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La caza por parany (trampa) es ilegal en España por tratarse de una práctica no selectiva que puede atrapar especies protegidas de aves. A pesar de ello, se trata de un método cinegético muy defendido por sectores conservadores que no se resignan a renunciar a una actividad recreativa escudándose en la tradición. Marta Barrachina, la nueva presidenta de la Diputación de Castellón, del PP, ha manifestado que la posición de esta institución es de «máxima defensa al parany«.
La Asociación de Paranyers de la Comunidad Valenciana (Apaval) hace años que reclama que se pueda volver a cazar mediante las trampas del parany. «Tras cuatro años de parálisis en la Diputación de Castellón y ocho años del ‘Pacte del Botànic’ de la Generalitat, ahora vamos a trabajar por intentar lograr que el sector cinegético pueda desarrollar las pruebas científicas del cesto malla que permitirían compatibilizar la práctica sostenible de esta modalidad de caza con la preservación de las especies y el bienestar animal», declaró recientemente Barrachina tras reunirse con los cazadores. La presidenta de la Diputación de Castellón añadió que se trabaja «de la mano de la Conselleria para que se articule la regulación necesaria que permita recuperar el parany» por «el bien de los castellonenses».
El parany es una técnica de caza tradicional que se remonta siglos atrás en lugares como la Comunidad Valenciana, el sur de Catalunya, el sur de Teruel y algunos lugares de Francia. Consiste en transformar, mediante la poda, árboles como los algarrobos o los olivos e incorporar en sus ramas estructuras hechas con varillas impregnadas con pegamento. Su objetivo es atrapar zorzales u otras aves. Pero, en resumidas cuentas, el parany es una trampa mortal para cualquier pájaro que entre en él.
Entorno al tordo (zorzal en valenciano) gira toda una fiesta en lugares como Onda, un municipio de Castellón que celebra sus fiestas en octubre, cuando abunda la presencia de esta ave migratoria en la zona. Generación tras generación se ha cazado el zorzal y éste ha sido el protagonista en el almuerzo de los festejos. Entidades cazadoras creen que esta práctica se remonta hasta siete siglos atrás. Y la tradición es el argumento en el que se escudan los defensores de este ‘arte de caza’, así como ocurre con los actos taurinos en las plazas de toros y las calles valencianas.
«Cazar zorzales era una manera tradicional de obtener proteína para la gente de la época. A partir de ahí se creó toda una cultura, que está muy bien, sobre cómo preparar esos árboles, imitar el canto de los pájaros o ir los fines de semana de octubre al campo para cazarlos», explica Mario Giménez, delegado de SEO/BidLife en la Comunidad Valenciana. «En la actualidad, en España, no hay ninguna necesidad de esa proteína y la caza es una actividad recreativa», destaca Giménez.
«Tradicionalmente se utilizaba un pegamento de origen vegetal, lo sacaban del muérdago. Pero esto luego evolucionó hacia pegamentos sintéticos. Las aves pasaban por las varillas, se llenaban de pegamento y caían al suelo porque no podían volar. Cuando se los encontraban, los cazadores les retorcían el cuello para matarlos», indica el responsable de la entidad ornitológica. Giménez destaca que el uso del pegamento, los cepos, las redes, las escopetas repetidoras o los venenos está prohibido por su carácter indiscriminado, aunque estas técnicas se siguen utilizando por parte de algunos cazadores.
En las trampas del parany pueden caer especies de aves protegidas como el petirrojo europeo, la curruca o los mochuelos. «Al quedar atrapados, estos animales, que no se pueden cazar, también se los comían. A un pájaro que tiene parte de su plumaje impregnado de pegamento no lo puedes liberar porque sus posibilidades de supervivencia son cero. Cero absoluto. Se llegó a proponer eliminar el pegamento con disolvente, pero es un elemento tóxico para los pájaros y acababan muriendo», añade Giménez.
Es habitual que agentes del SEPRONA se encuentren con paranys donde han caído pájaros en fincas privadas y se vean obligados a aplicar la legislación vigente que establece sanciones económicas a los cazadores. El método de caza del parany está prohibido por las leyes de protección de la biodiversidad y de las aves. En la Unión Europea no se permite esta práctica desde 1979. No pocos políticos valencianos han tratado de abrir el debate sobre su posible regulación en distintas ocasiones, tanto a nivel autonómico y nacional como europeo. De hecho, la Ley de Caza valenciana llegó a permitirla, contradiciendo las leyes estatales y comunitarias, al alegar que se trataba de una tradición y una práctica que se realizaba solo en un momento puntual del año. Este argumento fue tumbado por el Tribunal Constitucional en el año 2013.
«Las asociaciones que nos dedicamos a la conservación de la naturaleza tuvimos que acudir a los tribunales y se han coleccionado toda una serie de sentencias contrarias al parany». Se trata de sentencias del Tribunal Superior de Justicia Valenciana, del Tribunal Supremo, del Tribunal Constitucional y del Tribunal de Justicia de la Unión Europea. La Directiva de aves 2009/147/CE indica que la tradicionalidad de un método de caza no lo exime de cumplir la normativa.
El cesto malla es una alternativa al parany que consiste en un cepo con una red que se coloca dentro de la estructura del árbol en sustitución de las varillas con pegamento. «En lugar de atraparlos por una pata, por ejemplo, lo que hacen con la malla es envolverlos y que queden ahí dentro», detalla Giménez. Los cazadores defienden que se liberarían las especies no cinegéticas en caso de caer en las trampas. Desde SEO/BirdLife se manifiestan en contra de este método. «La malla implica capturar las aves y luego liberarlas, pero hay que recordar que lo que está prohibido es la captura con estas prácticas no selectivas, incluidas las mallas».
