Una veintena de organizaciones pide a Teresa Ribera que la nueva directiva de calidad del aire tenga 2030 como fecha límite
En una carta enviada a Ribera, las organizaciones recuerdan que "cada año de retraso contribuye a cientos de miles de muertes prematuras". Te contamos esta y otras noticias sobre cambio climático y pérdida de biodiversidad en nuestro boletín diario.
Soy un gorrión común, puede que nos hayamos cruzado en el parque alguna vez. Es raro, sí, pero soy yo el que te está enviando este email. Sé que a ti te importamos y tenía que hablarte de algo que afecta a nuestra supervivencia y a la de otras aves comunes como nosotros.
Lo cierto es que las cosas no nos van demasiado bien. Hay ciudades de Europa como Londres donde no hay ni un solo gorrión y en España, aunque las cosas están un poco mejor, hoy somos 30 millones menos de gorriones que hace una década.
Siempre nos hemos adaptado a vuestra forma de vida, pero es que ahora el entorno se ha hecho invivible: sufrimos el abandono del campo, las consecuencias del abuso de los pesticidas, la destrucción de nuestros nidos y el deterioro de las ciudades.
¿Quién puede vivir en ciudades sin verde? Es que es imposible hasta respirar…
Vosotros, los humanos, y nosotros, los gorriones, tenemos derecho a vivir e incluso a vivir mejor. Y el medio ambiente forma parte de vuestra solución y de la nuestra.
Yo solo soy un gorrión común escribiendo en nombre de mi comunidad de gorriones…
(Noticias Seo BirdLife)
Con motivo del 34 aniversario del accidente de Vandellós I, piden acelerar el cierre de las Centrales Nucleares del Estado
Era el 19 de octubre de 1989 cuando un incendio en el generador puso en riesgo el reactor de la Central Nuclear Vandellós I, que se quedó sin refrigeración. Si el reactor se hubiera fundido, el riesgo de un escape radioactivo habría sido muy grande. No se avisó a la población, no se activaron los planes de emergencia y se habló sólo de un pequeño incendio.
La gran estructura que contiene el reactor, todavía tendrá que esperar hasta el 2028 para poder ser desmantelada.
El accidente en la Central Nuclear Vandellós I ha sido el más importante del estado español y en ese momento se daba por hecho que marcaría un antes y un después en la apuesta que desde los gobiernos del Estado se había hecho por el desarrollo de esta energía. 34 años después todavía esperamos que se concrete la desnuclearización del sistema eléctrico del Estado y en concreto del catalán.
La viabilidad en la sustitución de la electricidad producida por las centrales nucleares del Estado queda evidenciada en cuanto las últimas incidencias producidas en las últimas semanas, que han obligado a parar hasta tres centrales al mismo tiempo, no han representado ningún problema por garantizar el suministro de un sistema eléctrico ya de por sí muy dimensionado.
El fracaso de la gestión de los residuos radiactivos denunciado recientemente por Ecologistas en Acción y el Movimiento Ibérico Antinuclear, tendrá su máxima expresión con el retorno desde Francia a las instalaciones de Vandellòs I (actualmente Centro Tecnológico Mestral) de los residuos de alta actividad que produjo la central nuclear durante su vida activa. Estos residuos debían ir al ATC (almacén temporal centralizado) de Villar de Cañas y ahora tendrán que permanecer un mínimo de 60 años en las instalaciones de la antigua central a partir del 2028, que es cuando Vandellòs I emprenderá la última fase de su desmantelamiento.
Desde Ecologistas en Acción se considera más necesario que nunca detener la producción de energía nuclear para frenar la generación de unos residuos que todavía no tienen resuelto el tema de su ubicación final. Los 3.328 millones de euros que ENRESA (Empresa Nacional de Residuos Radiactivos, SA) tiene previsto destinar al AGP (almacén geológico en profundidad) son del todo insuficientes por un emplazamiento de estas características, que está previsto construir después del estancia temporal de los residuos de alta actividad en los ATI (almacén temporal individualizado) de las centrales nucleares durante un mínimo de 60 años. Esto es simplemente aplazar el problema para que las generaciones futuras se lo encuentren.