Ecologistas pide a la Generalitat que no se reduzcan los caudales ecológicos

La crisis de sequía en Catalunya avanza y se acerca al punto de inflexión que hará entrar en vigor el estado de emergencia. Los embalses interiores se encuentran al límite y el Govern ya ha anticipando las restricciones que se aplicarán para paliar la falta de agua.

Ante esta situación, el Consejo para el Uso Sostenible del Agua (CUSA) presentó el 19 de diciembre de 2023 un dictamen con una batería de medidas para conocer los impactos de la reducción de los caudales mínimos (el mínimo necesario para que se mantenga la vida animal y vegetativa del río) una vez finalizada la situación de emergencia por sequía. Las propuestas también están dirigidas a incentivar el uso del agua regenerada y a recabar datos sobre el volumen de agua que consumen los diferentes sectores.

Pero Ecologistes en Acció de Catalunya se ha adelantado a los acontecimientos y ha reclamado al Consejo que no se apliquen a los caudales las medidas para mitigar los efectos de la sequía “cuando se está haciendo un mal uso de recursos escasos y un consumo excesivo de agua atribuidos a un modelo de desarrollo agrícola y ganadero, urbanístico, turístico e industrial totalmente insostenible”.

La organización ecologista señala que un turista de lujo que visita Barcelona consume cinco veces más agua que un habitante con su uso doméstico y que el 25% de los grandes consumidores de la ciudad son hoteles. Por ello, propone limitar el consumo de agua para el sector turístico y acciones urgentes dirigidas a “controlar la contaminación de los acuíferos, que hacen menguar la disponibilidad de recurso, en cantidad y cualidad adecuadas”.

Por ahora, el Govern ha ampliado la prohibición de llenar total o parcialmente piscinas a hoteles y campings cuando se decrete la fase de emergencia por sequía en el sistema Ter Llobregat. Por otro lado, sí que se podrá llevar a cabo el riego público de supervivencia de arbolado y jardines botánicos con aguas regeneradas procedentes de depuradora o con aguas freáticas, siempre que no reduzca la disponibilidad de agua para el abastecimiento domiciliario.

Asimismo, en el estudio Derecho humano al agua y el saneamiento ante la emergencia climática: diagnosis, debates y propuestas para el Àrea Metropolitana de Barcelona, realizado conjuntamente con las entidades Enginyeria Sense Fronteres y Aigua és vida, la organización ecologista apoyó el aprovechamiento de aguas grises y pluviales en usos domésticos, comunitarios y privados. “Desafortunadamente, el despliegue de esta medida está siendo demasiado lento por parte de las administraciones” como consecuencia, “en gran parte, de los vacíos legales que existen en la materia”, señala.

Un posible trasvase del río Ebro

Ante el estado en el que se encuentran las cuencas catalanas, la ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, aseguró este miércoles que la petición de la Generalitat de un trasvase del Ebro en caso de vaciarse los embalses del territorio “no es descartable“, algo que Aragón rechaza.

Por ello, Ribera también ha reclamado ser “extraordinariamente cuidadosos cuando activamos disputas políticas y territoriales en torno al agua”, que es una “cuestión capital”, como también lo es la integración de los escenarios de cambio climático en su gestión. 

La también vicepresidenta tercera ha insistido en que “las medidas concretas que se deban habilitar en un momento de emergencia dependen de cuándo se materialice ese momento de emergencia”, y ha reiterado que “lo mejor es anticipar las decisiones” para poder contar con “agua adicional” procedente de recursos como la desalación.

Entre los planes que se aprobaron en mayo de 2023 ante la sequía del país, el Gobierno aprobó un real decreto en el que se contempla la construcción de tres nuevas grandes plantas desaladoras en el sur de la península. Sin embargo, a la desalinización de agua marina conlleva impactos ambientales y un gran coste energético.

En este sentido, Ecologistes en Acció defiende que “apostar únicamente por el agua desalinizada y el agua regenerada tendrá un impacto en el precio del agua que afectará a su asequibilidad” y que las desaladores producen, además de un consumo energético elevado, emisiones de gases de efecto invernadero.