Por contra subes a un autobús o a una oficina (cuando se podía ir) y en pleno verano parece que te adentres en Siberia.
    Dicen que equilibrio es sinónimo de sabiduría, ¡que lejos estamos de ella!
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    «Las centrales nucleares son un peligro para la población y el medio”
    Trillo (Guadalajara) acumula siete incidentes en cuatro meses

    La Plataforma Antinuclear de Guadalajara expresa su profunda preocupación por la acumulación de incidentes en la central nuclear de Trillo, siete en tan solo cuatro meses. Aseguran que estos hechos podrían no ser casualidad y, por el contrario, podríamos encontrarnos ante un síntoma del mal estado en que se encuentra la planta.

    Reclaman al Consejo de Seguridad Nuclear una investigación a fondo que demuestre si esta central puede funcionar sin que ocurran sucesos más graves, o incluso de un accidente. «Las centrales nucleares son un peligro para la población y el medio, y en Trillo podríamos estar jugando con fuego».

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