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El caos y la desorganización de la que hablábamos ayer continúa en la COP26. Además, se han dado los primeros casos de positivos por COVID-19. Uno de ellos, el alcalde de Los Ángeles, Eric Garcetti.
El día de ayer, miércoles, estuvo dedicado a las finanzas.
La jornada fue aprovechada, cómo no, por bancos, entidades financieras y aseguradoras para vender la idea, una vez más, de que están a tope con el clima (mientras siguen financiando combustibles fósiles, responsables del calentamiento del planeta).
Es el caso de la controvertida Alianza Financiera de Glasgow para el Cero Neto (GFANZ), que reúne a las instituciones financieras que se comprometen a alcanzar el cero neto en sus carteras de inversión. En el marco de la COP26, presentaron un informe sobre los “progresos” realizados. La realidad, sin embargo, es que todo este sector sigue poniendo dinero en proyectos de gas, carbón y petróleo, como hemos contado en repetidas ocasiones.
Una vez más, los máximos avances consisten en promesas de cero emisiones neta (es decir, no significa dejar de emitir, sino compensar lo que se emita). Una trampa que se ha convertido en el eje central de la acción climática de gobiernos y empresas, y cuya utilidad explicó muy bien Greta Thunberg en un tuit cargado de ironía: «Me complace anunciar que he decidido apostar por cero neto de palabrotas. En caso de que diga algo inapropiado, me comprometo a compensarlo diciendo algo bonito».
Con la intención de frenar la propaganda con la que lobbies, grandes empresas energéticas y gobiernos afines suelen contaminar este tipo de cumbres internacionales, más de 130 organizaciones enviaron una carta al Reino Unido (anfitrión de la COP26), la Unión Europea y la ONU para alejar a estos intoxicadores de los espacios de reunión. Entre los firmantes están las ramas españolas de Ecologistas en Acción, Amigos de la Tierra y el Observatori Desc.
Otro gran anuncio (que no deja de ser eso, porque no les compromete a nada) es que más de 20 países e instituciones financieras detendrán sus nuevas inversiones de combustibles fósiles en el extranjero y desviarán el gasto a la energía verde a partir del próximo año. La iniciativa está apoyada por Estados Unidos, Reino Unido, Canadá, Dinamarca, Costa Rica, Finlandia, Portugal, Italia, la Comisión Europea y el Banco Europeo de Inversiones, entre otros. Eso sí: dentro de su territorio podrán seguir haciendo lo que quieran y no afecta a proyectos ya en marcha. No están en el pacto ni China ni Japón, dos de los principales naciones que financian combustibles fósiles fuera de sus fronteras.
Paralelamente a todos estos anuncios, compromisos y promesas, las negociaciones entre países siguen su curso, aunque sin avanzar demasiado. Con los líderes de Estado ya fuera de la cumbre, ahora es momento de cerrar los flecos pendientes del Acuerdo de París, aunque con el tema de la financiación está costando.