En el año 2017, cuando se solicitaron realizar estas pruebas en primera instancia, la administración medioambiental autonómica no las autorizó. Ahora, con la coalición de PP y Vox en la Generalitat Valenciana, las pruebas de la caza del cesto malla podrían obtener el visto bueno. «Podemos volver a tiempos oscuros en los que los mismos agentes de la Guardia Civil, que deben velar por el cumplimiento de las leyes, se vean en situaciones muy complicadas, con administraciones locales en contra de ellos», lamenta Giménez.
La presidenta de la Diputación de Castellón ha asegurado que, en el caso de que el resultado de las pruebas del cesto malla fuese positivo, desde la institución provincial «se trabajará para la creación de una línea de ayudas que facilite la implantación del cesto malla en los paranys, así como la firma de un convenio singular con Apaval para crear la Escuela Provincial del Parany, organizando cursos y jornadas en diferentes municipios».
Esta semana, la Diputación ha informado que el Ministerio del Interior del Gobierno de España, vía Fiscalía, le ha requerido que aclare su apoyo al parany y las acciones anunciadas por el gobierno provincial para lograr la autorización para la realización de las pruebas del cesto malla.
Por el momento, quienes quieran cazar zorzales pueden hacerlo mediante otros métodos permitidos, por ejemplo usando escopetas, pero no mediante paranys o mallas, que son más cómodos ya que únicamente hay que colocar las trampas y esperar a que los pájaros caigan en ellas.
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Toda esta gente que defiende El Parany, deberían probarla en sus propias cuerpos, a ver si cambiaban de opinión. También es «técnica ascentral » : empalar gente, quemar cuerpos en las hogueras, el garrote vil, decapitar, etc. y no por ello, se practican ahora, salvo algún salvaje ,que aún quedan unos cuantos.
Además no se dan cuenta que existe la ley para beneficio de todos los ciudadanos y las especies, no para que ellos sigan «jugando».
A ver si maduramos todos y tenemos un poco de sentido común.
No se da cuenta esta señora que representa a todos los ciudadanos , no su interés particular ni el de sus amigos. Como técnica, EL Parany, no se debe olvidar, pero nunca practicar.
Lo que si se debe llevar a la practica, es la ley vigente, y como política y cargo publico que es, debería ser la primera en saberlo.
Vamos a ver, hace 50 o mas años, en el Pais Valencià, se cazaban zorzales como ayuda a la subsistencia por las necesidades de alimentos. Se usaban como reclamos un pájaro enjaulado y se cazaban algunos ejemplares. Por otro lado la población de esta aves (y de otras muchas más) era muy elevada. Así pues esta caza con el parany no tenia una repercusión notoria. Actualmente, en la provincia de Castellón, se usan en los paranys unas cintas cassette y unos amplificadores electrónicos de cientos de vatios de potencia (por la noche se pueden oir desde kilómetros). Aparte de no ser selectiva esta modalidad de caza, se capturan muchos más ejemplares, en un momento que las aves están en declive importante. He tenido vecinos en las fincas cercanas a la mía, que al día siguiente de haber cazado me han dado docenas de pájaros porque no sabían qué hacer con ellos. Resumiendo, la situación actual del parany nada tiene que ver con la forma tradicional y, por este motivo, entre otros no debe de autorizarse de nuevo. No tiene ningún sentido.
Mucho cafre que ha querido volver a las andadas así que nada de extraño que añoraran a los suyos y hayan votado a cafres como ellos.
En la Comunitat Valenciana añoraban, bien se vé, a los corruptos, a los brutos, a la sinrazón, que a su vez sirven a corruptos mayores.
Sería de justicia que a estos seres crueles que abusan de los indefensos, de los débiles, que creen que la naturaleza y sus seres les pertenecen a ellos, que exterminan la poca fauna que nos queda la cual cumple una misión más positiva y constructiva que la «misión» destructora del ser humano, una bestia más cruel los exterminara a ellos. No tendrían derecho alguno a quejarse.
Encima tienen el sarcasmo, que por ley se debería prohibir, de llamar deporte al exterminio de seres indefensos que pertenecen, como nosotros, a la Madre Naturaleza, que nos acompañan y enriquecen la biodiversidad y nuestra existencia.
Noticias Seo BirdLife:
ALARMA: AGUILA IMPERIAL IBERICA.
Es una de las rapaces más amenazadas del planeta y una de las especies más representativas de nuestra fauna: el águila imperial ibérica solo habita y cría en España y en Portugal.
Estuvo a punto de desaparecer en todo el mundo a finales del siglo pasado, y solo gracias a un enorme esfuerzo de conservación conjunto, logramos que su situación mejorase en toda la península ibérica.
Hasta ahora. Con Doñana cada vez más castigado por el impacto de la sequía y, sobre todo, por la sobreexplotación de sus aguas subterráneas, especies como el águila imperial o la mayoría de las especies de aves acuáticas, están sufriendo un declive sin precedentes en el entorno del parque.
Cada vez que un ecosistema se destruye, desaparecen todas las especies que dependen de él.
Tenemos que frenar la destrucción antes de que sea demasiado tarde y para evitar que los intereses de unos pocos acaben con una buena parte de nuestro patrimonio natural.